Los coches eléctricos presentan inequívocas ventajas, pero también notables inconvenientes. Entre estos últimos, el precio de compra, la dificultad de encontrar estaciones de carga rápida y su autonomía de circulación. Centrándonos en esto último, hemos comprobado que los eléctricos de última generación están aumentando progresivamente su eficiencia y capacidad de batería; circunstancia que, sin embargo, no acaba de aliviar la “angustia de la autonomía”. Porque, claro, todos sabemos qué pasará si nuestro coche se queda sin gasolina; pero... ¿qué hago si mi coche eléctrico se queda sin batería?
Bien lo dice el sabio refranero español: “más vale prevenir que curar”. Por ese motivo es importante no llegar al punto en el que agotemos totalmente la batería de nuestro coche, especialmente si pensamos irnos de viaje con él -justo lo que hicimos en nuestro largo viaje con el Kia e-Niro desde Barcelona hasta Finisterre-. Se hace fundamental saber cuál es la autonomía de nuestro vehículo, conocer el estado de la batería (ya que, con el paso de los años, su capacidad y en consecuencia su autonomía de uso irán decreciendo) y tener claro cuál es su consumo real -sobre todo en autopista, ya que suele ser más alto que el homologado en ciclo mixto-. También os recomiendo, siempre que sea posible, planificar el viaje para así conocer de antemano cuándo y dónde podréis realizar las necesarias paradas de recarga.
Es mejor recargar de manera preventiva que esperar a que la batería esté en las últimas.
Una vez en marcha, es conveniente comprobar cada cierto tiempo el nivel de carga de la batería y cómo evoluciona la autonomía prevista por el vehículo, ya que los consumos en circunstancias reales suelen ser más altos que los homologados, sobre todo si la temperatura ambiental es muy baja. También me parece buena idea parar a recargar de manera preventiva y no esperar a que la batería esté “en las últimas”: con ello minimizaremos el riesgo de no llegar a la estación elegida; y lo que es más importante, el de no poder alcanzar otra estación porque la primera estuviese ocupada o averiada. Nunca está de más tener un plan B, o incluso un plan C.
Cuando, por una razón o por otra, la batería ha alcanzado un nivel muy bajo y nos queda claro que no podremos parar a recargar antes de que se agote por completo, es el momento de poner en marcha nuestro plan de contingencia. Si estamos circulando por autopista, es preferible abandonarla en la primera salida y buscar un lugar de aparcamiento; principalmente, por la seguridad de los ocupantes de la vía ya que, a medida que la batería se acerca a su mínimo, el coche irá perdiendo velocidad progresivamente y nuestra presencia puede suponer un riesgo para la circulación. Y también porque dejar el coche detenido en una vía rápida -sobre todo si es de noche y las luces están apagadas- nos puede suponer una cuantiosa multa.
No nos servirá el viejo remedio de caminar hasta la gasolinera más próxima...
Aunque dejemos el coche correctamente estacionado, el problema de agotar completamente la batería de un eléctrico es que no nos servirá el viejo remedio de caminar hasta la gasolinera más próxima y traer de vuelta un bidón de gasolina. La decisión más sensata será llamar a la grúa -ojo: avisando de que nuestro coche es eléctrico, ya que mover las ruedas de un eléctrico descargado puede provocar daños en el vehículo- para que, bien remolquen el vehículo hasta una estación de carga, o bien, si la grúa dispone de una estación portátil, recargar la batería hasta el nivel suficiente para que podamos salir del atolladero.
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Teniendo en cuenta que los servicios de grúa no se caracterizan por ser asequibles, si pensáis ser propietarios o usuarios de un coche eléctrico os aconsejo consultar con vuestra compañía de seguros la posibilidad de contratar una póliza específica para esta clase de vehículos: así os podréis ahorrar un buen dinerito en situaciones como ésta. Situaciones que siempre será mejor prevenir... que “curar”.
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El vehiculo electrico no es practico ni eficiente i mucho menos ecologico, un camelo increible, es realment impresionant.