Realidad virtual y formación en las fábricas se está convirtiendo en un duo dináminco. Algo que en sus comienzos se veía como prácticamente exclusivo de la industria del entretenimiento y de los videojuegos, se ha ido extendiendo a todos los sectores, jugando un importante papel en el desarrollo de la sociedad.

Por supuesto, la industria del automóvil es también una gran beneficiada por la realidad virtual. Ha visto en esta tecnología un buen apoyo para evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos, teniendo en cuenta los grandes desafíos a los que se enfrenta.

Así, por ejemplo, fabricantes como Audi, Nissan o Peugeot, entre otros, han encontrado en esta tecnología una manera de mejorar la experiencia de usuario en el concesionario; los clientes pueden, a través de unas gafas de realidad virtual, configurar el coche de forma individual y explorar los detalles más pequeños desde una perspectiva extremadamente realista, aun sin que el vehículo esté presente.

Con esto, se facilita la toma de decisiones, lo que impacta positivamente en el proceso de venta de los concesionarios, con un cliente satisfecho y, por tanto, todas las partes implicadas acaban ganando.

Los talleres son otro de los escenarios donde tiene sentido su uso, ayudando a los técnicos en sus reparaciones en tiempo real, así como las fábricas, donde gana fuerza el uso de la realidad virtual en formación.

Un buen ejemplo de ello es el caso de Iveco, que en su factoría de Valladolid ha puesto en marcha un proyecto de formación basado en realidad virtual, lo que ha arrojado muy buenos resultados.

Realidad virtual en las fábricas: el caso Iveco

La factoría de Iveco en Valladolid cuenta con el Nivel Oro del programa World Class Manufacturing (WCM) y es referente mundial de transformación hacia la industria 4.0. De hecho, el plan estratégico de esta planta, encargada de la fabricación del vehículo comercial ligero Daily y cabinas, está enfocado al desarrollo de sistemas tecnológicamente avanzados para la fabricación de vehículos industriales.

También hacia la versatilidad y adaptabilidad en los procesos productivos y a la reducción de los tiempos de respuesta ante las demandas de mercado. Sin olvidarnos, por supuesto, de la optimización de recursos energéticos.

Para lograr todo esto, los empleados son de vital importancia y es por ello que su formación es otra de las grandes responsabilidades de la compañía, que tiene que garantizar las mejores condiciones de trabajo posibles. ¿Y cómo cumplir con todo esto? Mediante realidad virtual.

En Iveco han sido pioneros en aplicar la realidad virtual en la formación de sus empleados, sustituyendo las formaciones de seguridad tradicionales por unas divertidas sesiones, donde la plantilla de la factoría pudo comprobar en primera persona los riesgos de no hacer un uso correcto del material de seguridad.

Así se aplica la realidad virtual en formación

Para ello, han creado dos escenarios de realidad virtual donde el trabajador experimenta una realidad inmersiva. El primero de ellos refleja un puesto de trabajo de la sección de montaje y otro de la sección de carrocería, que reproducen a la perfección esas zonas de la fábrica. En la primera fase, el trabajador lleva a cabo su trabajo con los EPIs: equipos de protección individual, gafas, guantes de kevlar, etc.

En la segunda fase, lleva a cabo la misma actividad, pero sin los equipos de protección individual; es decir, la persona experimenta qué se siente, por ejemplo, si se hace un corte en la mano al no ponerse los guantes o si se lo proyecta una partícula metálica al ojo por no llevar las gafas.

La sensación que se produce es muy fuerte, aunque como es evidente, no hay daño físico real. A través de un experimento de neurociencia, realizado junto a la Universidad de Valladolid, se monitorizó a una serie de voluntarios mientras usaban realidad virtual. Pudieron comprobar que sus constantes vitales registraban cambios.  

Beneficios de usar realidad virtual en formación

Son muchos los beneficios de la realidad virtual en formación en las fábricas. El primero de todos es que se reduce el tiempo de formación frente a un método más tradicional, lo que mejora la productividad.

Por otro lado, el correcto uso de los equipos de protección individual aumentó en un 100%, con un 93% más de efectividad respecto a una formación al uso. En la encuesta de satisfacción posterior, los participantes quedaron satisfechos por haberse divertido, compartiendo una jornada de trabajo diferente con sus compañeros.

“La media de satisfacción en las formaciones tradicionales es de en torno al 63%, pero con este proyecto, esta cifra ha aumentado a un 85%”, apuntan desde la compañía.

Teniendo en cuenta esto, Iveco seguirá usando realidad virtual en las fábricas. En IVECO Madrid ya tienen varias aplicaciones de experiencia virtual, de gran ayuda para diseñar puestos de trabajo, actuar ante un derrame químico, mejorar la gestión del tiempo, etc.

Y en la fábrica de Bourbon-Lancy, en Francia, se han desarrollado este tipo de formaciones aplicadas a la fabricación de motores. El siguiente paso, es aplicar realidad virtual en reorganización de almacenes y fomentar el reciclaje

Por tanto, la realidad virtual -con el innegable auge de la inteligencia artificial– se postula como un interesante nuevo integrante de la industria del motor. No solo haciendo de la experiencia laboral algo más distendido, sino también ayudando a las empresas a generar un ambiente más tecnológico, seguro y productivo.