Audi A6 3.0 BiTDi Quattro

No cambia nada respecto a sus hermanos de gama en lo que respecta a dimensiones, estética y estilo por lo que, este Audi A6, pese a su ya larga permanencia en el mercado,sigue siendo una de las berlinas más cotizadas. Del A6 podemos destacar su elegancia, su completo equipamiento y su calidad pero, en nuestra prueba de hoy, todo eso quedará en un segundo término ya que el verdadero protagonista de esta versión está bajó el capó delantero.

El A6 ofrece unos niveles de confort, de lujo y de estilo realmente elevados que lo acercan, de alguna manera, a su hermano el A8. Sin duda, este es uno de los puntos a su favor como también lo son el alto nivel de calidad y de acabados de primer orden que ofrece y el hecho de que dinámicamente es realmente efectivo dadas sus dimensiones y de no tratarse de un coche de carácter deportivo.

Pero el verdadero protagonista, como decía al principio es su motor diésel. Un motor V6 3.0 BiTDi con 313 CV que, estoy seguro, será capaz de “encandilar” incluso a los más escépticos respecto a los propulsores alimentados por gasoil. Además de ofrecer una gran respuesta, tiene un sonido que haría perder dinero a quien apostara que “aquello que suena” no es un motor diésel.

Aunque estéticamente sigue mostrándose bastante discreto, el A6 mejoró, en su último y ligero rediseño, tanto en algunos detalles aerodinámicos como en la imagen deportiva derivada del acabado S Line y de las llantas de 18 pulgadasque equipa esta versión. En el interior se aprecia el mantenimiento de una elevada calidad. El habitáculo es grande, amplio y ofrece una sensación de lujo y confort más que notable.

En el salpicadero destacan los acabados de aluminio cepillado y detalles “a la última” como la pantalla del equipo multimedia y de navegación escamoteable situada en una posición cómoda para poder consultar su información sin desviar en exceso la vista de la carretera.

El sistema MMI se controla desde el habitual mando situado en el centro de la gran consola central y dispone de una superficie táctil "touch pad" en la que se puede introducir las indicaciones del navegador escribiéndolas con el dedo. Además, la amplia consola alberga la palanca del cambio Tiptronic -única posibilidad para esta versión- el botón de arranque y parada del motor y la tecla que acciona el freno de estacionamiento eléctrico.

La posición de conducción es realmente cómoda, la información de cuadro de instrumentos y del head-up-display resulta completísima, los asientos presentan multitud de reglajes, las plazas son amplias y dispone de un gran apoyabrazos delantero con dos portabebidas y un cofre.

Pero es en las plazas traseras donde más se ganó respecto al modelo precedente y ahora ofrece más espacio gracias a que se ha retrasado la banqueta y se ha logrado que el ocupante de la plaza central viaje mejor y más cómodo. Pese a ello, el respaldo y la zona central de la banqueta posterior siguen siendo menos confortables que las dos plazas exteriores que, por el contrario, son extremadamente cómodas y amplias.

El respaldo de la plaza central se convierte en apoyabrazos y alberga un pequeño botiquín y dos portabebidas. Entre los dos asientos delanteros se instala la salida de aire y calefacción trasera con mandos para los ocupantes de las plazas posteriores. Por supuesto dispone de conexiones auxiliares para aparatos electrónicos, aunque algunas de ellas son extra.

El maletero está en línea con el conjunto del coche y ofrece una capacidad de 530 litros muy bien acabado y sin salientes ni recovecos que dificulten la carga.

Sin duda, el A6 es una berlina lujosa y bien acabada en la que no echaremos en falta casi nada aunque para ello tendremos que pagar un precio algo elevado en opciones. Si queremos disponer de faros completos de LED, asistente de aparcamiento, control de distancia delantero y trasero, navegador con pantalla a color y asistente de visión nocturna, lo pagaremos como extra.

Lo mismo ocurrirá si deseamos disponer de asistente de mabio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, Head-Up Display o asientos delanteros eléctricos, con calefacción, masaje, ventilados y tapizados en cuero. Con el acabado S Line tendremos suspensión deportiva, llantas de 18”, volante deportivo de cuero, asientos deportivos, molduras S Line, difusor trasero específico, parachoques, parrilla delantera y tubos de escape con embellecedores cromados pero, una vez más, deberemos abonarlo aparte.

