El Gobierno da carta blanca al primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para impulsar el uso y fabricación del vehículo eléctrico. Según estima el Consejo de Ministros, la inversión pública y privada total del programa podría ascender en el futuro a los 24 000 millones de euros.
Al principio, el proyecto contará con una inversión inicial de fondos públicos de casi 4300 millones de euros; un monto que podría generar hasta 19 000 millones de euros en inversiones privadas. El objetivo principal del plan es simple: facilitar la transición hacia el vehículo eléctrico y conectado en España, desarrollando un ecosistema robusto de fabricación propia.
¿Qué son y cómo funcionarán los fondos del plan PERTE?
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado esta ambiciosa iniciativa en la Moncloa. El plan PERTE pretende movilizar un total de 24 000 millones de euros de 2021 a 2023. De esta cifra, 4295 millones saldrán de la Administración Pública con cargo a los fondos europeos Next Generation.
La primera inversión se destinará a varios propósitos esenciales:
- Impulso transformador de la cadena de valor del V.E.: 3160 millones de euros.
- Plan Moves III (planes de incentivos a la compra): 1100 millones de euros.
- Formación profesional: 21 millones de euros.
- Inversión en tecnología 5G: 14 millones de euros.
Lo que se pretende con la inversión pública es influir en el sector privado, algo que daría lugar a una inversión de 19 000 millones de euros para 2023. Si bien se trata de cifras mayores, son necesarias para cumplir con los objetivos marcados por Europa a favor de una movilidad sostenible y descarbonizada.
Nuestro país es el segundo fabricante de vehículos del continente y el noveno en todo el mundo; un liderazgo que piensa mantener tras la llegada de los coches eléctricos, híbridos y enchufables. Este gran proyecto podría pasar a la historia tras convertir a España en el centro europeo de la electromovilidad.
Además de tener efectos en el desarrollo, diseño y fabricación de motores eléctricos; también lo hará en la producción de baterías y pilas de combustible de hidrógeno, en la extracción de materias primas (como el litio), en la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico y en el mismísimo vehículo conectado.
El plan que transformará el país y la industria de la automoción
Sánchez estima que el plan PERTE elevará un 15 % del PIB en 2030 y generará empleo de cara a la industria auxiliar. De hecho, asegura que se pondrá en funcionamiento una academia para la fabricación de baterías, dando lugar a la formación de 150 000 personas que contribuirán con el desarrollo de estos dispositivos.
El coche eléctrico no es un producto sofisticado que solo unos pocos pueden permitirse. La percepción de la ciudadanía es una de las visiones que el jefe del Ejecutivo pretende cambiar. Esto coincide con las metas a favor de una movida sostenible: tener 250 000 vehículos eléctricos matriculados para 2023 y miles de puntos de recarga ubicados en toda España (entre 80 000 y 110 000).
En estos momentos, toda la industria se encuentra en un punto delicado. De hecho, el sector del automóvil ha sido uno de los más perjudicados por la pandemia, tanto así que los expertos no esperan su completa recuperación sino hasta el 2023.
El plan llega en un momento crucial porque podría provocar un impacto positivo en la economía española a través de la creación de más fábricas y proveedores; además de la generación de miles de puestos de trabajo.
La iniciativa ha contado con el respaldo de algunas asociaciones, como ANFAC, aunque estas también destacan la importancia de que se haga realidad con mayor celeridad.