El Peugeot 407 cumple 20 años desde que llegó a nuestro mercado. Un coche que te hace mirar al pasado y en mi caso, darme cuenta de que esté 407 fue de los primeros coches que conduje en mi vida. Sí, pasa el tiempo. Nos hacemos mayores. Acumulamos recuerdos.
2004 fue posiblemente el comienzo de una de las épocas doradas de Peugeot, la marca del León venía de cosechar ventas con el 406 y en su hoja de ruta, evidentemente, estaba la evolución: el 407. Con un diseño más atrevido, más deportivo y con una oferta de motores muy completa, sus dos carrocerías hicieron acopio del término éxito de ventas con 869.400 unidades vendidas en todo el mundo. Hoy toca recordar y viajar al pasado en uno de los coches de nuestra vida que ha evolucionado según los cánones del mercado, pero de esto hablamos al final.
Historia: la llegada de un nuevo referente
El Peugeot 407 fue presentado al mercado en 2004, una década dorada para la marca del león, con la ambición de tomar el relevo de su predecesor, el exitoso Peugeot 406, y mantener el estatus de Peugeot en el competitivo segmento de las berlinas de la década de los 2000, no como ahora que parece que están desapareciendo; recordad que el Passat solo llegará en versión familiar, siendo uno de los sedanes por excelencia del mercado. Pero volviendo al tema, desde su debut, el 407 no tardó en destacar por su atrevido diseño, un aspecto que le permitió posicionarse como uno de los vehículos más reconocibles en las carreteras europeas.
El modelo se lanzó inicialmente con tres tipos de carrocería: berlina, familiar (SW) y coupé, todas ellas desarrolladas en el Centro de Estilo Peugeot bajo la dirección de Gérard Welter. Este automóvil no solo cumplió con las expectativas comerciales, vendiendo 869.400 unidades en todo el mundo hasta el cese de su producción en 2011, sino que también se consolidó como un referente en comportamiento en carretera, seguridad y confort, características que lo han hecho perdurable en el tiempo. Y siendo sincero, no lo recuerdo fuera de estos cánones que os señalo.
Desde el primer kilómetro me pareció un coche grande, espacioso y con un tacto de cambio muy suave. Acompañaba muy bien en su conjunto al entrar en curva y cuando había que adelantar, el motor 2.0 HDi de 136 CV me parecía de lo más competitivo. Aquí es importante preguntaros cómo lo recordáis vosotros.
Profundizando en el diseño del Peugeot 407
Gérard Welter, es un nombre profundamente ligado a la historia de Peugeot, fue el artífice del diseño del icónico Peugeot 205, Welter tenía una visión muy clara del rumbo que debía tomar el diseño de la marca: líneas fluidas, una aerodinámica cuidada y una estética que combinaba dinamismo con elegancia. Su experiencia en el mundo de la competición, donde estuvo al frente de varios proyectos del equipo Peugeot en Le Mans, le permitió infundir a sus diseños un espíritu deportivo que marcó una diferencia en un segmento tan tradicional como el de las berlinas.
El Peugeot 407 no fue la excepción. Su imponente parrilla delantera, una seña de identidad que aún hoy vemos en los modelos de la marca, y sus líneas curvas y sofisticadas lo hicieron destacar entre sus competidores. La influencia de Welter se extendió también a los interiores, donde el diseño y la calidad de los materiales elevaron la percepción del vehículo, convirtiéndolo en una opción muy destacada en el mercado.
De los viajes con el Peugeot 407 recuerdo que su equipo de sonido no sonaba mal del todo, por aquel entonces llenar de tweeters, subwoofers y ecualizadores de banda los coches era más propio del tuning marronero de la época, pero sí recuerdo que el audio era un punto a favor porque podías poner CD con MP3 y oye, esto te quitaba de ir cambiando cada 40 minutos. Por el resto, era Peugeot siendo Peugeot en confort y habitabilidad, un 9 sobre 10 de la época.
Los motores del Peugeot 407
El Peugeot 407 ofreció una gama de motorizaciones que abarcaba desde eficientes motores diésel HDi hasta potentes versiones de gasolina, que por aquel entonces no se llamaban PureTech. El tope de gama lo representaba un motor V6 de 3.0 litros que entregaba 211 CV, asociado a una caja de cambios automática de 6 velocidades, un avance técnico relevante en ese momento. Este motor se destacó no solo por su potencia, sino también por su suavidad de funcionamiento y su capacidad para proporcionar una conducción refinada y confortable, aspectos que fueron clave en su aceptación en mercados exigentes como el español.
