Caprichosos
Sabemos que son diferentes, pero no por ello dejan de ser dos interesantes opciones para quien guste de un tipo de coche deportivo, potente compacto, ágil y con marcada personalidad. Y no me negaréis que tanto el Mini Paceman como el Audi S1 que hoy tenemos en nuestras manos reúnen esas cualidades. Ambos son las versiones más potentes -exceptuando el exclusivo y ya inaccesible A1 Quattro del que aquí tenéis la prueba en video-, los dos disponen de tracción total y ambos muestran un claro perfil deportivo aunque tienen su propia personalidad y características que les hace distanciarse un poco entre si.
Qué duda cabe de que ambos son coches “de capricho” que nos llevarán a disfrutar de sus cualidades y a sentirnos un poco “diferentes” y, eso, nos gusta. El Mini John Cooper Works Paceman tiene bajo el capó un 1.6 turbo con inyección directa y sistema de distribución variable Valvematic, que también se utiliza en el resto de versiones JCW de la marca y que ofrece 218 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 280 Nm entre 1.900 y 5.000 rpm.
Su rival, el nuevo Audi S1, está dotado de un 2.0 turbo de inyección directa, admisión variable y doble árbol de levas, que le permite ofrecer una potencia de 231 CV a 6.000 rpm, con un par máximo de 370 Nm entre 1.600 y 3.000 rpm, en ambos casos con cambios manuales de seis relaciones. Pero de los motores hablaremos más adelante. Veamos ahora un poco como son por fuera y por dentro.
Atractivos
Cada uno con su estilo, ambos tienen una estética deportiva -el Mini más que el Audi- y un carácter racing que estamos seguros agradará a un sin fin de posibles clientes. El Paceman, versión John Cooper Works, destaca frente a sus hermanos menos potentes en lo que a estética se refiere, por su menor altura al suelo -la suspensión deportiva con muelles y amortiguadores más enérgicos rebaja 10 mm la altura libre-, por el faldón delantero, por los bajos laterales y alerón posterior, por la parrilla específica, por las llantas de aleación ligera de 18 pulgadas y por los logotipos que le identifican.
Su rival también presenta diferencias estéticas respecto al resto de A1. El frontal es algo más agresivo gracias a unas entradas de aire más pronunciadas y llamativas, al color gris platino de la parrilla Singleframe con el logo S1 y a los nuevos faros de xenón plus -de serie-, que le proporcionan un novedoso “dibujo” de la luz diurna. Las taloneras angulares intensifican su perfil y el pequeño alerón trasero, las dos dobles salidas de escape, el difusor y el diseño de las ópticas traseras con efecto tridimensional, dan personalidad a la zaga de S1. De todos modos, hay que decir que, en mi opinión, su estética general no deja entrever su verdadero carácter deportivo.
Desde dentro
Situados en el interior, el diseño del habitáculo del Mini demuestra su apellido JCW y su exclusividad. Pese a ello, no se aleja en exceso del “sello Mini” con el típico salpicadero y el cuadro de instrumentos -con el habitual “reloj” central-, que incluye la pantalla del navegador-. El ambiente es el propio de un coche deportivo y así lo demuestra el volante con costuras de color rojo y logotipo de John Cooper Works, el velocímetro -que indica hasta 260 km/h-, el cuentarrevoluciones con esferas oscuras, la palanca de cambios con costuras de color rojo y los asientos deportivos con tapicería textil. Opcionalmente, se puede adquirir con asientos deportivos de piel.
Los dos asientos posteriores son independientes y permiten que sus ocupantes cuenten con un espacio razonable. Los respaldos de los asientos posteriores son abatibles por separado y permiten ampliar el volumen del maletero de 330 a 1.080 litros.
Dentro del Audi las cosas no cambian mucho en lo que a estilo se refiere y también ofrece un aire deportivo. El cuadro de instrumentos, bien definido por dos grandes esferas separadas por la pantalla del ordenador de a bordo, marcan la línea del tablier donde se encuentra la pantalla en color del MMI y las salidas de aire -ya típicas- de tipo turbina.
La consola central alberga la botonería de la calefacción, del sistema de navegación MMI, la palanca de cambios y dos huecos porta-objetos. El volante multifunción de piel, los pedales deportivos, el revestimiento negro en todo el habitáculo y los asientos deportivos, no dejan lugar a dudas de que estamos sentados en un coche con alma deportiva. Opcionalmente se puede disponer de unos asientos con reposacabezas integrado. Las plazas traseras son justas -especialmente en altura- y la capacidad de carga puede pasar de 210 a 860 litros. En este sentido, y en la comodidad de los pasajeros traseros, el Paceman lo supera claramente.
