Ha llegado lo que muchos estaban esperando: una batería que parece que va a revolucionar el mundo del motor gracias a su durabilidad. Se espera que con ella un vehículo pueda recorrer más de 1000 km sin realizar ninguna carga por el camino. Es decir, bastaría con una sola carga previa para salir a la carretera, cosa que ahora es inviable.
¿En qué consiste? Estas baterías trabajan con el oxígeno del aire. El electrolito está compuesto por elementos convertidos en nanopartículas. Se espera que este tipo de avances se pueda aplicar a aviones y camiones que recorren grandes distancias.
¿Por qué supone una revolución?
Hasta ahora no se había conseguido multiplicar la densidad de energía de las baterías. Tampoco superar los ciclos de carga y de descarga. Han sido unos investigadores estadounidenses quienes han logrado este triunfo. Todos ellos del Instituto de Tecnología de Illinois y del Laboratorio Nacional Argonne.
Rendimiento de la nueva batería
Esto supone que esta batería podrá almacenar una gran cantidad de energía en un espacio reducido. Además, un gran problema de las baterías actuales es su inestabilidad, cosa que no sucede con este prototipo. Poco a poco se consiguen superar las trabas y los límites de las baterías de iones de litio.
Durante la investigación se lograron alcanzar los 1000 ciclos de carga y de descarga. Incluso se espera superar estas cifras. Este avance hará que el mundo de la automoción alcance otro nivel. Igualmente, las baterías de litio-aire destacan por su alta densidad energética, algo de lo que carecen las comunes.
¿Cómo funciona esta batería de litio-aire?
La clave está en la celda de la propia batería. Esta tiene un ánodo de litio, un cátodo y un electrolito sólido de polímero cerámico. El electrolito sólido ocupa el lugar del líquido utilizado comúnmente y esto ayuda a prevenir los temidos sobrecalentamientos. Entre el ánodo y el cátodo se desplazan los iones de litio en las cargas y descargas.
Esta nueva batería también es revolucionaria porque es la que contiene más densidad de energía de todas. Los investigadores llevan décadas trabajando para conseguir una batería que funcione con oxígeno del aire. Además, al funcionar con aire no son necesarios depósitos de oxígeno para ponerlas en marcha.
Hacia la sostenibilidad
Su uso permitiría un nuevo concepto hacia la sostenibilidad, ya que facilitaría el camino hacia ella. Y, posiblemente, de su mano iría un mayor interés por parte del consumidor hacia los vehículos eléctricos. Recordemos que en España las ventas de este tipo de vehículos son muy reducidas en comparación con los diésel, por ejemplo.
El futuro de esta batería en la movilidad eléctrica
El proyecto todavía se está desarrollando, queda mucho por avanzar, pero el concepto es único hasta la fecha. Se considera una alternativa muy interesante y se espera que la investigación llegue a buen puerto para poder aplicarla al mundo del motor.
Todavía queda mucho por hacer. El gran reto es controlar tanto la estabilidad como la degradación. De todas formas, con ella los vehículos eléctricos podrían disfrutar de un mayor tiempo de conducción y de un mayor rendimiento. Su potencial es enorme.
Ahora queda la duda de si esta batería de última generación será capaz de preservar su eficacia después de miles de cargas y descargas. Además, todavía pasará un tiempo antes de que pueda comercializarse en el mercado. Aun así, se espera que sea útil para los vehículos eléctricos del futuro y para el transporte aéreo.