Cataluña tendrá seis nuevos carros radar en 2025, ¿cómo funcionan?

En noviembre del año pasado el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ponía en marcha unos nuevos radares móviles llamados carros radar o radares en remolque. Ahora anuncia que añadirá seis nuevos carros radar que irán moviéndose por 150 puntos de la red de carreteras de Cataluña.

Son una nueva generación de radares cuyas principales ventajas son su autonomía, facilidad de movilidad, la capacidad de detección de los vehículos y la posterior gestión de la infracción.

Estos radares en remolque se sitúan entre los radares fijos (porque se pueden mantener durante un período largo de tiempo en un mismo punto) y los radares móviles (porque se pueden desplazar a cualquier punto de la red viaria, cuando se estime necesario). Entre sus claves podemos citar:

• No requieren conexión eléctrica.

• Se pueden dejar instalados varios días en un mismo sitio. Gracias a las baterías que incluyen, se pueden dejar hasta una semana sin necesidad de recargarlos.

• Utilizan tecnología láser, por lo que pueden hacer un seguimiento dinámico del vehículo durante unos metros y determinar la velocidad a la que circula.

• Puede detectar el exceso de velocidad en varios carriles.

• Trabaja con conexión a internet, lo que permite gestionar de manera inmediata el expediente de la infracción. No necesita la presencia de un agente de tráfico para tramitar la multa.

• Estos cinemómetros móviles se situarán de forma segura al margen de la carretera y serán visibles para los conductores.

• Otro de los puntos fuertes de estos aparatos es su resistencia. El radar está protegido por una carcasa a prueba de vandalismos.

La Generalitat de Cataluña pone en marcha estos nuevos carros radar para reducir la siniestralidad en dicha comunidad, una siniestralidad que está muy dispersa. Este tipo de radares permitirá controlar vías rápidas, carreteras comarcales y locales. Para determinar en qué puntos de dichas vías situar estos radares en remolque, Tráfico ha hecho un estudio para conocer dónde se concentran más los siniestros.

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Los primeros cuatro radares empezaron a funcionar en noviembre de 2024: Los dos primeros radares en remolque se situaron inicialmente en la C-31 (punto kilómetro 196 a la altura de Bellvitge, en sentido Castelldefels. El segundo radar se puso en marcha en la AP-7, en el punto kilométrico 141, a la altura de Santa Perpétua de Mogoda, en sentido Tarragona.

En los tres primeros días de funcionamiento, estos cuatro carro radares han controlado la velocidad de 65.120 vehículos, captando exceso de velocidad en un total de 9.980 vehículos, los cuales habrán recibido su correspondiente multa.

El Servicio Catalán de Tráfico ha anunciado que en 2025 pondrá en marcha seis nuevos carros radar o radares en remolque con el objetivo de controlar la velocidad de circulación en 150 puntos de la red viaria de Cataluña.

La finalidad de estos nuevos radares es reducir la siniestralidad a las carreteras catalanas, un objetivo que se traduce en este decenio 2020-2030 al reducir al 50% las víctimas mortales por accidente de tráfico. De hecho, en los tramos donde el Servicio Catalán de Tráfico ha instalado un cinemómetro, la siniestralidad ha bajado entre el 65% y el 80%.

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Un total de 180 personas han muerto en la red viaria catalana en 2024, un 21% menos que en 2023 y un 26% menos que en 2019.

Vías con mayor siniestralidad en Cataluña:

Este 2024, la siniestralidad en las carreteras catalanas se ha mostrado muy dispersa. Sin embargo, la carretera con mayor siniestralidad es la C-37, con 7 víctimas mortales. En segundo y tercer lugar, con 6 muertes cada una, están el Eix Transversal (C-25), la N-II, la N-420 y, en cuarta posición, la AP-7 . Sin embargo, esta última vía registró 9 fallecidos menos que el año pasado, con un total de seis.

El SCT también ha anunciado que pondrá en marcha otras medidas para reducir la siniestralidad como: la puesta en marcha de un sistema de velocidad predictiva en la AP-7 que informe de riesgo de accidente; la instalación de un sistema de velocidad variable en la C-58; más controles durante las tardes y fines de semana; más controles en la AP-7 y en vías anexas, especialmente en la C-32 y C-25; incremento de los controles de vehículos pesados en la C-32 norte y C-33; mayor vigilancia en los 550 kilómetros del resto de las carreteras donde se concentran más accidentes con víctimas mortales y heridos graves; y fomento de reuniones periódicas con titulares de las vías para la mejora de las infraestructuras. Además, pondrá en marcha campañas dirigidas a usuarios vulnerables, mayores de 55 años, mayores de 65 años, conductores de furgonetas y vehículos pesados y motoristas.