Cuando escuchamos o leemos la palabra radar, siempre pensamos en los convencionales que sancionan cada vez que detectan un exceso de velocidad. Sin embargo, desde Francia han llegado a nuestro país los radares medusa, cuyo cometido no es multar por sobrepasar la velocidad, sino por el sonido que emiten los vehículos.
¿Cuál es la función de los radares medusa?
Estos radares han sido denominados así por su aspecto externo y, como ya hemos mencionado, su principal misión es sancionar a los coches que exceden la sonoridad permitida. Su tecnología es muy avanzada y llevan incorporados 5 micrófonos que perciben el sonido emitido por los vehículos.
Los radares medusa detectan diferentes ruidos y pueden escanearlos con mucha velocidad (10 veces por segundo como máximo). Al captar cualquiera de ellos que se salga de los parámetros establecidos por la normativa municipal, los radares emplean una cámara de 360º con la que graban al vehículo que lo ha provocado.
¿Cómo son los radares medusa?
Su nombre es muy curioso, pero se debe básicamente a los micrófonos empleados para localizar los sonidos que emiten los vehículos que tienen una forma bastante peculiar. De ese modo, el radar cuenta con varias puntas en forma de micrófonos sofisticados que analizan los decibelios emitidos por los vehículos que circulan por la vía.
Como ya hemos explicado, en cuanto uno de estos ruidos supera el nivel legalmente permitido, la cámara actúa para localizar al vehículo responsable. El objetivo es leer la matrícula para después hacerle llegar la multa al conductor.
Estos radares están sometidos a la ordenanza municipal y las multas se expiden cuando se sobrepasa el ruido permitido. Por ejemplo, en el caso de Francia, la sanción asciende a 135 euros cuando los vehículos que sobrepasan los 90 decibelios.
De momento, radares medusa solo en fase de prueba
Los radares medusa no son conocidos actualmente en nuestro país. La labor que ejercerán más adelante la llevan a cabo actualmente los agentes, cuyo objetivo es identificar a aquellos coche que superan el nivel de ruido autorizado. En estos supuestos, lo que hacen es expedir multas de 90 euros cuando la música es más elevada de lo permitido, o de 300 euros si el coche lleva incorporado un resonador en su sistema de escape.
Los conductores aún no han oído hablar de estos dispositivos porque solo se ha instalado uno en la carretera C-31, en Barcelona. Se trata de una fase de prueba para determinar si tendrán el mismo alcance de éxito que en Francia. De cualquier forma, todo parece indicar que dentro de muy poco tiempo se instalarán en las principales ciudades españolas.
El radar medusa en Francia
Tal y como señalan algunos medios, los radares medusa ya funcionan en diferentes localidades de Francia. Puesto que numerosos conductores suelen modificar sus coches, aumentando con ello su sonoridad, la finalidad principal de estos dispositivos es detectarlos.
Intentar detener este tipo de acciones es muy importante, pues provocan ruidos innecesarios que pueden perjudicar a infinidad de personas. Sin ir más lejos, desde Francia aseguran que una moto que no respeta el límite de ruido establecido, puede ser la responsable de despertar a miles y miles de personas mientras circula.
La Organización Mundial de la Salud también advierte al respecto, poniendo de relieve la amenaza que supone la exposición al ruido. Según dicha institución, exponerse a 85 decibelios durante 8 horas puede ser perjudicial, así como estar sometidos a 100 decibelios durante 15 minutos.