‘Atreverse a soñar’. Con este lema y en su propio museo en Arese-Lombardía (Italia) se ha presentado el regreso del Alfa Romeo 33 Stradale, un icono de 1967 que fue diseñado por Franco Scaglione. Este nuevo modelo no solo lanza un puente entre el pasado y el futuro de la marca, también inicia el resurgir de la ‘fuoriserie’ (fabricación a la carta), futuros modelos fabricados de manera artesanal y en el que participan desde el inicio sus compradores. Por ejemplo, cada propietario ha podido ‘firmar’ personalmente el número de chasis.
Es por este motivo que las 33 unidades de la serie limitada de este espectacular Alfa Rome 33 Stradale son únicas y exclusivas y ya están todas vendidas. ¿El precio? Una incógnita.
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¿Motor V6 o eléctrico?
Si ya en 1967 se hizo realidad un sueño que permitió a la marca regresar a las carreras, ahora ese sueño se vuelve a repetir con el 33 Stradale del siglo XXI. Un súper deportivo biplaza que puede montar (lateralmente en el centro) un motor V6 biturbo de 3.0 litros con más de 620 CV o un sistema propulsor formado por tres motores eléctricos que en conjunto desarrollan más de 750 CV. El motor de gasolina se combina con el cambio automático DCT de ocho velocidades, tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado. El eléctrico también es tracción total y homologa una autonomía estimada de 450 kilómetros.
Su conductor puede elegir entre el modo de conducción Road o carretera que se activa al arrancar el coche, o el modo Track o pista donde se garantiza máxima potencia, rápida respuesta y una suspensión más rígida.
Las prestaciones en cualquier caso son muy elevadas. Alfa Romeo anuncia una velocidad máxima de 333 km/h para el V6 (310 km/h para el eléctrico), una aceleración de 0 a 100 en menos de tres segundos y una frenada de 100 a 0 en menos de 33 metros.
Sus componentes están a la altura de estas cifras. Equipa suspensión de doble brazo con amortiguadores activos con eje delantero elevable unos 50 mm (a menos de 40 km/h) para garantizar tanto la maniobrabilidad como el confort. El sistema de frenado es el de Alfa Romeo Brake-By-Wire y los frenos cerámicos son de carbono Brembo.
La rigidez y la ligereza de la carrocería se consiguen con un bastidor en H de aluminio y el monocasco de fibra de carbono. También se ha optado por una estructura del techo en fibra de carbono y aluminio, con puertas como alas de mariposa. Los marcos de las ventanillas también son de fibra de carbono, con la luneta trasera de policarbonato.
Desarrollo artesanal y único
El equipo de profesionales la ‘Bottega’, inspirado en los talleres del Renacimiento y en los carroceros de los años 60, se ha encargado de su desarrollo teniendo en cuenta en todo el proceso la opinión de sus clientes. También ha contado con el apoyo del piloto de F1, Valtteri Bottas, para su puesta a punto. Lo ha puesto a prueba en la legendaria pista de Balocco.
Cada una de las 33 unidades se han fabricado a mano en la Carrozzeria Touring Superleggera como si fueran un sastre que hace el traje a medida. Según explica la marca, cada coche está diseñado para ser una obra de arte única e irrepetible, con el objetivo de formar parte de la historia de Alfa Romeo. Ejemplo de ello lo encontramos en que cada uno se matricula según un procedimiento exclusivo y con un número de bastidor específico. En concreto, las tres primeras letras identifican la marca Alfa Romeo "ZAR", mientras que los últimos cinco dígitos fueron elegidos en conjunto con los 33 clientes y definen el vehículo como "33STR". Finalmente, los últimos ocho dígitos pueden ser personalizados por los 33 propietarios y actuar como la "firma" del cliente. Inicialmente, los clientes han podido elegir entre tres colores de carrocería exclusivos que rememoran la historia del 33 Stradale: el clásico Rosso Alfa pastel, una reinterpretación del azul real, y el más sofisticado Rosso transparente tintado, conocido como "Villa d'Este".
Este proyecto, por tanto, viene a confirmar el objetivo de Alfa Romeo de producir ediciones limitadas exclusivas a través de procesos artesanales, innovación tecnológica y una profunda interacción con los clientes. “Este es el primer coche "fuoriserie" (fabricado a medida) de la marca desde 1969, y prometo que no será el último", ha dicho su CEO Jean-Philippe Imparato.
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Belleza italiana
Elegante, innovador, aerodinámico, moderno y con el toque italiano, el nuevo 33 Stradale mantiene el ADN del icono de 1967 pero se aleja de la copia. Tiene una longitud de 4.637 mm, una anchura de 2.171 mm (1.966 sin espejos), una altura de 1.226 mm y una distancia entre ejes de 2.700 mm.
Las proporciones del vehículo están totalmente en línea con el original: la distancia entre ejes está en relación con la longitud y el diámetro de las ruedas está en relación con la altura. Pero algunos detalles de diseño se han cambiado, como la parte trasera y que la altura máxima no está a la altura del parabrisas, como en cualquier otro deportivo, sino en el centro del techo.
El resultado es un frontal potente, musculoso y con la redondez típica de Alfa; un lateral esbelto y dinámico con dos grandes tomas de aire y unas puertas con apertura ‘elytra’ o mariposa y una brutal trasera con forma de V central, pilotos evolucionados e intermitentes divididos en dos, una integrada en el centro del grupo óptico y otra que emerge del lateral del guardabarros.
La aerodinámica es otra de sus claves y se sitúa en un coeficiente de 0,375 gracias a sus formas esculturales y a otras soluciones como las que se utilizan en los faros, a los que se les ha añadido un toma de aire en la parte inferior, la ranura aerodinámica en los laterales, o el brazo de soporte de los retrovisores con doble función de alerón y sus formas esculturales.
El interior del Alfa 33 Stradale
Los interiores se ofrecen en dos niveles de acabado: "Tributo" y "Alfa Corse. El primero utiliza el cuero y aluminio en homenaje al coche histórico y el segundo es el más deportivo y combina fibra de carbono y Alcantara. En ambos casos, prima el minimalismo y la calidad.
La consola central destaca por un número limitado de controles para facilitar la conducción. Directamente delante del conductor hay una pantalla telescópica para el cuadro de instrumentos en 3D con gráficos de fácil lectura. Le acompaña un volante deportivo desprovisto de todos los botones que suele llevar y con levas de cambio de aluminio. En el caso del acabado Tributo el volante es de tres radios en aluminio, y en el Alfa Corse, es de fibra de carbono. En general encontramos un diseño inspirado en las cabinas de avión.
Las salidas de aire tradicionales se ocultan en el propio salpicadero. Además, entre el salpicadero y el túnel central se encuentra una gran pantalla escamoteable, para gestionar todos los ajustes. Dentro del equipamiento, se incluyen cómodos y envolventes asientos y un potente sistema de audio Premium de siete altavoces, para una inmersión total de sonido. También destaca que los mismos materiales y colores que los asientos se utilizan en la tapicería de los paneles de las puertas, el salpicadero, el habitáculo y el túnel central.
Y hasta aquí lo más destacado de esta nueva creación italiana, un modelo con el que Alfa Romeo ha querido estar a la altura de su pasado y enorgullecer a la afición de Alfistas.
Siempre nos quedará Alfa Romeo , espero