El "museo secreto" de Seat
En la Zona Franca de Barcelona, donde en 1951 se empezó a construir la historia de Seat con la puesta en marcha de la primera fábrica de la marca, todavía se fabrican piezas de estampación para los modelos que se montan en Martorell y para otras plantas del Grupo Volkswagen. La factoría original, no obstante, fue víctima de la piqueta y los terrenos que ocupaba se devolvieron al Consorcio de la Zona Franca, la entidad pública que gestiona el enorme polígono industrial que envuelve el puerto de la capital catalana. Frente al solar de lo que fuera la fábrica original de Seat, se alza una nave más del actual recinto de la fábrica de estampación, una nave con el nombre de A122 en la puerta, una nave que esconde un tesoro para muchos desconocido.
Tras las puertas de esta nave misteriosa duermen, envueltos en sábanas de plástico, más de 200 automóviles, los vehículos que conforman la colección de coches históricos de Seat. El acceso a la nave no es público de manera que visitarla es un raro privilegio que hoy compartiremos con todos vosotros. Entrar a la nave es como entrar en una de aquellas casas victorianas deshabitadas donde los muebles de estilo barroco están tapados por guardapolvos. La diferencia es que aquí no hay polvo y bajo las fundas transparentes, descansan cuatro filas de coches aparcados en espiga que retratan la historia de la única gran marca española viva, sus modelos, sus ideas, su actividad en competición y, en definitiva, sus 60 años de vida. Porque, efectivamente, este año se cumplen 60 años del nacimiento, muy cerca de esta nave, de la primera unidad del Seat 1400, el primer coche que construyó Seat.
El 1400 puso sobre ruedas a la España franquista de los años 50 en la que sólo había coches de pre-guerra remendados una y mil veces y pequeños cochecillos artesanales con motores de moto. El 1400 permitió restablecer el servicio de taxis, motorizar a los jerifaltes del régimen y renovar, por ejemplo, el parque de ambulancias con la variante familiar.
Seat -en realidad el Instituto Nacional de Industria, el INI- eligió a Fiat como socio en lugar de Volkswagen, con quién también se entablaron conversaciones, porque, entre otros motivos, disponía en su gama del 1400. En la España del inicio de la recuperación económica tras la durísima post-guerra, el régimen necesitaba un socio que le aportara un coche de tamaño medio para recuperar los servicios esenciales y dotar a las flotas públicas y Volkswagen, que sólo fabricaba entonces el Escarabajo, no cumplía el perfil. Fiat, con una gama más amplia y desarrollada sí.
Además, los buenos contactos en Italia de Wilfredo Ricart, el ingeniero catalán que había trabajado antes de la Segunda Guerra Mundial en Alfa Romeo y que lideró la recuperación de la industria española del motor, primero con la creación de Enasa (Pegaso) sobre las bases de la antigua Hispano Suiza y después con el gran proyecto de Seat, decidieron también la balanza a favor de Fiat.
Del Seat 1400 hay cinco unidades en la colección de Coches Históricos de la marca. Un 1400 A, de los primeros fabricados, un 1400 B “Visitas”, un descapotable creado para atender las visitas de personalidades a la fábrica y en el que viajó el Generalísimo el día de la inauguración de la planta, otro “Visitas” del que se aprovecharon piezas para restaurar el expuesto y otros dos 1400 B esperando turno para su restauración.
La visita hay que empezarla por las filas de la izquierda. Una está dedicada a los coches de pequeño formato, arrancando con el histórico 600, el coche que motorizó al país en los años 60.
Junto a los dos 600 de la colección, uno de ellos un L Especial de color granate que fue la última unidad fabricada, ya en 1973, y al 800 de cuatro puertas -el primer modelo propio de Seat sin parangón en la producción de Fiat-, aparcan el resto de modelos pequeños de la época Fiat; todos los tracción trasera. El 800, por cierto, tenía una curiosa fórmula de producción. Las carrocerías de 600 se sacaban de la cadena de montaja y se enviaban a Talleres Costa, una empresa de Terrassa que los cortaba por la mitad, les añadía las puertas traseras, alargaba el techo y el piso y los devolvía a Barcelona dónde se reincorporaban a la cadena.
