Si bien es cierto que la normativa CAFE que conocíamos hasta el momento, establecida en 2020, sirvió para revolucionar el sector de la automoción y para darle un fuerte empujón al segmento de los vehículos electrificados, la Unión Europea parece haber decidido que no era suficiente. Y es que, según se ha informado, el límite de emisiones de CO₂ tendrá que bajar, a partir de 2025, a 93,6 gramos, una diferencia de 21,5 gramos que puede suponer un auténtico bache para algunos fabricantes.
Lo que establecía la normativa CAFE hasta ahora
Ya hace un tiempo que la industria automotriz se ha volcado, de una forma u otra, en un proceso de cambio. Esto se ha debido, en parte, a las novedades que ha traído la tecnología, pero también a una necesidad medioambiental que no se podía seguir ignorando. Por eso, la llegada del vehículo electrificado ha supuesto un antes y un después que ha impulsado el desarrollo de nuevas fórmulas de transporte competitivas a la par que ecológicas. Y eso, a su vez, ha permitido que la Unión Europea pueda ser más exigente en lo que a límites de emisiones se refiere.
Así, la conocida como normativa CAFE (es decir, Emisiones de Combustible Medias Corporativas) establecía, hasta ahora, un límite de 115,1 gramos de CO₂ por kilómetro, cifra que ningún vehículo puede superar y que es responsabilidad de los fabricantes. No obstante, esto está a punto de cambiar.
Un nuevo límite que no todos pueden asumir
La Unión Europea ha establecido que, a partir del próximo 2025, estos límites de emisiones han de verse reducidos de forma sensible. Concretamente, han de bajar a 93,6 gramos de CO₂ por kilómetro, un recorte que, además, es de obligatorio cumplimiento. Eso quiere decir que los fabricantes que no cumplan esta nueva medida podrían tener que enfrentarse a multas millonarias.
Este límite, además, solo se mantendrá vigente hasta 2029, ya que entonces descenderá hasta los 49,5 gramos. Esta será la última reducción establecida hasta el 2035, año en el que se implementará una política restrictiva de 0 gramos. Es decir, esto supondrá el fin de los vehículos de gasolina o diésel.
Algunos fabricantes solicitan que se retrase esta medida
La última actualización de la normativa CAFE, claro está, no ha contentado a todo el mundo. Por eso, la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles) ya ha solicitado que se retrase el cumplimiento de la reducción de emisiones hasta el año 2027.
Con esto, esperan poder disponer de más tiempo para adaptar los nuevos vehículos que se fabriquen y para hacer un mayor trabajo a la hora de captar el interés del público en lo que a coches cero emisiones se refiere. Esto serviría para reducir las emisiones, tal como solicita la Unión Europea, pero para ello necesitan tiempo.
La posición de Stellantis frente a esta normativa
Esta, no obstante, no parece ser la opinión generalizada de todos los fabricantes, aunque hay matices en todas las posturas. Por parte de Stellantis, por ejemplo, se ha afirmado que retrasar la llegada de la nueva medida no sería lo más conveniente. Al fin y al cabo, todo el mundo habría tenido tiempo para prepararse y ya se conocían las reglas del juego.
No obstante, el actual CEO de Renault, Luca de Meo, ha afirmado en entrevistas que alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea, a día de hoy, resulta casi imposible. Por eso, según él, el Ejecutivo europeo debería otorgar un poco más de flexibilidad a los fabricantes.venta (kilómetro cero o automatriculaciones), normativas locales (cero emisiones), promociones de modelos ecológicos y multas para fabricantes.