Cuando el lujo no lo es todo
No sólo las berlinas de representación germanas son las mejores para disfrutar de los placeres para aquellos que la vida los trata muy bien. Jaguar y Lexus son dos buenos ejemplos de buena compañía en auténticas "suites rodantes" donde conductor y pasajeros son agasajados con todo tipo de detalles. Si el modelo británico elude a su propulsor V8 de 400 caballos para lograr unas prestaciones de auténtico deportivo en este auténtico "dandy" británico, la vanguardia nipona queda del lado del Lexus a cargo del híbrido más potente y rápido del mundo, cuyos dos motores aúnan 445 caballos. Un deslumbrante enfrentamiento donde deportividad y ecología se baten el cobre en un interesante duelo
El segmento de las berlinas de prestigio atraviesa un momento complicado dada la incertidumbre económica por el que atraviesa el sector automovilístico y donde el constante crecimiento de los todocaminos recreacionales más conocidos por SUV suponen una amenazante alternativa. Por ello las marcas agudizan su ingenio en la búsqueda de propuestas que engorden sus exiguas ventas, que reportan grandes beneficios. Cada cual dentro del segmento "Premium" marca su tendencia a la hora de desenvolverse en el sugestivo universo de las distinguidas berlinas de "altos vuelos". Desarrollado por la división deportiva de Jaguar, el XJR es la máxima expresión de la exquisitez británica muestra una actitud dinámica y de fuerte carácter bajo sus bellas y moldeadas formas y le dota de un buen equipamiento tecnológico como para dar rienda suelta a su brutal empuje. Y ya que estamos en el terreno tecnológico qué mejor ejemplo que el Lexus 600h. Se trata de la única berlina de representación con motorización híbrida del mercado, que combina un V8 térmico con un motor eléctrico en perfecta sintonía para reducir al máximo el consumo y las emisiones contaminantes. Tampoco se ha olvidado el grado de sofisticación que demanda un segmento como este, dotándole de tal calidad y refinamiento que nada tiene que envidiar ni a su rival, el impecable XJ.
Relájese y disfrute De puertas para adentro se nos abre un universo de confort y lujo interior en un habitáculo donde conductor y sobre todo, pasajeros traseros son agasajados con todo lujo de detalles. Vayamos por partes, el hecho de que el Lexus obtenga mejor nota no sólo es cuestión de habitabilidad interior, que no de capacidad de maletero donde el XJ se muestra superior a su rival con 460 frente a los justos 330 litros del LS debido a la situación de las baterías. Salvando este pequeño inconveniente del maletero, el modelo de Lexus nos ha gustado más. No olvidemos que el potencial cliente de este tipo de vehículos valora en gran medida el grado de confort en las plazas traseras y aquí el modelo nipón se impone de manera clara no sólo por disponer de un mayor espacio interior, fruto de su mayor longitud y batalla. Aunque para ser justos deberíamos haberse escogido también el Jaguar con carrocería larga como su rival para partir con las mismas posibilidades. Por ello no podemos ser ventajistas. Donde sí es taxativamente superior es en la mayor confortabilidad de todos y cada uno de sus asientos, puesto que a diferencia del Jaguar donde sólo los delanteros cuentan con regulación eléctrica y son calefactables, en el Lexus son eléctricos en sus cuatro plazas, contando las traseras con varios programas diferentes de masaje neumático encaminados a convertir su espacio en un ingenioso SPA de resultados gratificantes. Más aún en el asiento trasero derecho, que puede reclinarse hasta 45 grados y cuenta con un confortable reposapiés completamente replegable. Dicho asiento se repliega combinándose con el asiento delantero para dar un mayor espacio.