Los pequeños todo atrás
Del Seat 600 y su derivado, el 800, os contamos muchas más cosas en este reportaje de un evento que Seat organizó, precisamente en la nave A122 para mostrar la evolución de los automóviles pequeños de la marca pero el pequeño modelo, del que todos tenemos alguna anécdota que contar -un 600 D azul era el coche "familiar" que recuerdo en mi infancia- marcó toda una época en la historia de Seat.
Sobre su base se desarrollaron además, diferentes modelos, entre ellos uno de los primeros monovolúmenes de la historia, el Fiat 600 Multipla. Una unidad de ese coche llegó a Seat con la idea de estudiar una fabricación en España que al final no se concretó. Esa unidad acabó, no obstante, convertida en el Savio Visitas, un modelo recarrozado y con un techo de fibra de vidrio desmontable que sustituyó a los 1400 visitas y que el equipo de Coches Históricos ha restaurado con mimo. Ahora, comparte espacio en la colección con una Siata playera, también pensada para pasear autoridades, propiedad de la Fira de Barcelona.
Junto a los 600, la colección exhibe la gama casi completa del 850 (berlina, berlina de cuatro puertas, también exclusiva de Seat, cupé de primera serie y el adorable Spider, un roadster biplaza de encantadora línea) y el 133, en su versión más potente, el L Especial. El 133 fue un modelo propio de Seat -en realidad un llamémosle Restyling del 850 con el motor, en posición trasera, del 127- que se exportó a diferentes países, entre ellos Egipto y Argentina donde alcanzó cierta fama, eso sí, bajo marca Fiat.
A continuación viene el mencionado 127, el primer modelo de tracción delantera de Seat y todavía el segundo más fabricado de la marca por detrás del Ibiza. Del 127 hay varios ejemplares en la colección, tanto de la primera serie como de la segunda y del Fura, el rediseño del 127 en la época post-Fiat, entre ellos un magnífico Fura Crono que se utiliza para rallies de clásicos. Junto al 127, la colección tiene un 128 cupé de tres puertas pendiente de devolver a su estado original y, sobretodo, un par de ejemplares del famoso 1200 Sport, conocido con el apodo de Bocanegra y que fue el primer modelo realmente diseñado por Seat sin partir de una carrocería Fiat. El 1200 Sport también está, como el 800, relacionjado con la localidad de Terrassa ya que allí estaban las naves de la empresa Inducar que fabricaba la carrocería de este modelo. Por supuesto, la colección de coches de pequeño formato se completa con el Panda y todos su derivados, Marbellas incluidos.
El Panda del Papa
Entre los Panda de la colección, el más peculiar es un Papamóvil. Cuando Juan Pablo II visitó España en 1982, su equipo de seguridad se dio cuenta de que el Mercedes G oficial no pasaba por las puertas de acceso al terreno de juego del Camp Nou y del Bernabéu, donde el pontífice iba a celebrar dos misas. ¿Solución? Alguien llamó a Seat que en dos semanas tuvo listo un Panda con el que el Papa recorrió unos 100 metros en cada estadio.
En la parte derecha de esta primera fila tenemos los Seat de mayor tamaño; además de los 1400 iniciales, están sus sustitutos, los recordados 1500, los coches más señoriales que fabricó nunca Seat con destino a ministerios, fuerzas de seguridad, flotas de taxis, altos cargos y todos aquellos que podían permitirse comprar un coche así en la España de los años 60. En la colección hay tres 1500, un monofaro de la primera serie, un familiar de ocho plazas (3 delante, 3 detrás y dos en el maletero en sentido inverso al de marcha) y una berlina bifaro. Hay, además, otro monofaro para restaurar y se busca un 1400 C, es decir, un 1500 con el motor del 1400 que fue el primero que se comercializó y que, durante un tiempo, mantuvo el nombre de su antecesor.
