Durante el reciente salón de París, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Luca de Meo, CEO y Presidente del Grupo Renault. Habló sobre la situación de la industria europea, enfocándose en la demanda de la ACAE para retrasar la norma de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro hasta 2027 y el impacto de las marcas chinas en el mercado europeo.

Pregunta: ¿Cómo cumplirán las marcas con la normativa CAFE de la Unión Europea en 2025?

Respuesta: La clave está en vender coches eléctricos, adquirir créditos de otros fabricantes o cesar la producción de coches de combustión. Cumplir con el objetivo de la UE es casi una misión imposible en el actual entorno de ventas de eléctricos, que solo alcanza el 50% de las previsiones. Se debe negociar una flexibilización normativa. Hemos hecho esfuerzos para ofrecer vehículos eléctricos atractivos, aunque no hemos logrado fabricar coches eléctricos asequibles. La industria eléctrica tiene solo 10 años de existencia; exigir precios comparables a los de los Nokia contemporáneos a Steve Jobs hubiera sido irreal.

¿Renault está en una buena posición para alcanzar la media exigida?

Sí, contamos con una ventaja al tener modelos eléctricos compactos, gracias a una plataforma competitiva que permitirá vender el Renault 5 y el 4 a precios razonables, incluso el Twingo por debajo de 20.000 € en 2026. También somos el segundo fabricante en ventas de híbridos tras Toyota y hemos hecho una transición exitosa del diésel al híbrido. Nuestra posición es buena; con un mercado favorable, cumpliríamos el objetivo sin problemas.

La ACEA ha solicitado una moratoria de dos años. ¿Eso será suficiente?

Alcanzar los 93,6 g/km de CO2 en dos años es técnicamente posible. Estamos intentando convencer a la Comisión Europea, que ha estado inactiva desde las últimas elecciones. No tiene sentido penalizar a quienes han liderado la electrificación tras tantas inversiones. Las multas que podrían sumar 15.000 o 20.000 millones de euros desviarían fondos de la neutralidad de carbono.

¿Se podría retrasar la prohibición de coches de combustión en 2035 si se concede la moratoria?

Es probable. Si no logramos los objetivos en 2025, alcanzar los de 2035 será muy difícil, especialmente el intermedio de 2030, que requiere que la mitad de los coches vendidos sean eléctricos. Hay que hacer entender que todos en la industria apoyan la electrificación, pero el cambio no está funcionando como se esperaba.

¿Por qué hay resistencia al mercado eléctrico?

Los clientes prefieren híbridos. Algunos países cuestionan si los eléctricos son realmente de cero emisiones, ya que depende de la fuente de energía. La UE sigue sosteniendo que los eléctricos son cero emisiones; sin embargo, un Clio híbrido con emisiones de CO2 entre 90 y 92 g puede reducir significativamente la contaminación.

En el pasado salón de París, algunos medios españoles tuvimos la oportunidad de entrevistar al CEO y Presidente del Grupo, Renault Luca de Meo

Producción de coches eléctricos en España, ¿cuándo?

Actualmente, nuestras plantas en Francia pueden producir hasta 650.000 eléctricos al año, además de 150.000 en Eslovenia. No podemos trasladar producción a España hasta que aumentemos la fabricación de eléctricos. Esto no implica que las fábricas españolas estén en riesgo; están produciendo eficientemente.

¿Qué ventaja competitiva tienen los fabricantes chinos?

La clave está en la cantidad de personal y su metodología. Utilizan piezas disponibles en el mercado, trabajan en paralelo y emplean más tecnología digital. Hemos invertido en digitalización y ahora estamos aprendiendo a aplicar esos métodos para acelerar nuestro desarrollo.

Quejas sobre la falta de compromiso de Europa, ¿es cierta?

Sí, hemos visto que nuevas start-ups eléctricas sin coches en el mercado han obtenido grandes valoraciones, mientras que empresas consolidadas como Renault han tenido dificultades para atraer inversiones, encontrando solo interés de inversores extranjeros.

¿La normativa ha contribuido a esta situación?

Sí, la legislación ha favorecido a los fabricantes alemanes, lo que ha provocado que los coches sean más grandes y costosos. Como resultado, la gente no puede acceder a vehículos nuevos y muchos coches viejos permanecen en circulación.

¿Es necesario volver a los coches pequeños?

Los coches pequeños son esenciales para el equilibrio de la industria europea. Necesitamos fomentar su uso para que las ciudades sean más accesibles y sostenibles, y los europeos siempre hemos sido mejores en la fabricación de coches pequeños.

Renault ha apostado por eléctricos asequibles, pero han dejado de lado plataformas multienergía. ¿Por qué?

Nuestra estrategia es mantener dos gamas diferenciadas. Las plataformas multienergía son menos eficientes; al enfocarnos en plataformas eléctricas puras, reducimos costes significativamente, lo que se traduce en precios más bajos para los clientes.