Llega el Alfa Romeo Junior Ibrida. Tras ocho años de ausencia en el segmento B, Alfa Romeo ha regresado con fuerza gracias al lanzamiento del Alfa Romeo Junior, un SUV compacto que mide 4,17 metros de largo, 1,53 metros de alto y 1,78 metros de ancho y que está disponible con dos versiones eléctricas y una híbrida.
Ya tuvimos ocasiones de contarte, durante su presentación estática, todos los detalles de diseño del nuevo Alfa Romeo Junior -un diseño, por cierto, firmado por el español Alejandro Mesonero-Romanos-, e incluso puedes leer la prueba de la versión eléctrica más prestacional, el Alfa Romeo Junior Veloce, en el Circuito de Balocco, realizada por Joan Dalmau.
El Alfa Romeo Junior Ibrida, la versión híbrida, se postula como la más sensata de la gama y la que ocupará el grueso de las ventas de este modelo. La hemos probado en un largo periplo que nos ha llevado de Madrid a Soria, de Soria a Palencia y de Palencia a Madrid, con algunos desvíos en el camino: un total de 900 km en los que hemos podido comprobar cuánto de Alfa queda en este pequeño SUV con etiqueta ECO tras su apuesta por la eficiencia.
Alfa Romeo Junior Ibrida: una sugerente estética
Aunque ya te contamos todo sobre el diseño del Alfa Romeo Junior, muy enfocado a mejorar su aerodinámica, ha habido algunos cambios respecto a la información inicial, como es el caso de la calandra. Hay dos disponibles y aunque en un primer momento se dijo que estarían vinculadas a la motorización, cambiarán en función del acabado, con tres disponibles: E-Tech, Premium (más Speciale) y Sport o Deportivo.
Así, el de acceso a gama lucirá el ‘Scudetto Leggenda', que recuerda al de los Alfa clásicos, mientras que el ‘Scudetto Progresso’ estará reservado para las versiones superiores y el Junior Veloce.
Además, la versión Speciale, que es la de nuestra unidad de pruebas, luce el nombre de la versión -que no el del modelo- en la carrocería, así como llantas de aleación Fori de 18 pulgadas y un kit de carrocería al que han llamado ‘Diabolik’, con inserciones Rosso Brera y cristales traseros tintados. Diabólico no sé, pero lo cierto es que con esta configuración el Junior se ve bastante agresivo y muy en línea con el pedigrí de la marca. En la calle, atrae unas cuantas miradas…
A bordo del Alfa Romeo Junior Ibrida
El ambiente atlético continúa a bordo del Alfa Romeo Junior Ibrida Speciale, aunque sí, hay reminiscencias de otros modelos del grupo Stellantis, especialmente en la consola central, de cuestionable ergonomía por su posición baja y retrasada, que hereda de sus primos franceses elementos como el selector de modos de conducción.
Sin embargo, hay otros detalles que conservan la esencia de la marca italiana, como son el cuadro de instrumentos digital Cannocchiale de 10,25 pulgadas, las salidas de aire con el logotipo retroiluminado de ‘Il Biscione’ y también volante de cuero, pedales deportivos y unos asientos de tela y vinilo con detalles en rojo, que lucen de nuevo el logotipo de la culebra en el reposacabezas.
Además, en esta versión son calefactados, tienen regulación eléctrica y función de masaje en el puesto del conductor. Es un habitáculo acogedor, si bien penaliza en algunos puntos como la presencia de plásticos duros en el salpicadero o la posición de la pantalla del sistema de infoentretenimiento, que, aunque tiene buena resolución y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, tiene 10 pulgadas y está en una posición demasiado baja, al igual que los botones de control de la climatización, lo que obliga a distraernos más de lo que nos gustaría si queremos manejarlo durante la marcha.
900 km con el Alfa Romeo Junior Ibrida: prueba dinámica y de eficiencia
El Alfa Romeo Junior Ibrida está equipado con un sistema de tracción híbrida MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle) que combina un motor turbo gasolina de tres cilindros y 1.2 litros con otro eléctrico de 21 kW (28,5 CV)y una batería de 48 V, generando una potencia total de 136 CV, que se transmite al eje delantero a través de un cambio de doble embrague de 6 velocidades, que, por cierto, trae integrado el motor eléctrico, que trabaja junto con el inversor y la unidad de control de la transmisión.
