La devaluación de un vehículo se produce inevitablemente con el paso del tiempo. Pese a que podemos cuidarlo y mantenerlo en buen estado, irá perdiendo valor y eso es algo que no podemos frenar. A continuación, vamos a explicar los elementos que deprecian un vehículo, lo cual es clave a la hora de comprarlo o venderlo.

Factores que influyen en la depreciación de un vehículo

Tras su salida del concesionario, en los primeros años de un coche es cuando más se produce su devaluación, y este factor, en concreto, es la causa fundamental de su depreciación.

Antigüedad

Tal y como hemos mencionado, en los primeros cuatro años, el precio del vehículo puede devaluarse hasta un 40 % con respecto al precio de venta. En este sentido, existe una excepción, como son los coches de producción limitada o los clásicos, cuyo precio aumenta con el tiempo.

Kilometraje

Lógicamente, cuantos más kilómetros hagamos con el coche, más se desgastarán sus componentes y piezas, y más bajará su precio de venta.

Estado general

No es lo mismo un coche bien cuidado que otro que presenta elementos desgastados, asientos sucios y golpes o arañazos en la carrocería. Como es lógico, este último tendrá un valor inferior. Y es que si la parte visible de un vehículo se encuentra en mal estado, lo más probable es que los elementos mecánicos que permanecen ocultos también lo estén.

Uso del vehículo

Un coche que haya estado sometido a un desgaste superior perderá más valor que otro que únicamente ha salido del garaje en momentos puntuales. Es el caso, por ejemplo, de los vehículos que han sido alquilados durante un tiempo o los que han tenido que recorrer regularmente caminos de barro.

Equipamiento

El equipamiento de serie puede modernizarse a través de componentes extra y acabados más novedosos, lo que puede incidir en que el vehículo pierda menos valor. Ahora bien, esto no solo se debe a una cuestión estética, sino que los materiales utilizados suelen ser mejores y resistir mejor el paso de los años.

Cómo podemos mantener el valor de un vehículo

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El coche perderá valor y eso es algo que escapa a nuestro control. De todos modos, es interesante prestar atención a algunos elementos que pueden ayudarte a que esa depreciación sea inferior.

  • Colores neutrales. Es preferible optar por colores básicos a tonalidades más estridentes que pueden reducir significativamente las posibilidades de venta.
  • Limpieza. Si un coche que está a la venta no presenta un estado aceptable y se encuentra sucio y descuidado, el comprador cambiará de concesionario con toda seguridad. Mantener un coche limpio mejorará su imagen y será un buen reclamo. Además, en estos casos, el comprador estará dispuesto a pagar algo más por un vehículo cuidado.
  • Extras. Los vehículos que disponen de algunos extras, como los relacionados con el sistema de seguridad, pueden depreciarse menos con el tiempo. Aunque sean un poco más caros, la inversión en estos coches de segunda mano puede resultar atractiva para el conductor.
  • Kilometraje. La devaluación del coche va en proporción al número de kilómetros recorridos. Cuanto más se utilice el vehículo, más decrecerá su valor. Por esa razón es aconsejable no superar los 15 000 kilómetros anuales, aunque algunas veces resulta imposible cumplir este requisito.