Comodidad con carácter
Como una de las principales referencias dentro del segmento de los compactos Premium, el nuevo A3 ofrece en su gama alternativas para casi todos los gustos. En esta ocasión nos hemos puesto al volante de la última motorización en integrarse en la gama, que al mismo tiempo es la más potente de todas. Hacemos referencia al propulsor 2.0 TDI Clean Diesel de 184 CV, que hemos probado asociado al cambio automático S Tronic de seis velocidades y al sistema de tracción integral Quattro. Esta variante da como resultado un automóvil de alto confort y con cierta alma deportiva gracias a la suspensión S Line opcional de nuestra unidad.
Por su parte, el incremento de cotas recibido por el modelo alemán en su renovación más reciente genera un habitáculo más espacioso, sobre todo para los pasajeros traseros. También se agradecen los litros adicionales que ha ganado el maletero. A ello cabe sumar una alta calidad de acabados, en la línea habitual a la que nos tiene acostumbrados la firma de Ingolstadt. No obstante, el desembolso que exige esta versión no es precisamente bajo, motivo que puede suponer un verdadero principal hándicap.
Más presencia
Con una longitud de 4,31 metros, una anchura de 1,78 m y una altura de 1,43, el compacto alemán es ligeramente más grande que el modelo precedente. La cota que más ha aumentado es la distancia entre ejes, que ha crecido en casi 6 cm. hasta los 2,64 m. Siguiendo los parámetros de diseño de la marca de los cuatro aros, el morro está presidido por una parrilla de forma trapezoidal rodeada por un fino marco cromado. Destacan también las ópticas afiladas y las considerables entradas de aire en la parte inferior.
Si nos fijamos en su vista de perfil apreciamos su marcada línea de cintura, consolidada por una nervadura lateral que le genera una apariencia más atlética. Y es que el compacto de Audi se distingue, como de costumbre, por una silueta estilizada y deportiva sin pasar por alto su elevada prestancia, a lo que contribuyen unos pasos de rueda ligeramente sobredimensionados.
La parte trasera superior finaliza con un discreto spoiler del techo que agrega un toque de deportividad en esta zona del vehículo. De serie incluye la luz de freno adaptativa que, en caso de frenar a fondo, parpadea rápidamente para avisar al conductor que circula detrás de nosotros de que se trata de una frenada de emergencia. El paquete S Line de nuestra unidad incluye adicionalmente detalles exclusivos como la parrilla y el alerón y el difusor del parachoques trasero específicos, así como la salida de escape cromada.
Espacioso y sofisticado
La imagen exterior se traduce en un interior elegante y eminentemente sobrio. El sistema de infoentretenimiento incluye una pantalla retráctil eléctricamente situada en la parte alta del salpicadero. El hecho de estar posicionada en esta zona elevada facilita considerablemente su visibilidad. Mientras tanto, la consola central está bastante simplificada y proporciona una buena ergonomía al conductor al estar orientada hacia él. Buena parte de los sistemas disponibles en el vehículo se gestionan mediante el mando MMI, situado muy a mano y que se distingue por su sencillez de uso.
Entre el equipamiento de serie del acabado Ambition también destacan elementos como el climatizador o el sistema Audi Drive Select, que permite elegir el modo de conducción, completados de forma opcional en nuestra unidad con el sistema acústico de asistencia al aparcamiento trasero (490 euros) y el control de crucero adaptativo (685 euros).
El incremento de tamaño del nuevo A3 ha venido acompañado de un habitáculo más generoso del cual se benefician todos los ocupantes. Por un lado, el puesto de conducción es ligeramente más grande, si bien la diferencia no supone un cambio muy significativo. El asiento, eso sí, es nuevo y se caracteriza por su confort, sujetando el torso de forma muy efectiva. Hay que señalar que existe una zona almohadillada para la rodilla derecha en la consola central que contribuye a la comodidad durante la conducción. No hay que olvidar que el modelo ahora cuenta con un nuevo freno electromecánico, con lo que la habitual palanca del freno de mano ha pasado a mejor vida.
