Porsche Cayenne Diésel contra Volkswagen Touareg Bluemotion

Enfrentamos a dos de los SUV con más glamour del mercado. Comparten chasis y motor, pero se dirigen a un público algo diferente. En estas últimas versiones, con motor V6 de 245 CV, se han mejorado numerosos detalles.

Comparten propulsor, chasis y, prácticamente, prestaciones. Sin embargo, al gran público pueden parecer diferentes. El Porsche apuesta por la imagen, el glamour y por el supuesto estatus que representa ser propietario de uno de los vehículos de esta marca. El Volkswagen, aun siendo marca de reconocida solvencia, "viste un poco menos" que su rival aunque es tan efectivo como él. El Touareg, sin ser económico, permite disponer de las mismas prestaciones que el Porsche con un precio más contenido. Los dos disponen de un motor V6 3.0 turbodiesel de 245 CV con un par máximo de 550 Nm, que los convierten en dos vehículos capaces de ofrecer todo aquello que el usuario espera. Pese a nos ser unos TT puros, ambos se defienden en este aspecto gracias a la electrónica, unas buenas soluciones en lo que respecta a suspensiones y tracción y a la respuesta del propulsor. Son coches llenos de detalles para poder viajar con gran comodidad en familia.

En ambos casos nos encontramos con versiones mejoradas respecto a sus predecesores. Los motores que comparten, son ahora de 245 cv. Se han optimizado las suspensiones, están dotados de un nuevo cambio automático/secuencial de 8 relaciones y se han mejorado los sistemas de tracción. Unos avances que se hacen extensivos a otros detalles y componentes de estos dos SUV de alta gama.

Como no podía ser de otro modo en vehículos de este nivel, los interiores están pensados para hacer muy cómoda la vida a bordo. Ambos ofrecen unos asientos confortables, multirregulables y con un buen espacio para sus ocupantes. Ahora, el Cayenne dispone de más espacio gracias a la distancia entre ejes, 40 milímetros más larga en la parte posterior.

La banqueta trasera es algo más confortable y los reposacabezas delanteros y traseros se pueden ajustar individualmente. Los respaldos de la banqueta trasera pueden abatirse por separado, se pueden desplazar y el respaldo es regulable. Los asientos con ajuste eléctrico de ocho posiciones son de serie y permiten regular la altura y la inclinación de la banqueta, la inclinación del respaldo y la posición longitudinal. Son extremadamente confortables. El paquete de memoria para el asiento del conductor, la calefacción en los asientos delanteros y traseros y la ventilación de éstos es opcional.

El renovado diseño interior mantiene la línea de la marca, pero con mejoras en pos de la funcionalidad. La nueva consola central aglutina prácticamente todos los mandos del vehículo y a la pantalla táctil con toda la información y el navegador. El cuadro de instrumentos es "marca de la casa" pero muy bien integrado en la nuevas líneas del habitáculo. Como es habitual, una larga lista de elementos opcionales pueden "llevar" a nuestro Porsche al lujo extremo. Algo similar ocurre con el Touareg. Además de un diseño revisado de su interior, también gana espacio en las plazas delanteras, traseras, y en el maletero (no olvidemos que comparten plataforma). Las delanteras son amplias y, como ocurre con su rival de hoy, son confortables aunque menos lujosas que en el Cayenne.

De todos modos, el Touareg está bien dotado de serie en cuanto a confort ya que no le falta el navegador con pantalla táctil de 6,5", volante de cuero multifunción, sistema de control de la velocidad de crucero, apoyabrazos central delante y detrás, apertura del maletero automática, climatizador bizona (ajustable individualmente), apoyabrazos central delante y detrás y banqueta trasera modular y desplazable longitudinalmente y, sobre todo, el Area View con cuatro cámaras de video aportan una visión perimetral (360 grados) en la pantalla.

Igual que ocurre con el Porsche, el Touareg tiene una buena lista de opciones con las que podemos hacer el vehículo tan confortable y eficaz como queramos (o podamos). Ambos disponen de una buena capacidad del maletero con las cinco plazas ocupadas pero es el Porsche el que vence con sus 670 litros de capacidad frente a los 580 litros del Touareg.

