Postura de conducción, clave para tu seguridad. Ajústala en 10 pasos

“El puesto de conducción es el puesto de mandos, desde donde salen todas las órdenes que le das al coche”, es lo primero que nos dice Ernesto Nava, director de la Escuela de Conducción RACE. Si no estamos bien sentados mientras conducimos, nuestras órdenes no serán tan eficaces porque no llegaremos correctamente a los pedales o no podremos realizar los movimientos de volante adecuados. ¿Consecuencias? Ante un imprevisto, el riesgo de sufrir un accidente es mayor.

Un reciente estudio del RACE y Goodyear concluye que un accidente a 56 km/h puede ser mortal si los ocupantes del vehículo viajan de forma incorrecta. En este caso citan como errores más comunes el viajar con objetos sueltos dentro del habitáculo, el empleo recostado del respaldo, los malos usos del cinturón de seguridad y el colocar las piernas sobre el salpicadero del vehículo.

Asiento, volante, reposacabezas, espejos y cinturón de seguridad, cinco elementos claves para nuestra seguridad a los que no siempre se les presta la atención adecuada. “Carlos Sainz dedicaba horas y horas al puesto de conducción en su coche de rally”, me cuenta Ernesto Nava, una anécdota que pone en relevancia lo importante que es la posición al volante.

En este reportaje te voy a explicar cómo debes ajustar correctamente el puesto de conducción gracias a la ayuda de dos expertos, Ernesto Nava, director de la Escuela de Conducción RACE en el circuito del Jarama (Madrid) y de David Bosch, director de la Escuela de Conducción Fast en el circuito de Castellolí (Barcelona). Estos consejos son igualmente válidos para los pasajeros, por lo que, aunque no conduzcas, también te interesa saber cómo debes de ir sentado en un vehículo para mejorar tu seguridad.

Aparca el coche en un lugar seguro, mejor en una zona llana y, CON EL COCHE PARADO, comprueba si conduces con la posición adecuada. Empezamos.

PASO 1: Lo primero que tenemos que hacer es sentarnos y ajustar bien la cadera en el ángulo que forman el respaldo y el asiento. El objetivo es que no quede hueco entre la zona lumbar y el respaldo, así se consigue más apoyo y sujeción y no curvamos la espalda.

PASO 2: Una vez encajada la cadera, ajustamos la banqueta para contar con el máximo apoyo de los muslos. Cuanto mejor apoyados estén, menor será la fatiga que sintamos con el paso de los kilómetros.

PASO 3: Ahora es el momento de ajustar la distancia a los pedales. En un coche manual, tenemos que apoyar el pie izquierdo sobre el pedal del embrague y pisarlo a fondo. En esta posición, la rodilla tiene que quedar ligeramente flexionada. Si el coche es automático, la comprobación se hace situando el pie por detrás del pedal del freno. Moveremos la banqueta hacia delante o hacia atrás hasta que la rodilla quede semiflexionada, de esta manera tendremos más sensibilidad al tacto con el pedal. “Uno de los errores habituales es pensar que llegas a los pedales sin pisar a fondo”, nos dice Ernesto Nava.

¿Cuáles son las consecuencias de no ajustar la distancia a los pedales correctamente? En una frenada de emergencia, cuando pisamos el freno y embrague a fondo, la pierna quedará totalmente estirada, los huesos alineados forman un palo provocando que en una colisión el fémur presione la cadera y la disloque. El riesgo de lesiones aumenta. Otro problema que surge de una mala posición, es que al pisar a fondo, como no llegaremos bien a los pedales, echaremos la cadera hacia delante, perdiendo apoyo y tacto con el pedal del freno.

PASO 4: Pasamos a regular el respaldo, para David Bosch, ex piloto de circuitos y ahora director de la Escuela de Conducción Fast, un elemento fundamental en el puesto de conducción y con el que se cometen más errores, “porque si lo ajustas de forma incorrecta, desintegra al resto de elementos, y no sólo es importante para el conductor, también para el pasajero”.

Lo más importante es que apoye toda la espalda en el respaldo y que éste se coloque lo más vertical posible, pero no totalmente vertical, a unos 93 grados. El motivo es que si nos sentamos de forma totalmente vertical, cargamos todo el peso sobre la cadera, presionando la zona lumbar y esto provoca un aumento de la fatiga y el cansancio según hacemos más y más kilómetros.

Más peligroso es situar el respaldo en una posición muy tumbada porque, en caso de impacto, se producirá el efecto submarino, es decir, nuestro cuerpo se deslizará por debajo del cinturón de seguridad porque, en esa posición, la banda diagonal no queda bien pegada a la clavícula y no realiza eficazmente su trabajo de sujeción. Es uno de los errores más frecuentes y peligrosos, por eso algunas marcas equipan sus coches con el airbag lateral.

