El Gobierno español cerró, el pasado 23 de diciembre, una reforma fiscal que ha costado semanas de dura negociación con sus grupos asociados. El proceso, no exento de estrategias y malabarismos, se ha convertido en un duro pulso para contentar a todo el mundo, aunque al final parecen haberse llegado a determinados consensos. Y uno de ellos guarda relación directa con el precio del combustible. Parece ser, pues, que no habrá nuevo impuesto al diésel, al menos por el momento. Y es que, igualmente, desde Hacienda se trabaja para su futura aprobación.

Sin aumentos por un tiempo

Al parecer, el Ejecutivo ha comenzado a trabajar para obtener los apoyos necesarios para la aprobación de la subida fiscal para el diésel, esperada por unos y temida por otros. Se trata, al fin y al cabo, de una medida que llega impuesta por la Unión Europea, aunque parece ser que todavía tendremos un tiempo de respiro.

De momento, es importante tener en cuenta que el impuesto al combustible se traducirá en un aumento más que sensible para las arcas públicas, con ingresos de más de 1000 millones de euros.

Una medida tumbada varias veces

El impuesto al diésel ya se ha enfrentado a varias barreras en el pasado. En noviembre, por ejemplo, dicha medida ya fue tumbada por parte del Congreso y de la Comisión de Hacienda. Y el pasado 23 de diciembre, al no poderse incluir la tasa al diésel en el último decreto de final de año, ha vuelto a ser tumbada, aunque era algo que ya se esperaba.

No obstante, solo se trata de eso, de una prórroga. El Ministerio de Hacienda espera contar, a lo largo del próximo año, con los apoyos que se necesitan para poner en marcha la medida. Y, por parte del Gobierno, se sigue negociando con los demás grupos con el objetivo de lograr los votos necesarios para llevar el decreto, una vez más, al Congreso. Así, es cuestión de tiempo que la medida vea la luz verde, algo que se espera que ocurra hacia primavera.

Cómo afectará la subida a los consumidores

El Gobierno se muestra optimista para lograr la aprobación de la subida fiscal al diésel. No obstante, la pregunta que hay que hacerse ahora es cómo afectará esto a los propietarios de vehículos de gasóleo.

Según las previsiones realizadas por el Ministerio de Hacienda, dicha medida equipararía el precio del litro de diésel al que tiene el litro de gasolina. Así, los cálculos realizados por parte de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) establecen que hablaríamos de un gravamen de 40,069 céntimos por litro, siendo actual de 30,7 céntimos. A esto, además, hay que añadir el IVA, con lo que obtendríamos un precio total de 11,33649 céntimos por litro repostado.

Excepciones dentro de la tasa al diésel

Hay que resaltar que la subida a la tasa de hidrocarburos para el diésel solo afecta a la península y a las islas Baleares. Al menos de momento. Por lo tanto, quienes vivan en otras regiones españolas, como Ceuta, Melilla o Canarias, no se verán afectados y podrán disfrutar de los precios actuales.

Del mismo modo, la subida fiscal no tendrá en cuenta el gasóleo B, que es empleado tanto por agricultores como por transportistas. El gasóleo C, destinado a la calefacción, podría estar exento. De este modo, cuando por fin se implemente el incremento en el precio del combustible, solo afectará al gasóleo A, empleado en los coches particulares tipo diésel.