Lo que llevan
Como podéis imaginar ambos llegan bien equipados de serie y, además de algunos elementos que ya hemos comentado, no faltan los de seguridad con seis airbag, anclajes ISOFIX, controles de estabilidad, de tracción y de frenada en curva, dirección asistida variable, control de crucero en el Mini, faros de xenón plus en el Audi, sistema para arrancar en rampa en el Paceman, distribución de frenada electrónica, suspensión deportiva y tracción total.
En cuanto al confort, disponen de asientos deportivos, volante multifunción, acceso fácil en los asientos delanteros del Mini, climatizador, sistema Start/Stop y sensor de lluvia en el S1 -opcional en el Mini-. Si hablamos de multimedia, el Audi ofrece ocho altavoces de serie por los seis del Mini, conexiones auxiliares, Radio MINI Boost CD MP3 y Radio MMI con CD MP3 en el Audi. De serie, las llantas de aleación son de 17” en el Audi y de 18” en el Paceman. Pero veamos lo que tendremos que pagar si no queremos quedarnos ahí.
Lo que no llevan
El resto es todo opcional, y se puede acceder a ello mediante paquetes que ambas marcas ofrecen. En el S1 los principales son el MMI navigation plus que está formado por los conectores de USB e iPod, control por voz, instalación básica de Bluetooth, reproductor de DVD, navegador MMI y disco duro para música (20 GB). Tiene un coste de 2.825 €. En lo que respecta a la imagen, podremos elegir el Paquete estético interior quattro, que se compone de tapicería de cuero "Napa fina", volante deportivo de tres radios en cuero con emblema S y costuras de contraste, apoyabrazos de puertas en cuero y napa fina con costuras, asientos deportivos S con respaldo en negro, rojo o amarillo, consola central en negro rojo o amarillo y salidas de aire en negro brillante con aro rojo. Todo el paquete cuesta 2.060 €
Para la imagen exterior el que lo desee podrá optar por el Paquete estético exterior quattro -los nombres son muy explícitos- formado por pinzas de freno en color rojo, spoiler trasero, faldón delantero específico, faros de xenón con franja roja y llantas de aleación 7,5 x 18 (225/35) de 5 radios diseño S en contraste negro mate. El conjunto nos costará 1.590 €. Por el paquete de aparcamiento acústico, delantero y trasero, tendremos que pagar 800 € y si queremos control de velocidad, 320 €.
En el Mini también podemos recurrir a los “paquetes” si queremos aumentar el equipamiento. Los más completos son el Paquete Chili con iluminación del vano de los pies delantero, intermitentes en blanco, paquete de compartimientos, iluminación de acceso en las puertas, luces de lectura delanteras, alfombrillas, parasoles con espejos de cortesía iluminados, lavafaros, sensor de lluvia, faros Bi Xenón, iluminación centrada en el guarnecido interior, iluminación en revestimiento de puertas y raíl central portaobjetos. ¿Su precio? 1.270 €.
Más. Paquete Wired. Con él tendremos radio MINI Visual Boost, control por voz, conexión USB, conexión Bluetooth, pantalla de 6,5" en salpicadero y navegación. Su coste es de 1.813 €. El Paquete City nos propone el control de distancia trasero de aparcamiento y retrovisores antideslumbrantes, calefactados y plegables eléctricamente, limpiaparabrisas calefactados y alarma antirrobo por 989 €.
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En ambos coches deberemos abonar aparte el techo solar eléctrico del Mini -1.077 €- y el panorámico de cristal del S1 -1.120 €. Lo mismo ocurrirá si queremos cambiar de llantas, de tapizado, de color, de decoración etc. De serie, el Audi S1 Sportback cuesta 34.975 € y con el equipamiento mencionado 42.525 €. El precio del Paceman JCW es de 39.000 € y con unas cuantas “cositas” se va a 42.890 €. A la postre, precios similares entre ambos.
Al lío
Entremos ya en lo que más nos gusta. Conducirlos y disfrutarlos. No es ningún secreto que la diferencia de potencia -218 CV para el Paceman y 231 CV para S1- otorga cierta ventaja al Audi. Si a eso le añadimos los 60 kg de sobrepeso del Mini -1.415 para el S1 y 1.475 para el Paceman-, la situación se pone de maravilla para el pequeño Audi. Pero en ocasiones los datos no son tan determinantes y queríamos comprobarlo.
Vaya por delante que, como hemos dicho al inicio, sabemos que son coches diferentes pero los dos coinciden en un carácter deportivo, en ser ágiles, algo exclusivos, con un precio similar, como hemos visto anteriormente y, ¡qué caray!, también en que son dos cos coches de capricho. Pero retomemos el asunto. Decíamos que queríamos ver si las cifras tenían razón y para ello los metimos en nuestra pista de pruebas habitual, es decir, el circuito de Parcmotor en Castellolí, donde pudimos exprimirlos al máximo. Eso sí, primero hicimos unos buenos kilómetros por carretera.