PASO 5: ¿A qué altura ajusto el asiento? Cuanto más bajo es mejor porque protege mejor el cuerpo frente a impactos contra la carrocería tras un golpe, además, si conducimos en una posición baja, la estabilidad es mayor y la influencia de los movimientos de la carrocería sobre el conductor es menor. En cambio, cuanto más elevado, más cerca está la cabeza y cuello del techo y montante lateral y más riesgos de lesiones hay. Pero ¡cuidado con las personas de baja estatura! Al ajustar la altura del asiento siempre hay que dar prioridad al cinturón de seguridad y éste tiene que quedar a la altura de la clavícula y no a la altura del cuello (en el paso 10 te lo cuento).

En este vídeo David Bosch, nos da algunos consejos:

PASO 6: Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, especialmente en lo que se refiere al respaldo, es el turno de ajustar la posición de las manos con respecto al volante. Estaremos bien sentados si, con los dos hombros bien apoyados en el respaldo, estiramos un brazo y la muñeca toca la parte superior del aro del volante. Esta posición se consigue, principalmente, inclinando el respaldo y regulando el volante en profundidad (un ajuste ya frecuente en los coches nuevos pero que no incluyen muchos coches antiguos). Si no contamos con ajuste en profundidad, debemos utilizar el ajuste del respaldo evitando en todo momento ir en una posición muy vertical o tumbada. Si seguimos correctamente este paso, conseguiremos conducir con los codos ligeramente flexionados, que es la posición correcta para manejar el volante.

Conducir con los brazos muy estirados y con el respaldo tumbado, ¡otro gran error! ¿Consecuencias? Si conduces con los brazos estirados en recta y necesitas girar, no llegarás al volante. En ese caso, tu reacción será despegar los hombros para llegar al volante, perdiendo apoyo y, por tanto, control de la situación. Ante esa falta de apoyo y sujeción, lo que vas a hacer es agarrar más fuerte el volante –‘para no caerte’- y vas a dejar de mover el volante con precisión. Por ejemplo, en una curva a la derecha, vas a tender a despegar el hombro izquierdo, dejando de tener apoyo en el lado donde más lo necesitas para un máximo control de la curva.

Pero hay más consecuencias. Cuando conducimos con los brazos estirados y sufrimos una colisión frontal, el impacto es directo contra la clavícula, provocando más lesiones.

Teniendo en cuenta los últimos pasos, ajusta el asiento y la altura del volante de manera que tengas una buena visibilidad del cuadro de mandos y del parabrisas y que evites que las rodillas rocen con el volante. Se aconseja una distancia mínima de unos 30 centímetros (un folio) del conductor con respecto al volante. David Bosch, director de la Escuela de Conducción Fast recomienda que el volante esté a la altura de la parte baja de nuestra barbilla.

PASO 7: Y las manos, ¿cómo las coloco sobre el volante? Los expertos aconsejan situarlas en la posición de las 10:10h o de las 9:15h de las manetas de un reloj. De esta manera conseguimos el mejor ángulo en el codo para controlar en volante en toda su circunferencia, tenemos fuerza para manejarlo y evitamos que los codos golpeen el tórax.

¿Qué consecuencias tiene colocar mal las manos sobre el volante? Además de tener menos agilidad para girar el volante, si las cruzas y sufres un impacto, puedes sufrir graves daños en caso de activarse el airbag frontal.

No es un elemento de decoración, tampoco es un elemento de lujo, como se consideró en sus orígenes. De hecho, desde 1993 es obligatoria la instalación de los reposacabezas en los asientos delanteros y desde 2003 en los traseros. Su función es evitar el latigazo que sufre el cuello cuando se produce una colisión y reducir las lesiones cervicales. En este enlace te explico con más detalle porqué el reposacabezas es un elemento importante en la seguridad vial.

PASO 8: Una vez estamos sentados correctamente, con la banqueta, respaldo y volante bien ajustados, nos detenemos unos minutos en comprobar la posición del reposacabezas. El borde superior del reposacabezas debe coincidir con la altura de los ojos; mientras que la distancia hasta tu cabeza no debe ser superior a 4 centímetros. Es decir, debe apoyar a la altura de la nuca. Especial cuidado deben prestar las personas más altas para que la parte superior no les quede en la base del cráneo, porque en esta posición hay riesgo de lesión cervical.

PASO 9: Es el turno de regular los espejos retrovisores exteriores, elementos esenciales para poder ver lo que ocurre detrás de tu vehículo. Están para ayudarnos a ver lo que no podemos ver de forma directa por lo que debemos regularlos para que cubran la mayor cantidad de campo de visión hacia atrás. Cuanto más abiertos los pongas, más verás. ¿Y cuánto los abro? Te puedes preguntar. Si no quieres perder la referencia de tu coche, debes abrirlos de manera que veas las esquinas traseras del vehículo, ¡pero sólo las esquinas, no todo el lateral como los llevan muchos! Y no te olvides del espejo retrovisor interior, regúlalo para que veas a través de la luneta trasera. A todos estos espejos debes dirigir la mirada de forma frecuente para no perder detalle de lo que ocurre por detrás.

