La función principal del sistema LDW (Lane Departure Warning) es alertar al conductor del posible desvío del vehículo de su trayectoria. Este sistema forma parte de las medidas de seguridad activa con tecnología punta que la industria automotriz está promoviendo. Los últimos años se han normalizado en los vehículos.
Este tipo de medidas de seguridad tecnológicas pueden evitar accidentes o minimizar el impacto en una situación de emergencia. Otorgan a los conductores más control en situaciones de riesgo. Todo cobra más sentido si tenemos presente las principales causas de las colisiones, que son producidas por distracciones, errores puntuales o episodios de somnolencia.
La efectividad de estos sistemas es difícil de cuantificar, pero las pruebas demuestran que los accidentes disminuyen en los coches que lo llevan instalado.
¿Cómo funciona el sistema LDW?
Algunos sistemas LDW de mantenimiento se activan pulsando un botón, mientras que otros lo hacen automáticamente al encender el coche.
Un sistema de alerta de cambio de carril (LDW) se encarga de medir la distancia entre el vehículo y las líneas trazadas del carril. Avisa a los conductores si se acercan demasiado o a mucha velocidad a dichas líneas. El sistema ayuda al conductor a mantenerse en el carril controlando las marcas de longitud. Supervisa los indicadores de carril izquierdo y derecho del carril de circulación a través de una cámara. Por ello, para que el sistema funcione correctamente es necesario que las líneas estén trazadas con claridad.
Las advertencias al conductor podrán ser, luminosas, auditivas o mediante una vibración o señal háptica en el volante o en el asiento.
Principales inconvenientes del DLW
Algunos de los problemas que puede enfrentar esta tecnología tienen que ver con determinados factores externos. Los sensores pueden ensuciarse y ser sensiblemente menos efectivos; las marcas viales pueden resultar poco claras debido a un mantenimiento defectuoso o a los efectos del mal tiempo, principalmente con la presencia de barro o nieve. Los sensores infrarrojos también pierden efectividad si hay demasiada agua o hielo en la vía y hay altas dosis de luz natural.
Generalmente, la baja velocidad también implicará que el sistema LDW no se active para avisar de un posible desvío del carril, algo que condicionará especialmente el funcionamiento de esta tecnología en entornos urbanos.
Estos sistemas pueden dejar de funcionar como es debido, así que el conductor debe estar siempre atento al estado del vehículo y de la carretera.
Recomendaciones para los conductores
En primer lugar, es fundamental que el conductor no rebaje el nivel de alerta en la conducción y asuma la responsabilidad completa de tal cometido, dejando claro que no puede depositar toda la responsabilidad en un sistema tecnológico de seguridad que está concebido para ayudar a evitar accidentes. Existe el riesgo de que los conductores utilicen estos sistemas de forma incorrecta y dejen de prestar atención a la carretera, con la falsa sensación de autonomía del vehículo.
Los sistemas LDW pueden ser regulados y adaptados según las necesidades o preferencias del conductor. Dependiendo del vehículo, se podrá regular el grado de intensidad de los avisos (luminosos, auditivos o hápticos), activar el asistente en el momento idóneo, desde el comienzo del trayecto, por ejemplo, o se podrá desactivar en una carretera en la que el sistema no reconozca con claridad los límites del carril por una señalización deficiente.