Los coches de segunda mano pueden ser la opción perfecta para no tener que invertir tanto dinero como ocurre en la compra de un modelo nuevo. Sin embargo, pueden suponer un riesgo en lo que se refiere a su estado y en la forma de pago.

Si sientes la necesidad de cambiar de vehículo y te has decidido a apostar por un coche de ocasión, te mostramos diferentes formas de pago entre las que es posible elegir de acuerdo a tus necesidades e intereses.

Seis opciones para pagar un coche de segunda mano de forma segura

Es lógico sentir cierta inseguridad a la hora de comprar un coche usado. En el mercado podemos toparnos con estafadores, por lo que hay que tener cuidado para evitar ser timado y asegurarse de hacer un buen trato.

En este post vamos a explicar algunas de las formas de pago más seguras para evitar el fraude. ¡Toma nota de ellas!

Mediante transferencia bancaria

La transferencia bancaria es una de las opciones más cómodas y seguras. En primer lugar, el pago se queda registrado y, en segundo lugar, el dinero llega rápidamente a la cuenta del vendedor. Eso sí, conviene hacerlas a profesionales.

La transferencia bancaria no es apta entre particulares porque, una vez efectuada, el vendedor podría desaparecer y quedarse tanto con el dinero como con el vehículo.

En efectivo

Si finalmente decides pagar el vehículo en efectivo, debes considerar que, en el caso de profesionales, no podrás desembolsar más de 2.500 euros. Ahora bien, si la operación se lleva a cabo entre particulares, el límite asciende a 15.000 euros. Y si el comprador hubiera realizado pagos parciales en efectivo, su suma no deberá superar los límites anteriores.

Mediante cheque

Con respecto a esta forma de pago existen dos modalidades seguras y fiables:

  • En el cheque conformado, el banco retiene el importe total en la cuenta emisora para garantizar su cobro al comprador.
  • En el cheque bancario, la entidad bancaria actúa de emisor, asegurando así el cobro.

Las retenciones practicadas en ambos casos son diferentes. Los cheques conformados conllevan mayor riesgo al estar condicionados a posibles embargos o concursos de acreedores. Por tanto, la fórmula más fiable es el cheque bancario. Eso sí, para evitar caer en el fraude del cheque falso, es importante comprobar su autenticidad contactando con la entidad emisora.

Financiación a través de concesionarios

Los concesionarios suelen conceder financiaciones para pagar el coche a plazos, incluso algunos de ellos hacen descuentos importantes por entregar el coche antiguo. Asimismo, comprar vehículos de ocasión en empresas especializadas supone una garantía adicional que concede mayor seguridad.

Acuerdo con el vendedor para pagar a plazos

Entre particulares también es posible fraccionar los pagos, aunque no es común llegar a este tipo de solución. Por regla general, los vendedores particulares venden sus vehículos al contado.

Si finalmente la compraventa se efectúa a plazos, habrá que añadir una cláusula en el contrato que indique el número de plazos y la cantidad que el vendedor percibirá en cada uno de ellos, así como la forma de pago de los mismos. De esa manera, todo estará más claro y el vendedor podrá denunciar legalmente al comprador en caso de posibles impagos.

Formas de pago: recurrir a una entidad bancaria

El comprador también puede recurrir a una entidad bancaria para solicitar un préstamo personal especialmente concebido para hacer frente a este tipo de gastos. En este supuesto, es posible personalizar la forma de pago. Además, los clientes más fieles pueden llegar a disponer de préstamos preconcedidos que reciben en el momento.

Si el precio del vehículo es inferior a 3.000 euros, el pago también se puede efectuar con tarjeta de crédito. El cliente podrá escoger libremente el número de plazos y la cantidad que pagará cada mes. Ahora bien, los intereses y comisiones suelen ser mucho más altos que en el caso anterior.