La agresividad y la ansiedad al volante a estudio

El ‘Estudio piloto de neurociencia sobre la ansiedad y agresividad al volante’ realizado por Bipi en colaboración con el Laboratorio de Neurocomunicación de la Universidad Complutense de Madrid, arroja luz sobre cómo las emociones impactan la conducción. Este estudio analizó a 26 participantes, de entre 19 y 67 años, en situaciones de estrés tanto en la conducción como fuera de ella. Los resultados destacan que el 90% de los encuestados experimenta miedo al pensar en una colisión, mientras que el 54% se enfurece ante coches aparcados en doble fila, evidenciando la prevalencia de la agresividad y la ansiedad en las carreteras españolas.

El estudio tiene en cuenta situaciones cotidianas relacionadas con la conducción (circular, estacionar, seguridad vial) y situaciones relacionadas con la no conducción; todas aquellas que suponen el mantenimiento del vehículo, la compra o las emisiones y la movilidad. En este reportaje os resumimos los puntos clave y las conclusiones del mismo.

Este estudio piloto de neurociencia tiene como principal meta comprender la relación entre las respuestas emocionales inconscientes de los conductores ante situaciones estresantes y su impacto en la seguridad vial. Los objetivos específicos incluían el análisis de las reacciones psicofisiológicas, tales como la actividad cerebral y la respuesta galvánica de la piel (GSR), en situaciones de conducción y no conducción. Asimismo, se implementó un programa de neurocoaching para entrenar a los participantes en técnicas de relajación, con el fin de evaluar si dichas técnicas pueden ayudar a disminuir los niveles de ansiedad y agresividad en el volante.

Al final del reportaje, en el apartado de metodología, os incluimos un glosario de términos de las técnicas de neuromarketing utilizadas para más información y conocimiento del estudio.

Datos y conclusiones en situaciones de conducción

El análisis de las situaciones de conducción reveló una serie de patrones emocionales característicos según la edad y el género de los participantes. En particular, las situaciones más comunes que provocan reacciones emocionales intensas incluyen atascos, adelantamientos peligrosos y la presencia de vehículos en doble fila. El estudio encontró que el 77% de los adultos mayores de 30 años experimenta ansiedad al encontrarse en un atasco, en comparación con el 40% de los conductores jóvenes. Esta diferencia sugiere que la experiencia y las responsabilidades asociadas con la edad incrementan la percepción de estrés ante situaciones prolongadas en la carretera.

Asimismo, los adultos mayores reportaron sentir un menor grado de enfado (15%) ante los atascos en comparación con los jóvenes, quienes alcanzaron un 38% de enfado. Este resultado podría atribuirse a una mayor paciencia o capacidad de adaptación en los conductores con más experiencia, que, aunque ansiosos, reaccionan con menos irritación frente a situaciones de tráfico denso. Por otro lado, las situaciones de adelantamientos por la derecha resultaron ser un desencadenante importante de emociones negativas. El 54% de los adultos manifestó sentirse enfadado cuando otro vehículo los adelanta de manera imprudente, en comparación con el 34% de las mujeres en la misma situación. Los hombres jóvenes, en particular, demostraron ser más propensos a la irritación cuando el coche de adelante no avanzaba rápidamente al cambiar el semáforo, con un 57% de ellos expresando enfado frente al 41% de las mujeres. Este dato sugiere una mayor tolerancia por parte de las mujeres en situaciones de frustración.

Otra de las situaciones críticas es cuando un coche se aproxima peligrosamente por detrás. En este escenario, las mujeres son más propensas a sentir ansiedad, con un 50% de ellas expresando este sentimiento frente a un 25% en hombres. En cambio, los hombres reportaron mayor enfado en estas situaciones, lo que podría explicarse por una mayor percepción de control al volante, en contraste con el sentimiento de vulnerabilidad experimentado por las mujeres.

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El entrenamiento de neuro relajación implementado durante el estudio demostró ser eficaz en la reducción de la agresividad. Tras dicho entrenamiento, se observó una disminución en las respuestas agresivas en ambos grupos etarios y en ambos géneros, con una caída significativa en el enfado en situaciones como los atascos y los adelantamientos peligrosos. Sin embargo, algunas emociones persistieron, especialmente en situaciones percibidas como una amenaza directa a la seguridad personal, como el riesgo de colisión o los adelantamientos agresivos.

Estas respuestas emocionales más intensas tienden a ser menos susceptibles a la regulación emocional mediante técnicas de relajación, lo que pone de manifiesto la necesidad de un entrenamiento más especializado para abordar estos escenarios de alto riesgo​.

