Nuestro coche es una maquinaria compleja y con muchas piezas móviles, motivo por el que necesita una serie de operaciones de mantenimiento habituales que le ayuden a seguir funcionando como es debido. Y una de las más comunes, claro está, es la del cambio de aceite. Se trata de un proceso por el que hay que pasar con cierta periodicidad, ya que el aceite es un elemento fundamental para que el motor funcione correctamente. Así, saber cada cuánto debemos llevar a cabo este cambio nos permitirá ahorrarnos problemas y disgustos, pero también servirá para alargar la vida útil del vehículo.

La importancia del aceite

El aceite es tan necesario para un coche como el propio combustible. Después de todo, su presencia es primordial para proteger las diferentes piezas que componen la mecánica de nuestro vehículo. Pistones, cabezas, cilindros o válvulas requieren de este lubricante para que todo se mueva como es debido, no se produzcan roces y desgastes y los diferentes componentes estén protegidos de un exceso de fricción. Además, la carencia de aceite incluso podría contribuir a que aumentara la temperatura en el propio motor, lo que se traduciría, al final, en una avería preocupante.

Por supuesto, a la hora de cambiar el aceite tendremos que identificar qué tipo utiliza nuestro coche. Hoy en día, los más habituales son los aceites sintéticos, que son perfectos para proteger el motor en trayectos largos. No obstante, si el vehículo es antiguo, es posible que utilice un aceite semisintético o mineral.

Cada cuanto cambiar el aceite de un coche

Una forma muy práctica de saber cada cuánto debemos cambiar el aceite del motor de nuestro coche es consultando el manual, ya que ahí se especificará la periodicidad. No obstante, podemos hacernos una idea según lo antiguo que sea el vehículo en cuestión.

Por ejemplo, si se trata de un coche nuevo, es posible que requiera la sustitución del aceite de forma anual o, si se circula mucho, cada 15 000 kilómetros. Hay casos en los que incluso puede que solo tenga que cambiarse cada dos años, aunque para ello habrá que revisar las recomendaciones del fabricante.

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¿Y si el coche es más antiguo?

Si el vehículo en cuestión tiene más de 15 años, entonces la periodicidad del cambio de aceite aumentará. En concreto, tendrá que realizarse a los 10 000 kilómetros, aunque, si se circula poco, se puede mantener el cambio anual. Que sea necesario un cambio más seguido se debe, por supuesto, a que el coche ya no estará en las mismas condiciones, pero también a que empleará un aceite con menos aditivos, tal como hemos señalado anteriormente.

Qué hacer con el aceite que nos sobra

Siempre podemos delegar la tarea del cambio de aceite en nuestro mecánico, que conoce el procedimiento y lo hará en un momento. No obstante, si nos encargamos nosotros mismos, hemos de tener en cuenta qué vamos a hacer con el aceite del motor.

Se trata de un producto contaminante, así que no podemos tirarlo así como así. De hecho, tendremos que asegurarnos de reciclarlo de la forma correcta. Por suerte, hay empresas de cambio de aceite a las que puedes llevar el lubricante usado y que se harán cargo de él. Además, las tiendas de recambios también pueden aceptarlo, aunque es conveniente comprobarlo antes.

Finalizaremos recordando que ningún fabricante recomienda, en todo caso, mantener el mismo aceite más de dos años. Después de todo, conforme el lubricante se descompone, va dejando de proteger las superficies del motor. Esto acelerará el desgaste del mismo, lo que conducirá a problemas graves que, con un simple mantenimiento, pueden evitarse.