El Gobierno tiene prevista la creación de un consorcio público-privado para construir la primera fábrica de baterías para coches eléctricos en España. A la iniciativa se sumaron marcas tan consolidadas como SEAT-Volkswagen, Iberdrola, CaixaBank y Telefónica; aunque otras podrán unirse en el futuro. Así lo anunció Reyes Maroto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, en el 28.º Congreso Federal UGT-Fica.
La propuesta, enmarcada en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), tiene como objetivo garantizar el desarrollo de la infraestructura que se necesita para fabricar vehículos eléctricos competitivos dentro el territorio. ¿Cómo? Mediante la captación de fondos económicos procedentes de la Unión Europea.
Un consorcio abierto a otros socios
Se espera que la primera de estas fábricas se construya cerca de la planta de SEAT en Martorell, Barcelona. Según ha revelado Maroto, la inversión para este proyecto de movilidad eléctrica podría rondar los 5000 millones de euros.
Tal y como señala la ministra, al proyecto podrán unirse otros socios dentro y fuera de la industria automovilística española. El completo desarrollo del proyecto abriría el camino para que otras fábricas (no solo la planta de Martorell) se sumaran al enorme reto. De hecho, la idea es poner en marcha el plan en 2024 o 2025, momento en el que comenzaría la fabricación activa de vehículos eléctricos.
Cuando se dice que la fábrica de baterías estará próxima a Martorell (donde SEAT está desarrollando su planta para la producción de vehículos eléctricos) significa inequívocamente que las baterías no vendrán de China.
Un pacto que potenciará la economía y generará empleo
El firme compromiso del Gobierno es que España siga manteniendo un papel esencial en la industria del automóvil a nivel mundial. La movilidad sostenible es una apuesta clave para mejorar la calidad de vida y el bienestar colectivo en el futuro. Por esa razón, el consorcio estará dentro del primer PERTE; esto para acercarse a la meta de un vehículo eléctrico funcional y conectado.
Por su parte, Wayne Griffiths, presidente de SEAT, anunció hace algunos días que la compañía y el Gobierno habían tenido “discusiones bastante avanzadas”. La meta final es que la planta de Martorell pueda fabricar su coche eléctrico en 2024-2025.
SEAT ya había anunciado el año pasado una inversión de 5000 millones de euros en proyectos I+D; esto con objeto de invertir en equipos e instalaciones para electrificar sus vehículos. Por su parte, el Ejecutivo está dispuesto a participar en el proyecto, teniendo muy claro que España tiene capacidad suficiente para albergar factorías de gran relevancia como las que están siendo creadas en los países vecinos.
Tras el impacto en la economía por la COVID-19, la industria necesita un empujón con esta nueva fábrica de baterías. La solución se basa en la reindustrialización y modernización de las estructuras productivas que generan riqueza y empleos de calidad. España parece tenerlo claro y sus herramientas para mejorar la competitividad se centran en la investigación, la innovación y la sostenibilidad.
Para hacerlo realidad, la ministra defendió un Pacto por la Industria, argumentando que ya existía un borrador de bases que debía ser aprobado por el Foro de Alto Nivel de la Industria Española para ser remitido al Congreso.
El momento para abordar un pacto que contribuya a la estabilidad y a convertir a este sector en uno de los principales motores de nuestra economía ha llegado. Todo parece estar preparado para el cambio que se avecina. Incluso el anuncio del consorcio llegó tras conocerse la ampliación en 20 millones de euros del Plan MOVES II como estímulo para la compra de vehículos eléctricos.