Datos y conclusiones en situaciones de no conducción

Las situaciones relacionadas con la propiedad y mantenimiento de vehículos también resultaron ser una fuente importante de estrés y ansiedad para los participantes del estudio.

Las preocupaciones más comunes incluyeron el desembolso económico para la compra de un vehículo, la contratación de seguros, las revisiones mecánicas y las inspecciones obligatorias, como la ITV (Inspección Técnica de Vehículos). El 90% de los encuestados manifestó sentir un notable nivel de estrés al considerar el gasto significativo que supone la compra de un coche nuevo. Este tipo de preocupación fue especialmente aguda entre los conductores mayores de 30 años, quienes, debido a sus responsabilidades financieras acumuladas, experimentan una carga emocional más intensa.

En contraste, los conductores más jóvenes mostraron una actitud más abierta y adaptativa hacia la compra de un vehículo, posiblemente debido a que muchos de ellos no tienen experiencia previa en la adquisición de automóviles, lo que reduce su nivel de estrés. Sin embargo, tras el entrenamiento de neuro relajación, ambos grupos reportaron una ligera disminución en el nivel de estrés, lo que sugiere que estas técnicas pueden ser efectivas para manejar la presión financiera.

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En cuanto a la contratación de seguros, el 57% de los hombres expresó preocupación por no elegir la mejor opción, comparado con el 50% de las mujeres, quienes además manifestaron una tendencia a sentir estrés y sobreinformación al enfrentarse a la amplia oferta de seguros disponible en el mercado. Esta diferencia de género puede estar vinculada a un enfoque más pragmático por parte de los hombres, mientras que las mujeres parecen estar más afectadas por la necesidad de tomar decisiones complejas bajo presión. A pesar de esto, tras el entrenamiento de relajación, se observó una disminución en los niveles de ansiedad, lo que sugiere que estas técnicas ayudan a moderar la toma de decisiones en situaciones de no conducción.

Otra fuente significativa de ansiedad fue la necesidad de pasar la ITV, especialmente entre las mujeres jóvenes, de las cuales el 33% reportó niveles elevados de ansiedad. En el caso de las mujeres mayores de 30 años, este sentimiento se intensifica, alcanzando un 83% que reporta niveles de ansiedad elevados ante esta obligación. En contraste, los hombres tienden a reaccionar más con enfado que con ansiedad ante esta situación, lo que refleja una diferencia en la forma en que ambos géneros gestionan el estrés relacionado con la burocracia del automóvil.

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Las revisiones mecánicas y la necesidad de asistir al taller también suscitaron reacciones emocionales. En general, tanto hombres como mujeres reportaron sentir ansiedad cuando el testigo de avería del vehículo se encendía, siendo este sentimiento más marcado entre los adultos mayores de 30 años. Tras el entrenamiento de neuro relajación, se observó una disminución en los niveles de ansiedad y enfado en ambos grupos, lo que indica que la capacitación emocional no solo ayuda a controlar las emociones durante la conducción, sino también en las responsabilidades asociadas con el mantenimiento del vehículo.

En lo que respecta a la visita a concesionarios, los jóvenes demostraron una mayor tendencia a experimentar aburrimiento y dudas, mientras que los adultos enfrentan esta tarea con mayor pereza y preocupación. Un 54% de los participantes jóvenes reportó desconfianza ante las ofertas presentadas por los comerciales del concesionario, una reacción que se atribuye a su menor experiencia en la compra de vehículos y a su preferencia por transacciones online. Tras el entrenamiento de relajación, se evidenció una disminución en el aburrimiento y la desconfianza en los conductores jóvenes, lo que sugiere que estas técnicas ayudan a reducir las emociones negativas asociadas a la compra del vehículo.

Por último, en situaciones como el pago de una elevada cuantía para la adquisición de un vehículo nuevo, los participantes más jóvenes reportaron sentir estrés, aunque este sentimiento disminuyó ligeramente después del entrenamiento. En los adultos, sin embargo, el estrés económico aumentó tras el ejercicio de relajación, reflejando una mayor sensibilidad hacia las implicaciones financieras que acarrea la compra de un vehículo.

El estudio nos arroja una serie de datos clave que nos afectan como conductores a la hora de usar el vehículo como solución de movilidad pero también en los aspectos relacionados con su, entre comillas, vida secundaria más allá de la carretera. Estas diferencias entre las situaciones de conducción y no conducción hacen que las primeras sean unas sensaciones que nos generan una respuesta emocional más intensa y medible que las segundas.

