Según los estudios más recientes, los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (conocidos por sus siglas como ADAS) son capaces de reducir de forma notable el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico.
De instalación obligatoria para cualquier vehículo nuevo que se homologue en el mercado europeo, los ADAS están formados por un conjunto de tecnologías de protección activa cuya misión es la de apoyar al conductor, mejorar la seguridad e intervenir en determinados momentos. Y su uso, por supuesto, puede ser muy beneficioso para todos.
Los principales ADAS con los que cuentan los coches
Como ya hemos visto, los ADAS están formados por un conjunto de soluciones tecnológicas muy innovadoras que se han integrado en los vehículos actuales con el objetivo de mejorar la seguridad del conductor y de sus pasajeros, pero también la de los demás ocupantes de la vía. Así, la variedad de funciones que ofrecen es muy amplia. Algunas de las principales son:
- Asistencia a la frenada de emergencia: Este sistema aplica los frenos de forma automática, aun cuando el conductor no intervenga, con el objetivo de evitar o minimizar las consecuencias de una colisión.
- Sistemas de vigilancia del conductor: Incluye un conjunto de sensores que se encargan de detectar si el conductor está distraído o somnoliento.
- Asistente inteligente de velocidad: El sistema avisará al conductor cuando este no responda ante distintas situaciones de tráfico. Incluso puede detener el coche en una zona segura, de ser necesario.
- Aviso de cambio involuntario de carril: Una función de gran utilidad que supervisa la posición del coche y avisa al conductor en el caso de que se desvíe de su carril.
Estos y otros sistemas se engloban en diversas categorías: sistemas de ayuda a la conducción, avisos de precolisión, intervenciones precolisión, intervenciones postcolisión o asistencia de aparcamiento. Además de su gran utilidad en diversas situaciones, los ADAS han demostrado ser capaces de contribuir a la disminución del número de accidentes, así como a mitigar su gravedad.
El correcto uso de los ADAS salva vidas
Las cifras no pueden ser más claras. Se estima que el empleo de los ADAS puede reducir el número de víctimas mortales en accidentes automovilísticos en casi un 30%.
Asimismo, la correcta utilización de estos sistemas sería capaz de prevenir cerca de un 40 % de dichos accidentes, un porcentaje elevado y bastante prometedor. Y no estamos hablando únicamente de evitar decesos: también se pueden reducir otras lesiones innecesarias.
Estos resultados, pues, parecen justificar la gran inversión que se ha realizado para poner en marcha estos sistemas. Según se prevé, el uso generalizado de los ADAS en los vehículos supondrá un gran empujón en lo que a seguridad vial se refiere y, a lo largo de los próximos 30 años, podría llegar a evitar cerca de 250.000 muertes en total. No obstante, todavía existen ciertas dudas en lo que a la implementación global de los ADAS se refiere. Así, aunque las cifras son muy prometedoras, no son definitivas en absoluto.
España, un país de vehículos antiguos
En este contexto, por ejemplo, podemos comprobar que España es un país que va un paso atrás con respecto a otros mercados. La antigüedad media del parque automovilístico ronda los 14 años, lo que se significa que la mayoría de vehículos de nuestras carreteras son modelos envejecidos que, por supuesto, no cuentan con ADAS. Si a esto le sumamos un mantenimiento que no es todo lo óptimo que deberíamos esperar, podemos afirmar que todavía estamos lejos de cumplir los objetivos.