Un coche eléctrico se impulsa con la electricidad acumulada en un conjunto de baterías recargables a través de una toma de corriente. Son silenciosos, no emiten contaminantes y solo consumen electricidad, que es más barata que el gasóleo o la gasolina. El ahorro en consumo puede estar entre 1.065 y 1.335 euros al año para un recorrido de 15.000 kilómetros con respecto a un turismo convencional. En contra tienen su alto precio –con algunos modelos hay que alquilar la batería-, su escasa autonomía –la mayoría entre 130-200 km- y pocos puntos de recarga que limitan su uso sólo a ciudad o al extrarradio.
Más interesante pueden resultar los vehículos eléctricos de autonomía extendida, como el Opel Ampera, Chevrolet Volt o el BMW i3 Range Extender 100% eléctricos pero con un motor térmico de gasolina secundario que soluciona el problema de la autonomía. Su sobrecoste puede compensar para conductores que lo utilicen casi a diario en trayectos en modo eléctrico, concienciados con el medioambiente y que quieran distinguirse del resto.
En un coche híbrido son dos los motores que se encargan de moverlo, uno eléctrico y otro de combustión interna (gasolina o gasóleo). Pueden funcionar simultáneamente o de forma individual según sea necesario. Si es un híbrido convencional las baterías del motor eléctrico se auto recargan, en los híbridos enchufables se recargan en un enchufe. En ningún caso se da el problema de la autonomía por lo que se pueden utilizar para viajes largos y con un consumo aproximadamente un 30% más bajo que el coche de combustión equivalente. Además su precio no es tan elevado como en los eléctricos.
En todo caso, eléctrico o híbrido, su compra sólo compensará a quienes realicen muchos kilómetros al año. Comparado con un diésel, un eléctrico puede ser interesante con más de 21.000 kilómetros, 15.000 kilómetros en el caso de un híbrido. Estos dos tipos de vehículos, además del menor consumo, también tienen la ventaja de que su mantenimiento es más económico, sobre todo en el eléctrico por la ausencia de aceites, lubricantes, transmisiones mecánicas o por un menor desgaste de frenos. Aunque, por otro lado, no hay que olvidarse de que la vida útil de la batería es limitada y su precio para un coche convencional está entre 5.000 y 10.000 euros.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El Centro Tecnológico Cartif ofrece la calculadora CEVNE para que compares la conveniencia de compra de un vehículo eléctrico frente a uno que no lo es. Nuestras fichas técnicas también te ayudarán a decidirte.
Consulta aquí las ayudas a la compra de coches híbridos y eléctricos.