En nuestra opinión, cualquiera de los dos se muestra muy efectivo sobre asfalto gracias a sus propulsores y, sobre todo, a una estabilidad y guiado excelentes. Pero también fuera de las carreteras se muestran capaces de desenvolverse con soltura más allá de una simple pista. En todo ello tienen mucho que ver las suspensiones y los sistemas de tracción que presentan soluciones mejoradas y, desde luego, muy efectivas.

El Touareg ofrece el sistema 4Motion (la básica con diferencial intermedio y menor peso) y el opcional 4xMotion con diferencial central, reductora y mayor capacidad de ascensión. La versión básica dispone también de un sistema de bloqueo de diferencial electrónico (EDS) en los dos ejes y un programa "Off road" que ajusta el ABS, EDS y ASR al modo TT, activa el sistema de descensos y actúa sobre el cambio. Con el 4XMotion, además de disponer de la reductora, la distancia al suelo es mayor, el depósito de combustible pasa a ser de 100 litros en vez de los 85 litros, dispone de un mando para modificar en 5 posiciones el reglaje de conducción y, opcionalmente, está disponible un bloqueo del diferencial del eje trasero con opción de bloqueo del 100 %. Por su parte, el Porsche no ofrece la posibilidad de disponer de reductora ya que gracias al nuevo sistema PTM (Porsche Traction Management), el Cayenne dispone de una tracción total permanente con diferencial central autoblocante. El PTM tiene también diferencial automático de freno (ABD) para mejorar la tracción, un control automático de tracción (ASR) y el sistema de asistencia para descensos PHC (Porsche Hill Control). Los dos coches han sido puestos a dieta y se ha rebajado el peso total, mejorando sus prestaciones dinámicas.

No es difícil deducir que son parecidos. Mismo motor, mismo chasis, casi las mismas dimensiones y el prácticamente el mismo peso (dependiendo de las versiones y el equipamiento). Pero al final, no hay ningún coche igual que el otro, ¡ni siquiera de la misma marca y modelo! Cada uno tiene un tacto, una respuesta de motor, el tacto del pedal de freno... siempre hay diferencias. Y nuestros protagonistas no son una excepción. Para este enfrentamiento, ambos disponían de suspensiones neumáticas y a los dos se les puede variar la altura y la firmeza de los amortiguadores con los programas Confort, Normal y Sport. Nada que decir en cuanto a los motores que, si bien no son "explosivos", cumplen con creces con las expectativas de cualquier usuario de un vehículo de estas características. Además de haber mejorado en prestaciones puras, han rebajado las cifras de sus antecesores tanto en consumo (7,4 litros para el Cayenne y 7,2 litros para el Touareg), como en emisiones de Co2 (195 gr/km el Porsche y 189 gr/km el Volkswagen. No olvidemos que estamos hablando de coches de más de dos toneladas y de casi cinco metros.

Con esas premisas, debemos decir que en asfalto son una maravilla y que en zonas tipo autopistas y carreteras rápidas es un placer conducirlos. En zonas más viradas sorprenden por su efectividad y desparpajo ante los virajes. Cierto que el cambio de apoyos es algo "pesado" y que, pese a disponer de unos buenos frenos, debemos pensar en detener todos esos kilos entre curva y curva. Pero lo cierto es que son mucho más efectivos de lo que en un principio parecen.

En nuestra opinión con la suspensión en modo "normal", el Touareg nos pareció algo más vivo y ágil que el Porsche. Por el contrario, el Cayenne en modo "Sport" se hace con las riendas del enfrentamiento. Fuera del asfalto, el Touareg dispone de la reductora, aunque el Porsche se defiende con su sistema PTM. Ambos están limitados por los neumáticos.

Es la conclusión a la que se llega después de probarlos. Los dos ofrecen prestaciones similares. Quedarse con el Porsche es escoger el glamour y el lujo, sin olvidarnos de la efectividad. Decidirnos por el Touareg significa beneficiarnos de un precio mejor, un buen equipamiento de serie y unas prestaciones como las de su rival. El cliente de Porsche está acostumbrado a las grandes prestaciones y a la potencia y, pese a que en términos de efectividad no lo necesita, quizá un propulsor más potente para el Cayenne Diesel estaría más en línea con el espíritu de la marca. Si te ha deslumbrado la imagen y el buen hacer del Porsche deberás abonar 67.575 €. Si por el contrario, el Touareg es el elegido te costará 61.950 €, siempre partiendo de los equipamientos de serie. Si los equipamos, las diferencias aumentan claramente a favor del Touareg.