La excelente calidad de acabados se percibe desde el primer momento, tanto en el volante multifunción como en los materiales utilizados en la fabricación de los mandos y de los distintos paneles. Los pasajeros traseros sacan provecho del aumento de 5,8 cm. de la batalla en cuestión de espacio para las piernas. De cara a cargar el equipaje, el maletero cuenta con un volumen de 380 litros, lo que supone un aumento de 15 litros con respecto al anterior A3. Si necesitamos una mayor capacidad, podemos disponer hasta de un volumen de 1.220 litros si abatimos los asientos traseros.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Prestaciones eficientes
Bajo el capó de nuestra unidad se encuentra la mecánica 2.0 TDI Clean Diesel. De entre las dos variantes de este propulsor disponibles hemos escogido la más potente, de 184 CV, que a su vez es la más reciente en incorporarse a la gama. Esta alternativa cuenta con un par motor de 380 Nm entre 1.750 y 3.250 rpm que se traduce en una excelente respuesta en la zona baja del cuentarrevoluciones, que se mantiene cuando llega la hora de exigirle aceleraciones más contundentes.
El motor trabaja conjuntamente con la caja de cambios S Tronic de seis velocidades, de obligatoria elección si optamos por el sistema de tracción quattro de la unidad probada. La transmisión automática de doble embrague se distingue tanto por su rapidez de cambio como por su suavidad de funcionamiento, así como por el buen aprovechamiento del caballaje del vehículo. De esta forma, en cuestión de prestaciones, esta versión es capaz de completar el 0-100 km/h en 6,9 segundos (más rápido que un BMW 120d con cambio manual, por ejemplo), mientras que su velocidad máxima es de 230 km/h.
Por su parte, el modelo homologa un consumo de sólo 4,9 litros cada 100 km, si bien nosotros no conseguimos una media tan ambiciosa. A pesar de ello, los 5,5 litros que marcó el ordenador de a bordo suponen un valor magnífico teniendo en cuenta la cilindrada y potencia del turbodiésel que da vida a este A3. Estas cifras, unidas a unas emisiones de CO2 de 129 g/km le sitúan entre las alternativas más eficientes de su segmento.
Toque deportivo sin perder el confort
De manera opcional, este A3 en acabado Ambition monta la suspensión más firme de cuantas pueden equiparse. Se llama S Line, y está rebajada en 2,5 cm. con respecto a la suspensión convencional del modelo. Estos milímetros se agradecen, sobre todo, cuando nos movemos a velocidades elevadas por carreteras de montaña, pues contribuyen a permitir un paso por curva más rápido y, a la vez, un nivel de estabilidad superior.
Pese a su tarado más duro, esta suspensión copia de forma muy adecuada los pequeños baches de la calzada y, aunque se perciben algo más que en la suspensión de serie, ello no hace que el vehículo resulte incómodo. Asimismo, el modelo dispone de una dirección muy precisa que permite afinar mucho la trazada en conducción deportiva. Como hemos comentado anteriormente, la unidad que hemos conducido dispone de tracción integral gracias al conocido sistema quattro del fabricante alemán. Gracias a ello, en conducción en circunstancias adversas como lluvia el agarre es fenomenal.
Cabe destacar también la presencia del sistema Audi Drive Select, que permite escoger entre diversas configuraciones de comportamiento del vehículo. La primera de ellas se denomina Auto, seguida de Comfort que, como su propio nombre indica, modifica la conducta del automóvil en base a la comodidad de marcha. Otro de los modos de conducción es el Efficiency, en el que el ahorro de combustible es el principal objetivo. Mientras tanto, con el modo Dynamic sacaremos el máximo rendimiento deportivo al modelo alemán. Por último, la configuración Individual nos permite adaptar diferentes parámetros de forma personalizada.
Conclusión
El propulsor 2.0 TDI de 184 CV supone una gran alternativa si buscamos prestaciones y eficiencia en un mismo propulsor. Y para ganar aún más deportividad, gracias a la suspensión opcional S Line el vehículo logra unos grandes resultados dinámicos al rodar a ritmo fuerte por todo tipo de carreteras. Ello se compatibiliza con un alto grado de confort para los ocupantes y una gran suavidad de marcha a la que levantamos el pie del acelerador.
El modelo de la firma de los cuatro aros, asimismo, ofrece un interior sofisticado, espacioso y de muy buena calidad. Uno de los pocos “peros” de esta versión lo encontramos en el precio. Y es que, con la combinación de cambio automático y tracción quattro que hemos probado (ambos elementos deben ir obligatoriamente combinados si elegimos este motor), el precio sin contar opcionales es de casi 40.000 euros.
Ese motor es la bonba pero el a3 es carísimo en el león equipado a tope con ds26 mil. Yo recomiendo el dsg soy taxista en Madrid tengo un jetta 2.0 reí 110cv de 2008 y en 560000 km de motor la única avería una egr. Con algo más de 300 mil km se le cambiaron los 2 embragues y hasta hoy va perfecto