Según se supo hace pocos días, el hasta ahora presidente ejecutivo de SEAT, Wayne Griffiths, parece haber decidido abandonar su puesto y la compañía. La noticia, por supuesto, ha pillado por sorpresa a muchos dentro y fuera de la empresa y, de momento, Griffiths ya tiene sustituto interino, aunque su marcha deja a la marca en una situación de incertidumbre.

Una decisión inesperada

El anuncio saltaba el pasado 31 de marzo y, desde entonces, ha supuesto un gran revuelo dentro del Grupo Volkswagen. Y es que, el hasta ahora presidente ejecutivo de las marcas SEAT y Cupra, Wayne Griffiths, hacía oficial su decisión de dejar la compañía para, según él, perseguir nuevos retos.

Este anuncio ha resultado desconcertante dentro y fuera de la empresa. Después de todo, no hace tanto tiempo que, durante la presentación de los resultados financieros del pasado año, Griffiths había afirmado que el puesto que ocupaba entonces era el final de su carrera. También había comentado que, si dependía de él, seguiría allí hasta la entrada de Cupra en el mercado estadounidense. Su reciente decisión, no obstante, deja todo esto en manos de quien ocupe su lugar.

¿Quién lo sustituirá?

De momento, todavía no se sabe quién será el sucesor definitivo de Griffiths. No obstante, ya se ha elegido a Markus Haupt, vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística de SEAT, para que lidere la entidad española de forma interina.

Los aranceles, un tema pendiente

Aunque Wayne Griffiths solo llevaba cinco años en la compañía, no queda duda de que ha dejado una huella profunda. Su paso por SEAT, al fin y al cabo, ha dejado los resultados financieros más favorables de la historia, batiendo récords en lo que a facturación (más del 2,9 %), beneficio operativo (más del 5,8 %) y flujo de caja (más del 2,3 %) se refiere.

No obstante, su marcha también deja en el aire un tema importante en el que estaba trabajando. Y es que SEAT todavía espera la respuesta de Bruselas a su propuesta de pactar un precio mínimo a la hora de importar el Cupra Tavascan. Esto tendría como objetivo amortiguar el impacto de las tasas del 20,7 % impuestas desde el octubre pasado.

Si no se limitan las tasas, el ejecutivo ya había advertido que deberían tomarse algunas medidas, que van desde rebajar la producción hasta retirar el SUV del mercado. Eso haría daño en la planta de Martorell, donde podrían peligrar hasta 1500 puestos de trabajo.

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Una situación de incertidumbre

Dentro de la propia plantilla, la noticia ha resultado igual de sorprendente, y lo cierto es que deja la empresa en una situación de incertidumbre total. Hasta ahora, la hoja de ruta parecía clara, y tenía la producción de cuatro vehículos eléctricos urbanos en las plantas de Martorell y Landaben como primer reto. Pero esa situación, claro está, podría verse afectada con el futuro cambio en la presidencia. De momento, parece que el nombramiento de Markus Haupt de forma interina ha sido bien acogido, aunque se pide que dicha situación sea lo más breve posible.

Se necesita estabilidad

La actual, aunque ayuda a salvar los muebles, no es la situación ideal. Y es que, al parecer, Haupt no estaría preparado para afrontar las importantes decisiones de carácter estratégico de los próximos meses. Una cosa es gestionar el día a día, pero otra es tomar decisiones de gran calado, motivo por el que se necesita un sucesor definitivo.

Así, la estabilidad de SEAT pasa, sin duda, por encontrar a la persona idónea para el puesto. Y esta debe ser capaz de impulsar el proyecto, tal como hacía Wayne Griffiths, siguiendo las bases que había puesto Luca de Meo, y que el hasta ahora presidente había reforzado y potenciado.