La pérdida de adherencia con el asfalto es uno de los peligros con el que podemos encontrarnos los conductores cuando conducimos con hielo o nieve. Por fin llegó el frío y hay que estar preparados para ponernos al volante ante circunstancias climatológicas adversas. En este artículo te vamos a dar interesantes consejos para conducir con hielo y nieve.
Unos neumáticos en buen estado son claves para garantizar el mejor agarre pero también te ayudará a no deslizar el ABS o freno antibloqueo, el control de tracción, el ESP o control de estabilidad… Si tu coche cuenta con ayudas a la conducción, ¡úsalas!
Consejos para conducir con hielo o nieve
La mejor recomendación que podemos darte es no coger el coche cuando las carreteras están nevadas o con hielo o hay previsión de que así sea. Y si no tienes más remedio, atent@ a esos consejos:
Aumenta la distancia de seguridad. Los expertos recomiendan aumentarla en cuatro veces con respecto a la distancia habitual. Recuerda que con el pavimento mojado disminuye el coeficiente de rozamiento y aumenta significativamente la distancia de frenada. Sobre hielo, el vehículo puede llegar a necesitar hasta 10 veces más espacio para detenerse, según explica la Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas (FCNAE).
Reduce la velocidad: la falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h, se salga de la vía en una curva con hielo.
Todas las maniobras hay que realizarlas con mucha más suavidad y de manera progresiva, sin brusquedades.
No hay que frenar sino levantar suavemente el pie del acelerador y dirigir el volante hacia el lado al que se desvía la parte trasera del coche.
En el caso de que se acumule mucha nieve lo más recomendable es circular por las roderas que haya dejado otro vehículo y a baja velocidad. En cambio, si la nieve no es muy abundante es mejor circular junto a las roderas pero no por encima, es decir, de forma paralela al trazado. Según explican desde FCNAE, "los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves (sólo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que sólo frena dos ruedas)".
Con las cadenas puestas no superes los 50 km/h ni circules por terrenos sin nieve o hielo.
Al conducir sobre hielo: el conductor tiene que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad, en definitiva, la conducción debe ser suave.
Si tu coche tiene ABS: la frenada debe hacerse con la máxima potencia para que la capacidad del neumático con poca adherencia sea máxima.
Si tu coche no tiene ABS tendrás que intentar llegar al máximo de la frenada pero poniendo cuidando para que no se bloquee el neumático. Conocer este límite sólo es posible con formación práctica y experiencia, por lo que, si tienes la oportunidad, siempre es recomendable hacer un curso de conducción.
En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera, será aconsejable encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera, ya que sólo en el caso de fuertes nevadas es obligatorio encenderla. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones. Aquí te explicamos cómo utilizar la luz antiniebla.
En un puerto de montaña con hielo o nieve
En un puerto de montaña con pendientes ascendentes y descendentes hay que extremar aún más la atención.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Los descensos deben realizarse a velocidad constante y con una marcha lo más reducida posible que evite que el vehículo se embale.
Si necesitamos frenar más lo mejor es utilizar el freno de servicio que actúa sobre todas las ruedas.
Ten en cuenta que en el caso de que estemos ascendiendo, una frenada puede aumentar la posibilidad de subviraje (el eje delantero pierde adherencia) y terminar con el vehículo en sentido contrario. Para evitar el subviraje tenemos que dejar de acelerar para llevar algo más de peso al eje delantero y aumentar el agarre.
Las curvas deben tomarse acelerando y manteniendo una velocidad constante.
Presta especial atención al salir de un túnel para adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas.
Y no olvides equipar tu vehículo con cadenas o neumáticos de invierno.
Más consejos para afrontar el invierno y el frío
En estos enlaces te doy más información práctica para viajar en invierno con más seguridad y también parar hacer frente al frío:
Agradezco vuestros consejos, los que considero acertados.