Finalmente, el Parlamento Europeo ha votado a favor del fin de los motores térmicos en la Unión Europea a partir de 2035. La propuesta de la Comisión de Medioambiente ha tenido su efecto en los parlamentarios a la hora de reducir la emisión de gases contaminantes en el parque de vehículos.

La iniciativa ha obtenido 339 votos a favor y 249 votos en contra, lo que significa que en 2035 únicamente podremos comprar vehículos nuevos de cero emisiones.

Neutralidad climática en 2050

Al mismo tiempo, se ha aprobado la reducción del 15 % en los niveles de gases de carbono de los vehículos térmicos nuevos en los próximos tres años. Una medida que alcanzará el 55 % en 2030 hasta llegar al 100 % en 2035. De ese modo, la Eurocomisión se manifiesta totalmente a favor de la propuesta de objetivos que la Comisión Europea planteó el pasado mes de julio.

El objetivo principal es frenar el calentamiento global con medidas eficaces que empezarán a cumplirse en breve. Tal y como aseguró César Luena, parlamentario del PSOE, el resultado obtenido es lo que hace falta para lograr la neutralidad climática en 2050; un proceso que consiste en equilibrar las emisiones de dióxido de carbono a través de la absorción natural del propio planeta.

Colectivos ecologistas aplauden la actuación

El cambio climático es una realidad manifiesta que nos preocupa y esta es la oportunidad para frenar su efecto que, hoy por hoy, parece imparable. Según afirmó Carlos Rico, responsable de electrificación en Transport & Environment, también es la oportunidad de terminar con la dependencia de la industria petrolífera y aportar seguridad a la industria automovilística para avanzar en la producción de coches eléctricos.

Actualmente, los precios de estos vehículos son muy elevados pero, al aumentar considerablemente la fabricación, el consumidor podría beneficiarse de un coste reducido. Así es como piensa la organización de transporte y medioambiente que ha participado activamente para obtener cambios positivos en la descarbonización total.

Críticas contra la votación

Transport & Environment ha hecho lo posible para influir en la decisión de los eurodiputados, y la noticia del apoyo del Parlamento Europeo ha sido muy bien recibida por la institución. Ahora bien, no todo el mundo piensa igual. Sin ir más lejos, el grupo VDA (Asociación Alemana de la Industria Automotriz) ha mostrado su desacuerdo con la votación.

Según afirman, no se ha considerado la falta de infraestructura de carga en la Unión Europea. Además, también han hecho referencia a la falta de oportunidades con respecto a los combustibles sintéticos. El Parlamento Europeo ha puesto su punto de mira en los coches eléctricos, rechazando cualquier otra opción como podría ser esta, que aún se encuentra en fase de iniciación.

Carlos Rico ha subrayado la necesidad de la propuesta de 2035, dejando a un lado las alternativas verdes como la gasolina sintética o e-fuels. Según su opinión, los combustibles sintéticos supondrían un derroche muy costoso, mientras que los coches eléctricos son una realidad que ya circula por nuestras carreteras. De ese modo, no habría que esperar tanto y sería la forma más económica, práctica y limpia para hacer posible la descarbonización.