Si deseamos más opciones existe la opción de montar climatizador de cuatro zonas, cristales sobretintados, apertura del maletero por detección del pie, techo eléctrico, conexión a Internet y teléfono con teclado en la consola central y TV Digital. Sin duda una amplia lista que hace que el A6 3.0 BiTDi pase de los 62.020 € que cuesta con el equipamiento de serie a los 89.415 de la unidad probada, sin incluir en esta lista los 10.480 € de los discos de freno cerámicos ni los 7.620 € del Sonido Bang & Olufsen (15 altavoces/1300 W). En mi opinión dos “extras” prescindibles por lo que aportan y demasiado caros.

Se me hace raro destacar el sonido de un motor diesel pero os aseguro que en este caso está justificado. Aunque no soy un “enfermo” de cómo o cuánto suena un coche, cuando lo conduje por primera vez me sorprendió cómo sonaba a cualquier régimen. Para conseguir ese efecto, Audi le ha instalado un modulador de sonido en el escape a modo de “altavoz” que acerca el “rugir” de este motor diesel al de un V8 de gasolina, por ejemplo.

El nuevo propulsor V6 Diesel 3.0 BiTDI, disponible también en los A6 Avant y A7 Sportback, ofrece una potencia 313 CV entre 3.900 y 4.500 rpm, un par máximo de 650 Nm entre 1.450 y 2.800 rpm. y utiliza una tecnología de sobrealimentación con dos turbocompresores refrigerados por agua conectados por una válvula específica.

A bajas revoluciones la válvula se mantiene cerrada y el turbocompresor más pequeño es el que trabaja. Sobre las 2.500 rpm, la válvula se abre progresivamente para que sea el grande el que actúe de forma individual entre las 3.500 y las 4.000 rpm. Este sistema le confiere una respuesta correcta aunque no estamos seguros que se haya conseguido la respuesta deseada a bajo régimen.

La velocidad máxima está limitada a 250 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos. Tal como ya os he avanzado, este propulsor sólo está disponible con el cambio Tiptronic de ocho relaciones y el sistema de tracción integral permanente Quattro en su nueva configuración dotada de diferencial central de corona.

Dinámicamente el A6 tiene el comportamiento ya conocido en otras versiones, es decir, es un coche que puede invitar a ser conducido por un chófer o a practicar una conducción rápida y deportiva a su volante. En cualquiera de los dos casos ofrece buenos resultados con las suspensión adaptativa.

Pese a ser un coche de casi cinco metros y de pesar 1.865 kilos, el A6 será capaz de moverse bien en zonas viradas si utilizamos el Audi Drive Select. Éste selector de modos de conducción permite adaptar a nuestros gustos el buen tacto de dirección y una capacidad de tracción fantástica.

En modo Comfort disfrutaremos de gran comodidad con un tarado de suspensión blando que hará las delicias de sus ocupantes, siempre que no circulemos a una velocidad “ligera” en carreteras viradas. Ahí, se muestra demasiado blando y con balanceos. Pero no hay problema. Pasamos a modo Dynamic y nuestra berlina de lujo se convierte en un coche mucho más apto para disfrutar en zonas viradas, eso si, en detrimento del confort. En mi opinión la diferencia entre un modo y otro es notable y me parece que así debe ser.

En lo que respecta al motor pocas pegas podremos encontrar a un propulsor diésel capaz de ofrecer mucha potencia, una respuesta en la zona alta sorprendente por su margen de utilización y unos consumos que se deben considerar más que correctos dadas las características del vehículo. En la prueba, obtuve un consumo medio superior a los 8,5 litros. Aunque Audi lo cifra en 6,4 debemos considerarlo un buen consumo, inferior al de un gasolina de similar potencia, peso y tracción.

El nuevo motor 3.0 BiTDi me ha encantado por respuesta, tacto y sonido. Tan sólo se le puede echar en cara el “vacío” que transmite hasta que el turbo pequeño empieza a actuar. En los primeros instantes de respuesta el A6 es lento y se nota pesado, pero es una sensación que desaparece en cuanto la sobrealimentación empieza a funcionar y nos lleva hacia la parte alta del cuentavueltas con rapidez y contundencia.

Seguramente, quién desee una berlina más deportiva “se tirará” a por un S6 o similar. Los puristas de “la gasolina” no querrán dar su brazo a torcer y seguirán apostando por vehículos de similares características pero con ese tipo de combustible. Pero el A6 con el nuevo motor 3.0 BiTDi de 313 CV es, en nuestra opinión, una magnífica opción que ofrece una polivalencia extraordinaria entre prestaciones y consumo.

Para aquellos que quieran un A6 pero no se conformen con un diésel tragamillas de cuatro cilindros y quieran conservar una buena reserva de potencia bajo el pie derecho en todo momento, esta versión es, sin duda, una de las que deberá tener en cuenta.