Las organizaciones ecologistas Greenpeace, Ecologistas en Acción, ECODES, Fundación Renovables y Transport & Environment han denunciado a través de un comunicado el bloqueo en la reforma de las etiquetas medioambientales por parte de la DGT y el sector del automóvil.

El pasado mes de julio se cumplió la fecha fijada para aprobar la actualización y, por el momento, nadie ha vuelto a proporcionar información al respecto. Las organizaciones afirman se han sentido ignoradas, no solo con respecto a su propuesta lanzada en el mes de abril, sino por la petición de participar en las reuniones celebradas.

Las mejoras propuestas por las organizaciones ecologistas

Tal y como han asegurado, su propuesta sobre las etiquetas medioambientales pretende actualizar los códigos del etiquetado para evitar las deficiencias e incoherencias del sistema actual. Su cometido es allanar el camino hacia una movilidad limpia y eficiente que vele por la calidad del aire y la salud de las personas sin poner en peligro los intereses empresariales.

La propuesta lanzada por las organizaciones ecologistas se centra en varios puntos importantes: reemplazar la etiqueta ECO por una nueva etiqueta D que englobaría a los vehículos híbridos, así como a los coches de combustible más modernos; e incluir las emisiones reales de CO2 de los vehículos.

La DGT y los fabricantes en contra

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Pese a que las organizaciones señalan que su reforma cuenta con la aceptación del Ministerio para la Transición Ecológica, se cree que los fabricantes automovilísticos están ejerciendo su influencia para dificultar su aprobación.

Tanto la DGT como el sector automovilístico argumentan que el sistema está bien como está y que modificarlo solo generaría dudas e incertidumbres entre los consumidores. Al respecto, el director general de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, dejó claro que esta reforma solo se haría efectiva si existía consenso entre ambas partes, algo que no parece que vaya a suceder.

Por el momento, la DGT ha paralizado el proceso por no llegar a un acuerdo, aunque las asociaciones denuncian que la paralización se debe a las presiones públicas provenientes de la industria del automóvil.

Los peligros de no actualizar el etiquetado medioambiental

Para estas organizaciones, no llevar a cabo la actualización del etiquetado actual supone un claro impedimento en el proceso de transición hacia una movilidad sostenible. También aseveran que la falta de transparencia y diálogo que ha generado la paralización de la propuesta podría acarrear dificultades en la descarbonización.

Según las instituciones ecológicas, esta situación podría poner en riesgo la mejora en la calidad del aire en las principales ciudades españolas y, por ende, la protección de la ciudadanía. Raquel Paule, directora general de la Fundación Renovables, aboga por una acción coordinada que permita avanzar hacia un futuro más sostenible y saludable.

Según Paule, si alzan la voz es para alcanzar una movilidad urbana con un etiquetado sensato y con criterio.

Apostando por una nueva movilidad urbana

Adrián Fernández, coordinador de campaña de Greenpeace, explica que es clave fomentar la movilidad limpia en las ciudades, así como reducir el vehículo privado en pro del transporte público. Según sus declaraciones, un buen sistema de etiquetado es fundamental en este proceso.

Por otro lado, Carlos Bravo, experto en políticas de T&E, cree que la DGT no debería suplantar el papel del Ministerio para la Transición Ecológica a la hora de establecer el sistema de etiquetas medioambientales.

En su opinión, el ministerio tiene potestad suficiente como para tomar cartas en el asunto, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.