A la industria del automóvil se le complican las cosas. La crisis de los semiconductores ha frenado la actividad de diversas fábricas, con las demoras en los plazos de entregas que eso conlleva.

Las existencias de vehículos tienden a agotarse y los usuarios deben esperar meses para recibir el coche que desean. Además, los precios se han mantenido e incluso incrementado pese a la bajada del impuesto de matriculación. Eso por no hablar de la subida del precio de la luz, lo que ha supuesto un desembolso superior en las recargas de los coches eléctricos en casa.

Sin embargo, las malas noticias no se detienen ahí porque el Gobierno ha dado un varapalo más al comunicar la subida del impuesto de matriculación, una medida que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2022. La noticia no ha tenido muy buena acogida, pues se asocia a un encarecimiento del precio de los coches.

¿Cuál es el motivo de esta subida?

La subida se debe a la actualización del impuesto relacionado con las emisiones de dióxido de carbono o CO2. Con la nueva normativa WLTP, aplicada desde el 1 de enero de 2021, este impuesto se traduce en tasas mayores para una gran parte de los coches, haciendo que los conductores deban pagar más de lo que habían hecho hasta ahora.

Si la medida aún no se traduce en una subida en el precio de los coches en 2021 es porque el Senado decidió congelar dicho impuesto para no dañar más a un sector que ha tenido que pasar por muchas dificultades.

Al respecto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comunicado que la congelación tiene los días contados y, una vez aprobado el nuevo presupuesto de 2022, las tasas y tramos correspondientes empezarán a aplicarse.

¿Qué pagaremos por el impuesto de matriculación en 2022?

Para que te hagas una idea, si los coches que emitían hasta 144 gramos de dióxido de carbono no pagaban impuesto de matriculación, ahora, al superar los 120, comenzarán a pagar un 4,75 % de su precio. Esto significará una subida de precios en los coches nuevos que, según los cálculos realizados, rondará entre los 600 € y los 1000 € como media.

Claramente, no todos los vehículos estarán sujetos al mismo incremento, pues todo dependerá de las emisiones contaminantes de cada modelo. No obstante, tras el nuevo protocolo WLTP, muchos de ellos saltarán al siguiente tramo, dando lugar a una tasa más alta y a un precio de venta más elevado.

Con la prórroga, válida hasta el 31 de diciembre de 2021, los vehículos deberán hacer frente a las siguientes tasas:

• Hasta 144 g/km de CO2, la tasa del impuesto de matriculación será del 0 %.

• Entre 145 y 191 g/km de CO2, será del 4,75 %.

• Entre 192 y 239 g/km de CO2, la tasa alcanzará el 9,75 %.

• Por encima de 240 g/km de CO2, los usuarios abonarán el 14,75 %.

A partir del 1 de enero de 2022, la cosa cambiará y el impuesto de matriculación girará en torno a los siguientes porcentajes:

• Hasta 120 g/km de CO2: 0 %.

• Entre 121 y 159 g/km de CO2: 4,75 %.

• Entre 160 y 199 g/km de CO2: 9,75 %.

• Por encima de 200 g/km de CO2: 14,75 %.

Todavía es pronto para saber cómo influirá la subida en el número de ventas. Lo que parece estar claro es que, en las últimas semanas del año, existirá un incremento para tratar de evitar los pagos de más.