Vehículos de GLP. ¿Son interesantes?

La apuesta de algunas petroleras por el gas licuado de petróleo o GLP ha ocasionado el resurgir del autogás como uno de los combustibles alternativos más recomendables. De hecho su consumo aumentó un 30% en España en 2013.

El GLP se puede utilizar en vehículos de gasolina y supone un ahorro entre un 40-45%en combustible ya que el litro cuesta unos 70 céntimos. El uso de este combustible, además, mejora la calidad del aire porque, comparado con un motor de gasolina, reduce en un 68%las emisiones de NOx y del 15%del CO2, y conlleva un mantenimiento más económico por un menor desgaste de los cilindros y segmentos del motor y porque deja menos depósitos carbonosos en la combustión. A estas ventajas se añade una mayor autonomía al poder utilizar los depósitos de gasolina y gas indistintamente.

El coste de un vehículo con autogás ronda entre los 1.500 y 2.500 euros sobre uno de gasolina y aunque es un producto apto para todo el mundo no para todos los usuarios es rentable. La inversión se amortiza a los 50.000 kilómetros de vida útil del vehículo.

Aunque son muchas sus ventajas, su uso también tiene algún inconveniente. Por un lado tienes que sacrificar parte del maletero o la rueda de repuesto (en función de dónde esté instalado el depósito del GLP). Y por otro que en la actualidad la red de estaciones de servicio con GLP en España sólo alcanza unos 300 puntos, aunque, según la previsión de la Asociación de Operadores de Gas Licuado de Petróleo (AOGLP), aumentarán a más de 1.000 en 2015. A esto hay que añadir una reducción del cinco por ciento de la potencia, una cifra insignificante pero que deberás tener en cuenta.

Cada vez más fabricantes ofrecen vehículos preparados para utilizar autogás desde fábrica, pero también puedes transformar a posteriori tu coche de gasolina en un taller especializado. Si optas por esta segunda opción debes saber que la garantía de fábrica se quedará sin validez.

Más información sobre las ventajas e inconvenientes del GLP o autogás.