Cómo te harán disfrutar
Os lo aseguro. Cualquiera de los dos nos devolverá, en cierto modo, la sensación de conducir un coche con carácter deportivo, pese a disponer de todos los controles habituales. Los cambios manuales, precisos y rápidos, la agilidad de movimientos, especialmente en el S1 y unas suspensiones firmes -aunque en el Mini nos gustaría que fueran bastante más duras-, lo hacen posible.
Al Audi le han modificado la suspensión y la dirección. En el eje trasero monta un sistema independiente de cuatro brazos en lugar de la barra de torsión que monta el resto de la gama A1 y ha recibido un reglaje específico de la dirección asistida electromecánica para lograr un guiado más preciso. Y desde luego, han logrado un comportamiento exquisito.
En carretera, el S1 es muy eficaz por su motor pero también por su chasis. La dirección es rápida, precisa y sensible, la agilidad del conjunto fantástica, el tarado de suspensión muy firme -seguramente demasiado duro para algunos- y la capacidad de tracción en zonas poco adherentes, fenomenal.
Por su parte, el Paceman ofrece también un comportamiento ejemplar, pero no llega a la “fluidez” general de su rival. Su mayor envergadura y peso, junto a un tarado más blando de suspensión, le hacen ser menos efectivo en curvas lentas y enlazadas. En zonas estrechas, parece necesitar “más carretera” para “redondear” el viraje y la respuesta bastante más tenue de su propulsor, a bajo y medio régimen, no le permiten seguir el ritmo de su rival.
El S1 acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 y el Paceman utiliza un segundo más. Pero no sólo por eso es más lento. Lo es por el peso, por la respuesta del motor y por una suspensión que no permite que se le extraiga el máximo cuando forzamos. Afortunadamente, goza de una buena tracción y de unos frenos potentes y resistentes que permiten una conducción al ataque.
Además de su mayor ligereza y menor volumen, el Audi dispone de un motor con una respuesta “bestial” a medio régimen, que hace muy difícil, no sólo que el Paceman le siga el ritmo, sino que otros supuestos rivales lo consigan. Los consumos no son bajos, desde luego, y de los 7,1 litros de media que habla Audi para el S1 y los 7,4 litros del Mini, nada de nada. Nosotros siempre estuvimos sobre los 9 litros. Y si quieres saber el límite de cualquiera de ellos practicando una conducción deportiva, utilizando el cambio y aprovechando lo bueno de sus motores, prepárate para ver consumos con dos cifras de manera habitual.
En Parcmotor a por todas
Hasta llegar al circuito de Castelloli, las cosas estaban claras. El S1 se había mostrado superior en carretera. Era previsible que también lo fuera en circuito. Sí, ¿pero cuanto? Personalmente pensaba que el Paceman “podría pelear” con el Audi y que la diferencia no sería muy grande. Pero me equivocaba. Aunque el Mini me gustó mucho en un trazado difícil para él, el S1 lo superó claramente. Para que no fuera una cuestión de sensaciones hicimos un par de giros cronometrados con cada uno y los resultados fueron aplastantes. 2'07” 02 para el S1, 2'11” 00 para el Paceman. ¿Previsible?, sí pero quisimos comprobarlo.
El S1 se mostró imbatible gracias a su fantástico motor -en la zona media del cuentarrevoluciones es demoledor- y a un comportamiento muy eficaz. Si bien el inicio del viraje es algo -muy poco- subvirador, superada la entrada, es muy neutro, estable y permite un paso rapidísimo. En curvas rápidas -muy al límite- desliza de las cuatro ruedas y trasmite una sensación de seguridad notable. En zonas más lentas, si lo deseamos, podremos “mover” la zaga “jugando” con el gas. En definitiva, sorprendentemente eficaz y muy difícil de batir.
Pero nada de ello desmerece a un Paceman, sin duda, menos preparado para rodar en un circuito. Su menor potencia, una respuesta mejorable a bajo y medio régimen -pero buena en la zona alta del cuentavueltas- y un tarado de suspensión blando para pista, lo limitan frente al Audi. Pero da la cara inscribiéndose de maravilla en los virajes -en el inicio mejor que el S1-, aprovechándose de su buena estabilidad en las rápidas, y de unos frenos potentes y resistentes a al fatiga. No podemos decir lo mismo de los del S1 que demostraron poca resistencia en conducción al límite en circuito.
A la postre, una gran experiencia con dos coches que trasmiten, que te hacen disfrutar conduciéndolos y que te permiten sentirte especial. ¿Qué con cuál me quedaría? Con el S1. No, con el Paceman, ¿o mejor el Audi…? No lo sé, los dos me encantaron. Y es que, en realidad, soy un caprichoso…
Que mala es la envidia