Las balizas GPS llegarán a la M-30 y no volverás a perderte una salida

Madrid Calle 30 ha lanzado un contrato para el suministro e instalación de un sistema de balizas GPS, lo que permitirá solucionar uno de los mayores problemas de la M-30: la falta de posicionamiento GPS en sus túneles. A partir de la primavera de 2025, la M-30 de Madrid contará con un sistema de balizas GPS que permitirá a los conductores navegar con precisión en su extensa red de túneles subterráneos.

El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Madrid, tiene como objetivo mejorar la seguridad vial, ofreciendo un soporte de navegación continuo en la carretera de circunvalación más transitada de España. La instalación promete ser una solución efectiva y repercutir en la comodidad y la seguridad de los usuarios. Pero, ¿cómo funcionan realmente estas balizas y qué impacto tendrán en los conductores?

El tráfico en los túneles de la M-30 ha sido, durante mucho tiempo, un problema tanto para residentes como para visitantes que dependen de sistemas de navegación para guiarse por los 32,5 kilómetros de extensión de esta circunvalación. Debido a la ausencia de señal GPS en ciertos puntos del trazado subterráneo, los conductores se han encontrado en más de una ocasión, con problemas para identificar con claridad las salidas de la M-30 con todo lo que ello conlleva: frenazos, dudas y demás situaciones que pueden comprometer la seguridad vial de los conductores.

Con la implementación del nuevo sistema de balizas electrónicas bluetooth, estos problemas quedarán atrás. Las balizas no solo proporcionarán una orientación precisa a navegadores como Google Maps o Waze, sino que mejorarán la fluidez del tráfico, al reducir las maniobras improvisadas debido a la falta de información en tiempo real.

Este proyecto, con un presupuesto de 223.120 euros, forma parte de un plan más amplio para modernizar las infraestructuras de la M-30 y adaptarlas a las nuevas necesidades tecnológicas. Las balizas que se van a instalar son similares a las utilizadas en otras ciudades con redes de túneles complejas, como Tokio y París.

Las balizas GPS que se instalarán en la M-30 utilizan una tecnología de radiobalizas bluetooth, que operan a través de señales de corto alcance que se comunican con los dispositivos de navegación de los vehículos. En lugar de depender de satélites que no pueden penetrar las capas subterráneas de los túneles, estas balizas emiten señales que los receptores en los vehículos captan y utilizan para calcular su posición exacta en el mapa.

Estas señales permiten que los sistemas de navegación, como Google Maps y Waze, funcionen sin interrupciones, proporcionando instrucciones precisas a los conductores. Al estar distribuidas cada 20-40 metros a lo largo del túnel, las balizas aseguran una cobertura continua, lo que se traduce en este posicionamiento preciso del vehículo, incluso en los tramos más profundos y extensos.

La tecnología de estos dispositivos se integra de manera eficaz con los sistemas de navegación modernos, sin necesidad de actualizaciones complejas para los usuarios, lo que facilita su implementación masiva. El sistema utilizado en Madrid está basado en un estándar europeo de posicionamiento subterráneo, uno de los más avanzados en términos de precisión y fiabilidad. Además, al tratarse de un sistema compatible con tecnologías ya disponibles en los teléfonos inteligentes y otros dispositivos, no requerirá de hardware adicional en los vehículos, lo que convierte a esta solución en una de las más accesibles y económicas a nivel global.

Básicamente, con las balizas en funcionamiento, los conductores podrán recibir indicaciones claras en tiempo real, evitando los típicos problemas de navegación dentro del túnel, como tomar salidas incorrectas o cambiar de carril en el último segundo.

Además, esta tecnología tiene un impacto directo en la fluidez del tráfico. Al contar con un sistema de guiado constante, los conductores tomarán decisiones más informadas, lo que reducirá las maniobras inesperadas y contribuirá a un flujo de vehículos más ordenado. En términos de seguridad, la posibilidad de reaccionar con antelación a las indicaciones del navegador reducirá el riesgo de accidentes en un entorno ya de por sí complicado por la falta de visibilidad y señalización convencional.

En cuanto a su instalación, esta es sumamente sencilla comparada con otras obras de mantenimiento. Su instalación se realizará en los laterales del túnel, fijadas a las bandejas de cables mediante un soporte de aluminio para garantizar estabilidad sin interferir en la infraestructura. La instalación de las balizas comenzará a finales de 2024, con una previsión de tener el sistema completamente operativo en la primavera de 2025.