PASO 10: Nunca inicies la marcha sin antes haberte abrochado el cinturón de seguridad y no vale hacerlo de cualquier manera. ¿Cómo usar el cinturón de forma correcta? La banda horizontal (mal llamada abdominal) tiene que ir por encima de los huesos de la cadera, porque es la parte rígida y la que soporta bien un tirón. Nunca hay que poner la banda sobre el abdomen porque provoca lesiones muy graves en los órganos internos (bazo, hígado…). La banda diagonal tiene que quedar bien anclada en la clavícula, que es la parte más sólida, no sobre la parte externa del hombro porque, en caso de colisión o frenazo, la banda resbala sobre el codo y deja al cinturón sin efecto. Tampoco hay que situar esta banda diagonal cerca del cuello porque te podría asfixiar o ahogar. Para ajustar con mayor precisión la banda diagonal algunos coches incluyen un anclaje en el pilar B del vehículo.

“La gente no se imagina la energía que se genera en el interior del coche ante un impacto; la masa del conductor llega a ejercer la presión de un elefante, más de dos toneladas”, explica Ernesto Nava, director de la Escuela de Conducción RACE. Por eso es muy importante que todos los ocupantes usen el cinturón de seguridad, incluidos los traseros porque si no lo hacen pueden aplastar a los ocupantes que van delante.

En este enlace tienes más información sobre el cinturón de seguridad y cómo utilizarlo correctamente.

Ya solo nos queda chequear que desde nuestro puesto de conducción, correctamente ajustado, llegamos a todos los mandos, botonería, funciones… ¿Conoces dónde están todas las funciones del coche? Mandos del limpiaparabrisas, luces… ¡Cuidado cuando nos subimos a un coche de carsharing o coche compartido!

Comprueba sus funciones básicas antes de arrancar para no distraerte en localizarlas cuando estés conduciendo. Igualmente, es importante poner en marcha el navegador, la música o programa de radio favorito antes de iniciar la marcha. Y el teléfono móvil, mejor fuera de la vista o con las notificaciones en silencio para no caer en la tentación de ver quién te llama o escribe.

Antes de iniciar la marcha con un vehículo, además de comprobar que cumples todos los pasos para conseguir una correcta postura de conducción, debes seguir estos consejos:

•- ¡Recuerda! Todos los ajustes del puesto de conducción se tienen que realizar con el coche parado, nunca en marcha, podríamos llevarnos un buen susto si la banqueta del asiento se desliza hacia delante o hacia atrás en marcha.

•- Limpia los cristales tanto por fuera como por dentro para tener la mejor visibilidad.

•- Utiliza los retrovisores antes de realizar cambios de carril. Si es posible iniciar la maniobra con seguridad, recuerda activar el intermitente para avisar al resto de usuarios de tu intención.

•- No conduzcas con el codo en la ventanilla o con las manos apoyadas en la parte baja del volante, te impedirá hacer esquivas.

•- Como pasajero, es muy peligroso viajar con las piernas colocadas sobre el salpicadero. Un 5% de los encuestados por RACE (representa unos dos millones de personas) afirman viajar con esta posición. En caso de colisión a 56 km/h, las piernas rompen la luneta delantera. (Mira el vídeo del crashtest)

•- Se recomienda conducir con la ventanilla subida y nunca situada a media altura, porque, en caso de impacto lateral, la cabeza golpearía contra el filo del cristal causando graves daños.

•- Podrás ajustar de manera más sencilla tu puesto de conducción si tu coche cuenta con regulación en profundidad del volante y con ajuste milimétrico del asiento (en lugar de por puntos, que es un sistema más impreciso).

•- Conduce con ropa cómoda que no te reste capacidad para moverte y siempre con un calzado adecuado. Aunque te pueda resultar cómodo, es muy peligroso conducir descalzo, con chanclas o con tacones. Si no sigues esta recomendación, estás aumentando el riesgo de sufrir un accidente porque no podrás resolver un problema con eficacia. Y nadie sabe cuándo va a surgir ese problema.

•- Y no olvides revisar con frecuencia la presión de los neumáticos y su estado.

Si sigues estos pasos y consejos, conseguirás una buena posición al volante. Quédate con esta frase de David Bosch: “Una excelente posición de conducción, nos garantiza seguridad”. Por muy buen coche que conduzcas, por muy moderno que sea, si la posición de conducir no es correcta, puedes sufrir un accidente pero, sobre todo, puedes sufrir lesiones más graves. Hay que ser coherente para garantizar la seguridad de uno mismo y, en consecuencia, de los demás usuarios de la vía.