Durante la conducción, los participantes mostraron una mayor activación fisiológica, lo que sugiere que los eventos que ocurren en la carretera, como atascos o imprudencias por parte de otros conductores, tienen un impacto emocional más pronunciado. En contraste, las situaciones de no conducción, aunque estresantes a nivel cognitivo, no provocaron cambios significativos en los parámetros de neuromarketing, como el EEG o la respuesta galvánica de la piel (GSR).

Uno de los hallazgos más notables fue el mayor impacto positivo del entrenamiento de neuro relajación en los conductores jóvenes. Este grupo experimentó un aumento en la asimetría prefrontal, un indicador de regulación emocional, junto con una disminución en los niveles de enfado. Este efecto fue menos pronunciado en los conductores adultos, quienes, debido a su experiencia acumulada, tienden a mostrar una mayor estabilidad emocional y menos cambios en su comportamiento informado. Esta diferencia podría estar vinculada a la percepción del riesgo, más alta en los adultos, lo que genera patrones emocionales más arraigados y una respuesta más moderada ante el estrés.

A pesar de que el entrenamiento de neuro relajación contribuyó a reducir los sentimientos negativos en ambos grupos, las emociones intensas persisten en situaciones percibidas como amenazantes para la seguridad personal, como los adelantamientos agresivos o la posibilidad de colisiones. Esto indica que ciertos estímulos continúan provocando respuestas emocionales intensas, incluso después de la intervención, sugiriendo que se requiere un enfoque más profundo para abordar las emociones asociadas con estos escenarios​.

El estudio se dividió en tres fases principales: en primer lugar, los participantes visualizaron un vídeo de dos minutos que simulaba diversas situaciones al volante. Durante esta fase, se recogieron datos psicofisiológicos mediante el uso de tecnologías como el EEG (electroencefalograma) y GSR. Posteriormente, los sujetos respondieron un cuestionario para medir sus emociones conscientes ante las mismas situaciones.

Finalmente, tras un entrenamiento de neuro relajación, los participantes repitieron el ejercicio inicial, lo que permitió comparar las respuestas emocionales pre y post entrenamiento.

Glosario de términos de neuromarketing y técnicas utilizadas en el estudio

• Neuromarketing: combinación de neurociencia (cómo funciona el cerebro) y marketing (cómo reaccionamos a estímulos). Se usa para ver cómo las personas reaccionan emocionalmente y físicamente a diferentes situaciones, como en este estudio sobre el estrés al volante.

• EEG (Electroencefalograma): técnica que mide la actividad del cerebro, especialmente la parte que maneja las emociones y decisiones. En el estudio, se utilizó para ver si los participantes estaban tranquilos o estresados al conducir.

• Asimetría Prefrontal (EGG): muestra si un lado del cerebro está más activo que el otro. Si una persona está calmada y motivada, hay más actividad en un lado del cerebro; si está nerviosa o enfadada, el otro lado se activa más.

• GSR (Respuesta Galvánica de la Piel): mide cómo cambia la electricidad en la piel cuando una persona se estresa o se emociona. En el estudio, este método mostró que las personas estaban más estresadas durante la conducción que cuando no conducían.

• Expresión Facial: captura pequeñas expresiones faciales para identificar emociones, como frustración o ansiedad. Ayuda a saber qué emociones sentían los participantes sin que lo dijeran.

• Engagement (Compromiso emocional): mide cuánta atención y emoción muestra una persona frente a algo. En este estudio, el "engagement" bajó después de que los participantes aprendieran a relajarse, lo que significa que estaban más tranquilos.

• Paradoja del Chimpancé: explica que tenemos dos partes en nuestra mente: una parte "chimpancé", que reacciona de forma rápida y emocional (enfado, miedo), y otra parte humana, que es más lógica y calmada. El entrenamiento intentaba que los conductores usaran más su parte humana para controlar sus emociones.

• Control de la Respiración: técnica de relajación que enseña a respirar de forma más calmada para reducir el estrés. Los participantes la usaron para relajarse cuando enfrentaban situaciones estresantes al conducir.

• Relajación Muscular: otra técnica de relajación que ayuda a los participantes a liberar la tensión en sus cuerpos cuando están estresados, como cuando aumenta su ritmo cardíaco o sudan al conducir.

• Neuromarketing Post-Visualización: después de aprender a relajarse, los participantes volvieron a ver las mismas escenas de conducción para ver si sus reacciones habían cambiado. Así se medía si estaban menos estresados después de la relajación.