Junto a los 1500, hay tres Seat 131, entre ellos el chasis número uno -un 131 1.430- y un raro 1800 CLX, un 1430 de primera serie, el 124 que fue el coche un millón fabricado por la marca (se regaló a la ganadora del concurso televisivo "Un Millón Para el Mejor" pero se recuperó ya que la chica no tenía carnet de conducir y prefirió el importa en metálico dle mismo) y un 132 de segunda serie. Este año, por cierto, se celebra el 50 aniversario del inicio de la comercialización del 1500 y el 40 de la del 132, su sustituto en la gama.
La colección queda algo coja en este periodo ya que faltan, por ejemplo, las versiones familiares del 124 y el 1430 y, sobre todo, un 124 de tercera serie (los llamados Pamplona de faro cuadrado) y las versiones deportivas FU y FL. De este último hay una única unidad preparada para competir en rallies de clásicos. El que también falta es un 124 Sport de segunda serie que acompañe a la maravillosa unidad 1600 de primera serie que es una de las joyas de la colección.
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La época post-Fiat
La fila sigue con los primeros coches medios de tracción delantera, el Ritmo y su sucesor, el Ronda. De este último, por cierto, hay una versión muy especial, un coche pintado de negro y amarillo que tiene su historia. Se trata de la unidad que Seat presentó al Tribunal de la competencia de París para ganar un litigio con Fiat que le acusó de plagio al haber desarrollado el coche sobre la base del Ritmo. Seat llevó a París un coche donde todo lo amarillo era diferente del modelo original, ganó el juicio y pudo empezar a exportar sus modelos a Europa con una red de concesionarios propia en lo que fue el inicio de su internacionalización.
Siguiendo por la espiga izquierda, encontramos las diferentes generaciones del Ibiza, el primer Seat de diseño propio tras la salida de Fiat del accionariado de la marca y del Toledo, el primer coche desarrollado bajo el paraguas tecnológico del Grupo Volkswagen y lanzado coincidiendo con los Juegos de Barcelona. Entre las unidades con que cuenta la colección del Toledo de primera generación destacan una unidad de la lujosa serie especial limitada Podium con cuero, pintura bicolor y fax, que se regaló a todos los medallistas españoles en los Juegos así como la versión eléctrica que encabezó, con el cronómetro a cuestas, la prueba del Maratón olímpico.
Una completa colección de coches actuales, algunos realizados a la unidad por una división de coches especiales (aquí hay un León con tapicería integral de cuero, tablier incluido, o un Exeo ST que esconde la mecánica de un Audi RS4 y que utilizaba un presidente anterior de la marca) y otros con historia concreta, como el León púrpura firmado por Shakira, a la que Seat patrocinó, enlaza por detrás con la segunda fila donde se exponen por un lado los coches de competición y, por otro, los concept cars presentados por la marca en los grandes salones internacionales.
Entre los coches de competición destacan un veterano Fórmula 1430, el Seat Panda de Grupo 2 con el que realizó sus primeros buenos resultados en rallies un tal Carlos Sainz, los Ibiza Kit Car campeones del mundo de rallies en la categoría de dos litros en 1997, 1998 y 1999, los Cordoba WRC con los que la marca intentó sin éxito el asalto a la máxima categoría de los rallies, los Ibiza Bimotor y Marbella G Proto de los rallies de tierra de los años 80, el Toledo maratón de un fracasado proyecto de raids o los coches de circuito, con los León TDi campeones del mundo de turismos o los GT, una trilogía integrada por el fantástico Toledo Silueta, el Cordoba del Campeonato francés y el espectacular Cupra GT.
