Los últimos años han sido bastante convulsos a nivel económico, reflejándose claramente en la venta de coches. A los efectos que la pandemia ha dejado tras de sí hay que sumar las preocupaciones propias de la inflación y un aumento en los costos de endeudamiento. Todo esto, por supuesto, ha tenido un efecto sensible en el comportamiento de los clientes, pero también en sus expectativas e incluso en sus tendencias de compra.
Así, los concesionarios se ven obligados a adaptarse a las perturbaciones de un mercado cada vez más cambiante si lo que quieren es hacer frente a la incertidumbre económica y mantener su nivel de ventas.
Estado actual de la venta de coches en el sector automovilístico
La situación económica actual ha tenido diversos efectos en el sector. Así, encontraremos el primer ejemplo en el impacto sobre el precio de los automóviles. Debido a la escasez de inventario derivada de varios problemas en la cadena suministro, se ha producido una inflación de precios que el consumidor ya ha notado. De hecho, se estima que el precio del automóvil nuevo promedio habría aumentado más de 8.000 euros desde finales del 2019.
No obstante, esto no ha conseguido que disminuya el interés de los compradores para adquirir vehículos nuevos. Aun así, el crecimiento de las tasas de interés ha contribuido a que los clientes se vuelvan más cautelosos.
Hay que poner en valor precios transparentes y competitivos
Una respuesta a las nuevas dificultades que afronta el sector, pues, es que los distribuidores se centren en dar al comprador la certeza de que va a obtener una oferta competitiva. Los precios deben ser transparentes, y han de destacarse ofertas combinadas como, por ejemplo, las que ofrecen paquetes de servicios, garantía adicional o accesorios para el vehículo.
¿Cuáles son las preferencias de los compradores?
Para mantener el nivel de ventas, los concesionarios también necesitan tener en cuenta otros factores. Así, prestar atención a las preferencias de compra de los usuarios, y adaptarse a sus expectativas, será el modo de conseguirlo.
En este sentido, los clientes de hoy en día esperan poder disfrutar de una experiencia de compra que resulte lo más flexible posible. Asimismo, las compras en línea han ascendido en su nivel de prioridades, así que poder elegir entre comprar en tienda o a través de internet será muy relevante. Un concesionario debe ser capaz de brindar los dos servicios con la máxima eficacia, lo que incluirá recorridos virtuales, pruebas de conducción en casa y la posibilidad de realizar transacciones en línea mediante contratos electrónicos.
Hay que estar al día acerca de los vehículos más demandados
Aunque las camionetas ligeras y los SUV siguen siendo algunos de los modelos más demandados, los concesionarios han de estar al quite de las nuevas tendencias. En la actualidad, después de todo, hay compradores que comienzan a preferir vehículos más pequeños y económicos para compensar la subida de precios. Por eso, los distribuidores deben tener estos aspectos en cuenta y, de este modo, podrán trabajar con inventarios destinados a un público más atento a cómo gasta su dinero.
La retención de clientes cobra gran importancia en la venta de coches
Atraer a nuevos compradores sigue siendo importante, claro está, pero la retención de clientes se ha vuelto más crucial que nunca. Así, los concesionarios necesitan ser capaces emplear diversas técnicas de marketing en este aspecto. Ofrecer programas y descuentos de fidelidad, por ejemplo, servirá para este fin y permitirá fomentar la satisfacción del cliente.
Otras posibles acciones a llevar a cabo será llegar a los clientes con recordatorios de mantenimiento o encuestas, pero también la realización de ofertas especiales. Así, se fomentará la repetición de compras y se creará una identidad de marca más sólida y confiable.