¿Quién da más? Pero el lote de agasajos no acaba aquí sino que continúa en ambos modelos con cortinillas laterales y traseras - toda eléctrica en el Lexus y sólo en la cortinilla trasera en el Jaguar -, un reproductor independiente DVD en plazas traseras con pantalla a color - replegables y de 9 pulgadas en el modelo nipón y fijos y de siete pulgadas en el británico - y teléfono. Equipamiento que en el 600h va más allá al completarse con un equipo de sonido Surround con canales envolventes. Delante chofer o conductor - según se quiera utilizar por su adinerado propietario - tienen ante sus ojos todo un universo tecnológico que abruma por la cantidad de botones que ponen en funcionamiento diversos sistemas como los controles de audio, climatización, navegación, asistente para el aparcamiento o el control de velocidad de crucero adaptativo, que controla la distancia con el coche precedente. Sin embargo, el Jaguar va un paso más adelante en el posicionamiento al volante con los pedales ajustables. Detalle que el modelo de Lexus compensa con volante calefactable, toda una grata sorpresa en los fríos días invernales. Si el nivel de confort alcanza cotas estratosféricas no es para menos el de seguridad. En el Jaguar a la más que notable dotación de airbags con los frontales, laterales y de cortina para las plazas delanteras y traseras, se suma el denominado "airbag de peatón", que protege a estos en caso de atropello, ya que utiliza el propio capó como colchón. A toda esta batería se añaden los controles de tracción y estabilidad, además de los faros bixenón y antinieblas. Incluso los asientos delanteros cuentan con sistema de absorción de impactos.
600h, "cum laude" en seguridad El modelo de Lexus alcanzar niveles de matrícula de honor con nada más y nada menos que 12 airbags de serie, entre los que se incluyen dos de rodilla, el sistema de seguridad de precolisión de impactos - como su rival -, al que añade de serie el Sistema de Supervisión del Conductor mediante una cámara que analiza los movimiento de la cabeza del conductor accionando los frenos con suavidad al detectar la más mínima distracción. Dichos sistemas se completan con el Control de Estabilidad Avanzado (VDIM), los controles de aceleración y repuesta y el sistema de tracción inteligente, que dan un plus más en seguridad respecto a su contrincante. A todo ello se suma los faros bixenon, además de las luces antiniebla. Vale, vale está claro que no todo es lujo en esta curiosa forma de enfrentar prestaciones y consumo en un idéntico listón, ya que también tiene mucho que ver lo que se encuentra bajo los respectivos capós de nuestros protagonistas. Aquí ambos utilizan mecánicas V8 pero con distintos propósitos sin dejar de lado el terreno de las prestaciones, muy a tener en cuenta entre los propietarios de este tipo de vehículos. Frente a la vigorosidad y deportividad del Jaguar propio del carácter intrínseco de los modelos bautizados con la sigla "R" en Jaguar tenemos la templanza y silencio del motor híbrido ecológico del Lexus. En cualquier caso, cada uno de los contrincantes propuestos sorprenden con ingeniosas soluciones técnicas que pasamos a comentar.
El V8 del XJR, músical celestial para los oídos El XJR recurre en su V8 de 4,2 litros, al igual que el resto de las versiones "R" de sus distintos modelos, a un compresor volumétrico Eaton Roots, equipado con dos intercoolers o intercambiadores de calor -, que se encargan de sobrealimentar de aire a las cámaras de combustión. La utilización de esta tecnología en lugar del más conocido "turbo" es que permite ganar potencia y par de un modo más lineal a lo largo de todo el margen de revoluciones. Este es debido a que el aire sobrealimentado por el compresor volumétrico se realiza de un modo más proporcional al régimen del motor, ya que una polea es la que se encarga de moverlo en las cámaras de combustión y no los gases de escape como ocurre con los motores turbo. Por su parte, el 600h de Lexus combina el motor V8 de cinco litros y 394 caballos con un motor eléctrico de 221 caballos. El modelo japonés sorprende por su silencio en marcha y la grandiosa capacidad del motor eléctrico para proporcionar su par máximo (300 Nm a 4.000 rpm) a bajas revoluciones. Mientras su rival anglosajón se muestra como un motor poderoso y agradable de conducir - cualidad que también despliega su rival - y que se muestra capaz de pegarte al asiento nada más volcar el pié sobre el acelerador. Aunque sin lugar a dudas para los que sean unos verdaderos megalómanos del sonido que emiten los motores a través de sus escapes, el Jaguar gana con contundencia, pus hace girar las cabezas antes de que haya pasado, sin que además sea un problemas en el interior del habitáculo, puesto que con las ventanillas subidas es prácticamente imperceptible. Analizados en términos prestaciones uno y otro modelo apenas recae una diferencia de velocidad a favor del modelo de Jaguar, que sale vencedor en las mediciones por una diferencia que podíamos considerar irrelevante. Claro que tanto derroche de energía repercute en los consumos - una lastre inherente al modelo británico - con una abultado gasto real de poco más de tres litros -10,8 litros/100 km del 600h frente a los 14,1 litros/100 km del XJR -
