A pesar del crecimiento previsto para Seat y Cupra entre finales de 2024 y 2025, Wayne Griffiths avisa que la industria del automóvil y las marcas que representa están en riesgo. El beneficio operativo de la compañía ha sufrido un acusado descenso del 17,2% entre enero y septiembre de 2024. Hablamos de 415 millones de euros.

Griffiths señala principalmente dos factores para estos malos resultados: la poca demanda existente del coche eléctrico en nuestro país y la falta de compromiso de los representantes políticos españoles . Por otro lado, indica que la apuesta de la compañía por la electromovilidad es firme, pero que no se puede obviar que los riesgos en la estabilidad financiera del sector pueden terminar traduciéndose en hacer peligrar el 10% del PIB de España y más de dos millones de puestos de trabajo

El modelo Cupra Tavascan en el ojo del huracán

Cupra ha sido la tabla de salvación de Seat en estos últimos años en los que se han encadenado varias crisis agudas del sector: el coronavirus, la escasez de semiconductores y la guerra en Ucrania. La marca vive ahora un momento inmejorable. En los últimos nueve meses se han llegado a entregar hasta 179.100 vehículos, todo un récord para la compañía. En España las ventas han aumentado un 3,1%, llegando a los 16.400 vehículos.

Wayne Griffiths pone énfasis en la excesiva imposición de aranceles a sus vehículos, señalando especialmente la carga impuesta al Cupra Tavascan. En este sentido, ha declarado que esta situación “podría poner en peligro la capacidad de Seat de cumplir los objetivos europeos de reducción de Co2, teniendo que hacer frente a multas inasumibles”.

El Cupra Tavascan es un modelo que se ha diseñado y desarrollado en España que viene de serie con una batería de 77 kWh que le proporciona una autonomía de hasta 550 km.

Griffiths advierte que, de no cambiar la situación, las consecuencias podrían implicar la reducción de hasta una cuarta parte de la producción prevista de vehículos de combustión en la planta de Martorell (Barcelona).

Wayne Griffiths ya había criticado con dureza al gobierno a comienzos de año

En marzo de este mismo año, Wayne Griffiths reclamó al Gobierno español que trabajara con mayor ahínco en la promoción de los vehículos eléctricos recordando las inversiones y puestos de trabajo que estaban en juego. A pesar de los beneficios de la compañía, de alrededor de unos 625 millones de euros en 2023, el CEO de Seat y Cupra recordaba que la regulación comunitaria era excesiva y corría el riesgo de poner demasiados límites al sector.

Griffiths sentenciaba en aquellos momentos: “Nos estamos jugando nuestro futuro invirtiendo más de 10.000 millones de euros, y de momento menos del 5% de las ventas son coches eléctricos puros”.

Retos para el futuro de la compañía en España

La filial del Grupo Volkswagen ha apostado por la reconversión de su planta de Martorell , situada a las afueras de Barcelona, para poder fabricar coches eléctricos. Una inversión de 3.000 millones de euros centrada en coches híbridos enchufables y coches de consumo más eficiente, hasta que se eliminen progresivamente la gasolina y el gasóleo. Aunque de momento no habrá un modelo 100% eléctrico debido a las dificultades de rentabilizar dicha producción en este contexto.

Precisamente por este impuso empresarial, Wayne Griffiths se ha sentido reforzado para elevar el tono de las quejas dirigidas al Gobierno con la legitimidad de representar hasta el momento la mayor inversión del sector para reducir la emisión de carbono de los coches fabricados en España.