Tras disfrutar de unas merecidas vacaciones, toca volver a la rutina; lo que hace que el síndrome postvacacional sea una realidad para muchos. La mayoría de los trabajadores han tenido esta sensación angustiante al menos una vez en la vida porque no es tan fácil retomar el trabajo después del relax del verano.
El estrés postvacacional es real y genera una serie de síntomas molestos (como cefaleas tensionales, insomnio y fatiga) que pueden repercutir en nuestra atención al volante.
¿De qué manera puede afectarnos?
Tal y como advierte la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, las consecuencias del síndrome postvacacional suelen ser: fatiga, estrés, dolor muscular, temblores, dolor de cabeza, ansiedad general, cansancio y falta de apetito, sueño o concentración.
Cuando aparecen estos síntomas, nuestras facultades físicas y psicológicas disminuyen, lo que puede traer consecuencias negativas al volante o, en casos graves, provocar accidentes de tráfico. Sin ir más lejos, la fatiga en la vía es una de las principales causas del aumento de la siniestralidad durante la época estival.
Reincorporarse al puesto de trabajo y volver al horario habitual puede venir acompañado de un estrés moderado. Sin embargo, a algunas personas les afecta más que a otras, llegando incluso a la depresión o a situaciones inesperadas, como problemas de pareja, con amigos o en el ambiente laboral.
Los signos de esta afección postvacacional pueden aparecer tan pronto como cuando conducimos de regreso a casa y no hay duda que supone un riesgo para la seguridad vial. Las manifestaciones más frecuentes al conducir se resumen en distracciones al volante, agresividad, irritabilidad, desconcentración y similares.
Tips para reducir los riesgos en la conducción ante el estrés postvacacional
Todas las sensaciones que percibimos tras el fin de las vacaciones forman un cóctel peligroso que podría manifestarse al volver a casa o en los días posteriores.
Afortunadamente, ¡no todo está perdido! Estos consejos te ayudarán a mantener el estrés a raya, especialmente cuando estés detrás del volante:
- Escucha música para activarte. Los horarios cambian durante y después de las vacaciones. Al volver a la rutina, nos cuesta acostarnos pronto para madrugar. Esta situación hace que el cuerpo no descanse apropiadamente y que, por las mañanas, no estemos 100 % preparados para coger el coche. Despeja tu mente con una ducha rápida y, al momento de conducir, pon tu música preferida para cargar las pilas. En Spotify tenemos playlists que pueden acompañarte en tus trayectos, no dejes de seguirnos .
- Elige una postura adecuada. El síndrome postvacacional suele dar lugar a dolores musculares que acaban afectando a la conducción. Por esa razón es muy importante adoptar una postura correcta en el coche. Ajusta el asiento y haz lo posible para que tus piernas y brazos estén relajados.
- Mantente hidratado, evita los atracones, disfruta del aire fresco y no hagas movimientos bruscos. El cansancio, las cefaleas y el dolor muscular pueden causar náuseas y mareos. Una buena hidratación, alimentación y oxigenación te ayudarán a mantenerlos bajo control.
- No te excedas con las bebidas excitantes. El estrés, la agresividad y la irritabilidad pueden agravarse ante un embotellamiento o atasco. Respira hondo, enciende la radio y sustituye el café por una infusión para tomártelo con calma.
- Ve con tiempo al trabajo. Prevenir las prisas al volante es clave para que el estrés postvacacional no se agudice. Es mejor salir con tiempo de casa para llegar puntual al trabajo. Así, estarás preparado para cualquier imprevisto.
¡No olvides también dedicarle un tiempo al ocio! El día tiene 24 horas que dan para mucho: no debes consagrarte al trabajo y olvidarte de ti mismo.