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Cuestión de cambio En cuanto a las transmisiones se refiere las diferencias tecnológicas se acrecientan en mayor medida, pues si el XJR recurre a un caja ZF de seis velocidades con guiado de la palanca en línea o a través de las levas dispuestas en el volante, el Lexus utiliza un variador contínuo que permite bloquear la retención en ocho posiciones, para aprovechar el freno motor cuando lo necesitemos. De tal manera que sólo basta preseleccionar el modo más adecuado a la hora de acelerar - deportivo, normal o firme deslizante - y aplicarnos con el acelerador y el volante, dejando los engranajes de cada uno de los desarrollos a cargo del cerebro electrónico, que dispone esta gran berlina. En el manejo de los mismos observamos en el modelo británico un buen funcionamiento tanto en los procesos de reducción como de aceleración, aunque su gestión sorprende por la manera en la que se reduce de marcha nada más acariciar el pedal del acelerador en modo normal, pues en el deportivo este proceso aumenta su virulencia logrando con ello una mayor sensación de deportividad. Mientras el LS 600h la aceleración es tan lineal, constante y sin fisuras que el cambio entre desarrollos es prácticamente imperceptible debido a un software que se encarga de ocultar debidamente tal proceso. Frente a la configuración mecánica clásica del XJR, con motor delantero y propulsión trasera, aunque con un buen reparto entre pesos (45/54%), el 600h recurre a la tracción total permanente para equilibrar en carretera un peso en báscula nada ligero (2.400 kilos).
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Viajar en primera clase Sobre la marcha y sin lugar a dudas el Lexus es el más agradable a la hora de desenvolverse en ciudad y circular por carretera. Esto es así por su sensacional silencio en marcha y su excelente regulación electrónica de la amortiguación con la posibilidad de elegir entre dos grados de dureza. Sin embargo su excesivo peso y su propio reparto entre masas acaban pasando factura cuando la carretera se retuerce y las curvas lentas se suceden haciéndole ser más torpe e impreciso que su rival a la hora de tolerar los constantes cambios de apoyo, a pesar de contar con una sofisticada dirección eléctrica y suspensión, además de su rígido chasis. El XJR es como su rival un auténtico devorador de kilómetros y en carreteras abiertas hasta fácil de conducir, si tenemos en cuenta la caballería que esconde bajo su capó. En este sentido es un coche muy agradable de conducir y con un comportamiento muy logrado, pues se sujeta de forma ejemplar transmitiendo muy buenas sensaciones al volante, salvo por una dirección que no informa todo lo que nos gustaría de lo que acontece en la carretera. Como su rival también cuenta con suspensión neumática con amortiguadores pilotados "CATS" con dos tarados diferentes, activándose automáticamente el más enérgico cuando el vehículo detecta que se está realizando una conducción más deportiva. Cuando la carretera se retuerce sólo las dimensiones juegan en su contra, además del bajo perfil de unos generosos neumáticos sentados en llantas de 20 pulgadas, cuyo bajo perfil hace que su capacidad de absorción se resiente cuando el firme se encuentra bacheado. Los frenos de uno y otro modelo nada que objetar ofreciendo tanto en uno y otro modelo un comportamiento intachable tanto en el tacto del pedal como en el aguante de los mismos. Aunque es el XJR quien destaca en este sentido, pues sus cuatro discos ventilados con pinzas Teves logran una mejor y más pronta respuesta. Estamos ante dos coches muy diferentes aunque encuadrados en el mismo segmento de las berlinas de lujo, pues ambos se encuentran disponibles con dos carrocerías de diferente longitud y distancia entre ejes, que se reflejan en el espacio disponible para las plazas traseras. Después de todo lo visto nuestra elección sería el Lexus 600h ya que su tecnología, nivel de prestaciones con consumos ajustados, seguridad y calidad de acabado le convierten en una de las berlinas de representación más confortables, silenciosas e interesantes del mercado, que además se preocupa por le medio ambiente. No obstante también me ha seducido el Jaguar y ¡de qué manera!, pues ofrece mayores sensaciones la volante que su rival, al que no le tiene nada que envidiar en su impecable habitáculo. Juzguen y determinen si su elección coincide o no con la nuestra.
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