Tal y como señalan algunos medios, los concesionarios de Cataluña tendrán que satisfacer de media unos 50 000€ cada año tras la creación de un impuesto nuevo. El tributo fue aprobado por la Generalitat en septiembre de 2020 y se aplicará a aquellos vehículos que alcancen un determinado nivel de emisiones de CO2.
Comprar un coche nunca ha sido una inversión asequible. No obstante, podría decirse que ahora será un poco más costosa, al menos si se compara Cataluña con el resto de las comunidades. Al parecer, los involucrados podrían verse afectados aún más, pues las cuotas que han de pagar podrían incrementarse en más de un 50 % el año próximo.
La crisis del sector aumenta
La industria del automóvil no está pasando por un buen momento y la imposición de este impuesto dificulta aún más las cosas. La escasez de microchips ha frenado la producción en muchas fábricas y la falta de nuevos vehículos en los concesionarios resulta alarmante.
Además, los compradores deben esperar meses para recibir su coche nuevo, lo que provoca incertidumbre en el consumidor. A todo esto, habría que sumar una nueva fiscalidad que equivaldrá a un pago de hasta 50 000 € anuales para los concesionarios con mayor volumen de trabajo.
Tasas a los vehículos contaminantes
Los titulares de vehículos contaminantes deberán hacer frente a la tasa correspondiente al ejercicio anterior, es decir, a 2020. No obstante, eso es solo el principio.
La Hacienda de Cataluña quiere aumentar las cuotas por las emisiones de CO2 a la atmósfera, llegando a superar el 50 %. De ese modo, estas serían las tasas que deberán abonar los vehículos más contaminantes en Cataluña para el 2022:
- Vehículos que emitan menos de 120 g/km de CO2, 18 € anuales (antes, no pagaban).
- Vehículos con emisiones entre 120 y 140 g/km de CO2, 35 € anuales (antes, 11 €).
- Vehículos con emisiones entre 140 y 160 g/km de CO2, 55 € anuales (antes, 24 €).
- Vehículos con emisiones entre 160 y 200 g/km de CO2, 79 € anuales (antes, 40 €).
- Vehículos altamente contaminantes que superen los 350 g/km, 313 € anuales (antes, 221 €).
¿Por qué los concesionarios se llevarán la peor parte?
Los concesionarios serán los más afectados al comprar su propia flota, lo que se denomina automatriculación. Nos referimos tanto a los vehículos que forman parte de sus operaciones de kilómetro 0 como a los que utilizan como uso interno, a sus modelos (fruto de exportaciones) y a aquellas compras que traten de evitar las multas asociadas a las emisiones de CO2.
La Hacienda catalana: sus errores e injusticias
La Federación Catalana de Vendedores de Vehículos de Motor (Fecavem) ha solicitado a la Generalitat que frene el impuesto asociado a las emisiones de CO2 al considerar que crea confusión entre los ciudadanos. Y es que, parece ser que este tributo se está cobrando a personas que han dejado de ser las propietarias del vehículo en cuestión o a aquellas que han sufrido la pérdida o robo del coche.
Se están dando una serie de errores en el cobro de este impuesto que es necesario corregir. Sin embargo, el registro de tráfico no se dedica a controlar y gestionar esta tasa, de ahí que todo resulte más complicado.
Incluso han aparecido empresas con equivocaciones en cientos de vehículos, de ahí que Fecavem haya pedido que el cobro se suspenda inmediatamente para evitar un perjuicio grave tanto para las empresas como para la ciudadanía en general.