A la hora de comprar un vehículo, es normal que los usuarios se pregunten si es mejor decantarse por un coche diésel o gasolina. A fin de cuentas, adquirir un vehículo nuevo es una inversión importante para el conductor, tanto por su importe de venta como por su coste de mantenimiento, prestaciones y durabilidad.
Pensando en ello, hemos preparado una guía que responde las dudas más populares de los conductores. De esta manera, sabrás qué motor te conviene (aunque sepas de entrada que el diésel es mucho más económico que la gasolina). Y es que, el precio del combustible no lo es todo: hay otros factores a considerar ante la compra de un coche nuevo.
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¿Cuál va a ser el uso del coche?
Si vas a usar el coche para recorrer autopistas o carreteras secundarias, quizás te convenga mirar el listado de vehículos diésel. Los modelos diésel son estupendos en este escenario porque suponen un ahorro importante en combustible. Además, si se mantiene una conducción constante con la temperatura adecuada, los sistemas de anticontaminación no sufrirán en exceso (en especial, si se trata de un coche moderno).
En trayectos urbanos, sin embargo, un vehículo gasolina será la mejor alternativa. La ciudad está llena de atascos que obligan al conductor a hacer constantes paradas y arranques de motor. En este ámbito, los coches diésel no alcanzan una temperatura óptima. Por tanto, el motor sufre, los sistemas anticontaminación no funcionan adecuadamente y los filtros de partículas acaban obstruyéndose; reduciendo así su vida útil.
Si estás pensando en dar al coche un uso mixto (urbano y extraurbano), lo mejor será elegir el vehículo pensando en los recorridos más frecuentes. Por ejemplo, si utilizas tu coche cada día para llegar al trabajo, con atascos de al menos media hora, podrías apostar por el coche diésel sin problemas (a pesar de que de vez en cuando hagas viajes más largos).
¿Cuántos kilómetros piensas recorrer anualmente?
El conductor español suele recorrer de media unos 12 000 kilómetros al año. Pensando en ello, habría que calcular cuántos kilómetros anuales serían necesarios para amortizar un motor diésel o gasolina. Pongamos al diésel como ejemplo. Según los expertos, los motores diésel son válidos en recorridos anuales que superen los 25 000 kilómetros. La razón es muy sencilla: son más costosos que los de gasolina y, tanto su seguro como su mantenimiento, resultan algo más caros.
Además, tienen componentes que suelen ser susceptibles de fallo y, dependiendo del caso, la reparación puede suponer bastante dinero. Es por ello que, para poder amortizar el coste total, habría que recorrer una mayor cantidad de kilómetros.
¿Cuándo piensas cambiar de coche?
Si sueles cambiar tu vehículo cada cinco años, tal vez no te interese comprar un coche diésel. La razón está en el apartado anterior: no te daría tiempo amortizarlo. Dependiendo de cuántos kilómetros recorras, necesitarías unos diez o quince años para amortizar su coste total. Es por ello que, si renuevas tu vehículo constantemente, quizás te convenga un modelo gasolina.
¿Dónde vives?
En las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, se han puesto en marcha varios planes medioambientales. El sistema de etiquetado de la Dirección General de Tráfico (DGT) hace su distinción de acuerdo al nivel contaminante de cada modelo y los coches diésel antiguos son de los que salen peor parados.
Tanto en el centro de Madrid como en Barcelona, la circulación de estos coches está condicionada a unas normas restrictivas, algo que no sucede con los coches de etiqueta ECO o CERO. En pocas palabras, los coches diésel no tienen un futuro muy prometedor, más aún si resides en una ciudad o debes desplazarte a una de forma regular.
Los coches eléctricos e híbridos están adelantando posiciones y, aunque el mercado va lento, su compra sigue en aumento. Si bien estamos hablando de coches diésel o gasolina, no podíamos dejar de nombrar estos sistemas alternativos, ya que forman parte del ambicioso reto de la movilidad eléctrica en España y toda Europa.
¿Te pesa el pie derecho?
Los conductores que apuestan por un estilo de conducción temperamental gastarán más en combustible si optan por un vehículo que trabaje con gasolina. Estos coches muestran mayor sensibilidad a la conducción agresiva y su consumo termina siendo mayor con respecto al coche diésel.
Ahora bien, si el consumo de combustible no es tu mayor preocupación, puede que el vehículo que necesitas no sea el diésel. Los coches gasolina tienen una mayor capacidad de aceleración y más agilidad en las curvas. Eso los convierte en los preferidos de quienes buscan coches con gran potencia de motor.
El coche diésel, en cambio, pierde potencia a medida que se incrementan las revoluciones por minuto, aunque también tiene sus ventajas. Dejando el consumo de combustible de lado, ofrece muy buenas prestaciones como todoterreno, acelera fácilmente al comienzo y, siempre que trabaje a una velocidad media, es bastante silencioso.