Este cambio, que también podemos manejar mediante las levas del volante, no solo gestiona la potencia de manera muy fluida, lo que transmite la sensación de estar circulando siempre en la marcha correcta sin apenas notar los cambios automáticos, sino que también ayuda a encontrar la mejor relación para mejorar la eficiencia.
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El Alfa Romeo Junior cuenta además con tres modos de conducción -Dynamic, Natural y Advanced Efficiency-, que actúan directamente sobre la potencia y el régimen de la caja de cambios modificando su comportamiento. No actúa sobre la dirección ni suspensiones, como sí ocurre en el Veloce, pero lo cierto es que el tarado que encontramos es ya muy bueno, con un nivel de firmeza considerable pero que no afecta demasiado al confort en carreteras rotas o ante badenes o resaltos.
De hecho, aunque el Alfa Romeo Junior Ibrida lleve la misma plataforma e-CMP2 de Stellantis, la puesta a punto final de la relación de dirección y los ajustes en las suspensiones es cosa de Alfa Romeo… y se nota. Transmite mucha confianza en las curvas, se muestra estable y ágil -puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 8,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 206 km/h- y comunica muy bien todo lo que ocurre bajo nuestros pies. En este apartado, saca más su vena de compacto que de SUV.
Para el primer trimestre de 2025 está prevista una versión con tracción total, el Alfa Romeo Junior Ibrida Q4, en la que se añadirá un segundo motor eléctrico al eje trasero, de manera que el propulsor situado en la parte delantera funcionará como una especie de generador para que el trasero disponga de energía continuamente.
Los asientos recogen bien el cuerpo y a pesar de todos los kilómetros recorridos, mi nivel de fatiga al llegar a mi destino final era bajo; hay otra opción más deportiva, con el paquete Sport, cuyos asientos están firmados por Sabelt, pero considero que los de mi unidad resultan bastante más equilibrados para viajar cómodamente.
Por otro lado, el habitáculo está muy bien aislado, e incluso aunque circulamos en la zona alta del cuentavueltas, el bloque tricilíndrico de gasolina tan solo se hace presente con un rumor muy sutil que, a mi juicio, resulta agradable para recordarnos la presencia de la combustión. En ciudad, este desaparece prácticamente al 100% y se convierte en un coche tremendamente silencioso, puesto que el sistema híbrido permite realizar casi todas las maniobras urbanas y trayectos cortos en modo eléctrico, lo que ayuda a regular el consumo.
La batería se recarga automáticamente durante frenadas y aceleraciones, asegurando una conducción eléctrica muy suave, con capacidad para operar hasta 150 km/h con una carga limitada. Además, gracias a su radio de giro de 10 metros, resulta muy fácil callejear con él y aparcar. Tan solo el diseño de sus pilares B y C penalizan ligeramente la visibilidad… pero presumir de esa trasera tan sugerente tiene un precio.
No hemos hablado aún del consumo, pero el veredicto es muy bueno. Buena parte de la ruta transcurrió por autovía y carreteras convencionales, donde hice una conducción más dinámica, exprimiendo el potencial del Alfa Romeo Junior Ibrida, y el resultado final fue de 6,6 litros a los 100 km.
En ciudad, homologa 5,2 litros a los 100 km y nuestra prueba arrojo una cifra de 5,7 litros/100 km. Con esto, queda claro que a un ritmo más contenido y en condiciones de conducción cotidianas, será fácil acercarse al consumo combinado que homologa, de 4,9 litros a los 100 km.
Conclusión y precio
Tras mi largo viaje acompañada de la nueva apuesta de Alfa Romeo para el segmento de los SUV compactos, me quedo con buen sabor de boca. Es un coche que llama la atención por su diseño poco convencional, la esencia de Alfa sigue presente en la parte dinámica y aunque podría mejorar algunos puntos, especialmente en su habitáculo, es un producto maduro que se ha ganado ya el título a finalista de ‘Coche del Año 2025’. Su precio arranca en 28.147 euros para la versión Ibrida y desde 31.000 euros para la Ibrida Speciale.
Se nota la plataforma de la que deriva , pero son los tiempos que nos toca vivir , nos gustaría que Alfa Romeo fuera independiente y nos tocara la fibra como siempre ha echo , pero no es así , dicho esto si tengo que elegir entre un alfa y otros vehículos similares , yo siempre un alfa incluido este
¿Más que un Mazda CX30 con motor 4 cilindros y 2,5 l? Está en lo mismo en cuanto a precio y es más coche.