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Los motores diésel, por su parte, fueron los más demandados, especialmente el 2.0 HDi, que ofrecía una combinación equilibrada de rendimiento y eficiencia, características muy valoradas en el mercado europeo. Estos motores diesel abarcaban desde los 109 CV en las versiones 1.6 hasta los 2.7 más exclusivos de 204 CV. Además, el 407 fue uno de los primeros vehículos de su segmento en incorporar tecnologías de seguridad activa, como el control de estabilidad (ESP), que elevó su atractivo en un público cada vez más consciente de la seguridad vial.
Para que veais el cambio de tiempo, estos motores eran normativa EURO 4, que son etiqueta (en algunos casos) B para los gasolina o C para los diesel. Por contextualizar ahora vamos por la EURO 7. El tiempo vuela, hasta para las normativas.
La saga de berlinas: 406 - 407 - 508
El Peugeot 407 marcó una evolución significativa respecto a su predecesor, el Peugeot 406, no sólo en términos de diseño, sino también en tecnología y prestaciones. Mientras que el 406 se había ganado una reputación sólida por su fiabilidad y confort, el 407 elevó el listón con un enfoque más moderno, anticipándose a las demandas del nuevo siglo con esas ayudas a la conducción, pero sí, con un diseño que en su versión shooting brake estaba por encima de lo que por aquel entonces se llamaba: coche de funeraria. Si rescatamos el concepto de "hoja de ruta" que tanto vemos en las presentaciones más actuales de las marcas, el 407 cesó la producción en 2011, casi solapándose con la la llegada de su relevo en el segmento berlinas: el Peugeot 508, cuyo último restyling lo hemos visto el pasado 2023.
Esta saga de berlinas de Peugeot continuó con el lanzamiento del Peugeot 508 en 2010, un modelo que representó un salto cualitativo en la estrategia de la marca. El 508 adoptó un enfoque más premium, con un diseño más estilizado y afilado y una tecnología de vanguardia (capitaneada por el i-Cockpit de Peugeot) que lo posicionaron como un competidor directo de las berlinas alemanas de alta gama. Este modelo también ha sido recomendado por su dinámica de conducción y su equipamiento, manteniendo a Peugeot como marca viva dentro del segmento de las berlinas y manteniendo cierta parte de la herencia del 407 como un pilar fundamental.
Pero no olvidemos que ahora mismo, en estas líneas, estamos hablando del 508, no del 408...
El nuevo 408, ahora un SUV Coupé
En la actualidad y como marca generalista, Peugeot ha sabido adaptarse a las tendencias del mercado con modelos evolucionan al formato SUV, y este es el caso del 408. El reciente lanzamiento del Peugeot 408, un SUV coupé, es un claro ejemplo de la estrategia de Peugeot (y casi todas las marcas) de darle macarrones al niño cuando quiere macarrones (muy mal dicho, lo sé).
Este modelo, en mi opinión, quiere mantener la esencia de dinamismo y diseño refinado que caracterizó al 407. Sin duda, es una opción moderna que fusiona la deportividad de una berlina con la versatilidad de un coche más grande. Pero, en mi opinión, tenemos suerte de que el legado del 407 haya evolucionado en el 508.
Si bien el Peugeot 408 destaca por su diseño vanguardista, una aerodinámica optimizada y una amplia oferta tecnológica sin olvidarnos de su oferta de motorizaciones híbridas y eléctricas, no deja de ser un SUV. Y amigos, amigas: un SUV nos tiene que gustar. Y vuelvo a lo mismo, menos mal que tenemos el Peugeot 508 como referencia en "berlinesa".
En el caso de este SUV coupé, Peugeot representa la evolución natural de la marca en un mercado que demanda cada vez más vehículos polivalentes, sin renunciar a la estética y el rendimiento que siempre han definido a Peugeot. Y esto no se lo vamos a quitar a Peugeot, ya que esta impronta de mejora continua se ha mantenido desde el Primer Peugeot de la historia. Una impronta que versa en ser relevante en un sector en constante cambio, ofrecer vehículos que cumplan y que también marquen tendencias y sean nuevas referencias en diseño y tecnología.
Opiniones aparte, contadnos en los comentarios vuestros recuerdos con el Peugeot 407, estamos encantados de leerlos.
El que realmente revolucionó el sector con una estética totalmente diferente a lo conocido, además de las alternativas mecánicas que ofrecía, fue el 405.