Todos sabemos que, para circular por la vía pública, es obligatorio contar con una serie de documentos y de permisos, como pueden ser el permiso de circulación o el seguro del vehículo. No obstante, también hay que contar con la ficha técnica del vehículo, un certificado que nos va a identificar tanto a nosotros como a nuestro vehículo. Veamos en qué consiste.
En qué consiste la ficha técnica
La ficha técnica es un documento que incluirá una serie de datos referentes a nuestro vehículo. Se recibe en el momento de adquirir un coche nuevo, y su entrega y supervisión están al cargo del Ministerio de Industria.
¿Y qué datos aparecen en la ficha técnica? Pues allí encontraremos, por ejemplo, la marca y el modelo del vehículo, así como su denominación comercial. También figurará la matrícula y, por último, el número de bastidor. Este consiste en un código de 17 dígitos que ofrece, en realidad, información acerca de diferentes características del coche: sus medidas, la medida de sus neumáticos, información del motor, etc.
Cómo se traducen los códigos en la ficha técnica
Otro aspecto a tener en cuenta de la ficha técnica es el hecho de que, en ella, se utiliza una serie de códigos. Esto sirve para simplificar toda la información que se ofrece, aunque no siempre será fácil de entender.
Algunos de los códigos que encontraremos son los siguientes:
- A.1: Es el nombre del fabricante.
- A.2: La dirección del fabricante.
- D.1: La marca del coche.
- D.3: Su denominación comercial.
- E: Es el número de identificación del vehículo.
- J: Hace referencia a la categoría del vehículo.
- L.2: Este código es el de las dimensiones de los neumáticos.
- P.1.1: Es el número y la disposición de los cilindros.
- P.2: Aquí se indica la potencia del motor.
Para qué sirve la ficha técnica
Por supuesto, este documento es completamente obligatorio. Juega un rol importante en la seguridad vial, ya que contiene información crucial acerca de las limitaciones o las características técnicas del coche en cuestión. Y esto, a su vez, puede ayudar a prevenir todo tipo de situaciones de riesgo que podrían derivarse del desconocimiento de dichas características.
Por otro lado, los datos contenidos son necesarios durante la Inspección Técnica de Vehículos, ya que servirán como punto de referencia para que los técnicos se aseguren de que el coche cumple con los requisitos de seguridad. Por eso, si se realiza cualquier modificación en el vehículo, esta deberá quedar reflejada en este documento.
Qué hacer si se pierde
Si la ficha técnica de nuestro vehículo se deteriora o se pierde, siempre tenemos la opción de solicitar un duplicado de la misma. Por suerte, desde el 2015, todos los vehículos cuentan con una versión digital del documento, el e-ITV. Eso quiere decir que ya no dependemos únicamente de la versión física, y podemos consultarlo con mucha facilidad.
Por ejemplo, podemos descargar miDGT, la app de la Dirección General de Tráfico, para acceder a dicha información a través del móvil.
¿Y si queremos una copia en papel?
No obstante, es posible que todavía queramos obtener una copia física, ya que, como hemos dicho, es obligatorio contar con una. Si nos encontramos ante tal necesidad, hemos de saber que podemos solicitar un duplicado del documento en la misma DGT, un trámite bastante sencillo de realizar. Además, solo nos costará algo más de ocho euros, así que no será un desembolso demasiado grande.
Este duplicado será expedido por la propia DGT, aunque también puede encargarse la estación de la ITV. Esto dependerá del formato que tenga la propia ficha técnica.