Diversión y deporte con el intrépido nuevo BMW X1
¡Por fin llegó la nieve! Lo estaba deseando. Ya tenía ganas de que llegara el frío y que las montañas se cubrieran de blanco… Y no te voy a engañar, también para tener una nueva excusa y organizar otro viaje con mi nuevo BMW X1.
Le propongo a mi novia Elena irnos el fin de semana con nuestros amigos Raúl y Sara. Ha llegado el momento de desempolvar los esquíes. Las fijaciones están en buen estado, busco las botas, los bastones y toda la ropa. ¡Importante las gafas y la crema de sol!
Una de las novedades del nuevo BMW X1 es que las barras del techo son multifuncionales y me facilita enormemente el poder transportar los esquíes con seguridad utilizando un soporte especial con cerradura. También tengo la bolsa para esquíes que compré en el concesionario para llevarlos dentro del habitáculo pero prefiero usarla cuando sólo viajamos Elena y yo.
¡Llega el momento de cargar el maletero! Es en estos momentos previos a un viaje cuando me doy cuenta de lo útil que es la apertura del portón trasero sin necesidad de utilizar las manos, ¡se abre sólo con el pie!
¿Todos listos? ¡Chicos, nos vamos a Baqueira! Mi BMW es de espíritu intrépido. Creo que en eso se parece a su dueño ;-). Me gusta la aventura. Busco emoción. Mientras mis amigos y Elena charlan animadamente decido dar un giro al volante. Pronto estamos perdidos por un camino de montaña y todos riendo a carcajadas. Acabamos de ver a una familia de cervatillos corriendo entre los árboles. ¡Pero a dónde nos lleva este camino! Tampoco nos preocupa…
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Me encanta conducir mi nuevo coche. Es estable, seguro, ágil… La tracción a las cuatro ruedas xDrive se adapta a la perfección a cualquier terreno. La nieve ya ha hecho aparición y no con pequeñas cantidades. ¡Sí que ha nevado! La ruta cada vez es más divertida, tanto que ‘casi’ se nos olvida que hemos venido a esquiar. Muy a mi pesar toca bajarse del coche.
Amanece un día estupendo. La nieve está en su punto y los primeros rayos de sol empiezan a caer sobre las pistas de Baqueira Beret. Nos abrigamos bien, nos ponemos las botas y con los esquíes en mano subimos a la estación. El nuevo BMW X1 se queda esperándonos en el aparcamiento.
Cogemos las primeras bajadas con muchas ganas y aprovechamos el día hasta el final. Hemos tenido suerte y no ha habido demasiados esquiadores. No te voy a engañar... Estamos agotados pero cuando llegamos al aparcamiento y veo a mi nuevo BMW X1 cubierto de nieve, se dibuja una gran sonrisa en mi cara. “Amigo SAV (Sports Activity Vehicle), la aventura nos ha vuelto a unir”.