En este apartado hay un vacío que los responsables de la colección se han propuesto llenar; el que va del Fórmula 1430 al Panda de Grupo 2; la época del equipo oficial de rallies, de los famosos taxis campeones de España de rallies durante casi una década y de aquel podio de Antonio Zanini en el Montecarlo de 1977 con un 124 FL, primer gran resultado de un piloto y una marca españoles en los grandes rallies internacionales.
En la zona de modelos pendientes de restauración, no obstante, hay un coche que, en cuante vuelva a la vida, será uno de los modelos más originales de la colección. Se trata de uno de los dos Seat 131 Silueta de Grupo 5 que el Departamento de competición creó para atacar el Campeonato de España de Circuitos y que corrió con Salvador Cañellas y Santiago Martín-Cantero entre otros.
Quedan para el final los concept car. Aquí están todos los que han sido, desde los Ibiza y Cordoba descapotables que no vieron la luz hasta todos los concept de la marca; los Bolero, Fórmula, Tango (aquel roadster biplaza con base Ibiza que estuvo a punto de lanzarse en serie), Salsa, Altea o Toledo y los más recientes, desde el SUV Tribu hasta los eléctricos IBe y el nuevo SUV Ibx sobre el que, en teoría, se basará el nuevo modelo que prepara la marca para este competitivo mercado.
En el recinto de la nave nos recibió Isidro López, un hombre históricamente vinculado a Seat Sport y que gestiona actualmente la colección. Isidro depende del Departamento de Comunicación de Seat que lidera Fernando Salvador, un departamento que es el gran responsable de que esta colección crezca y se mueva para mostrar el patrimonio histórico de la marca.
López cuenta con un pequeño presupuesto que le permite afrontar la restauración de algunos de los modelos (hay algunos operarios dedicados a ello), comprar otros que faltan en la colección (si alguien tiene un 850 Coupé de segunda generación, un 124 Sport 1800, un 124 Familiar, un 1430 FU o un 132 1600 de primera serie que nos lo diga) y, sobretodo, “mover la colección”.
Dentro de la misma hay 12 coches matriculados que suelen utilizarse para participar en rallies de clásicos, tanto en España como en Europa y algunos coches de competición capaces de rodar sin problemas, como el Panda de Grupo 2 Sainz Réplica. Asimismo, siempre hay algún hueco libre en las filas de la colección ya que en las oficinas de Seat hay siempre alguno para recordar a los directivos que Seat tiene un pasado y un patrimonio excepcionales y otros viajan a ferias, exposiciones o citas de clásicos, como el reciente Salón Auto Retro donde Seat suele tener siempre un stand propio.
López explica que "participamos en diferentes pruebas de modelos clásicos, tanto en España como en Alemania y Austria, donde el patrimonio de Seat es desconocido. Lo importante es que la colección se conozca y podamos mostrar los coches que tenemos".
Los orígenes de los coches de la colección son diversos. Algunos fueron propiedad de directivos de la marca que los dejaron cuando se fueron, otros, como el Panda de Grupo 2 o los protos de los rallies de tierra, dormían bajo fundas en Seat Sport, otros eran primeras o últimas unidades que se guardaron en algún rincón de la fábrica y otros los “desvió” Elvira Beloso, antigua secretaria de dirección de Seat primero y encargada durante muchos años de la flota de prensa, que supo prever que algún día Seat tendría un museo para el que harían falta coches. Si ese museo se hace realidad algún día, alguna de sus salas deberá bautizarse con el nombre de Elvira.
Como hemos dicho antes, la nave no es visitable más que pidiendo autorización a los responsables de la colección. Isidro López nos comenta que “cada vez recibimos más solicitudes. Vienen directivos de la marca o de otras marcas del grupo, gente de formación, periodistas, tanto españoles como extranjeros e incluso algunos clubs de propietarios de coches de la marca. Y todos se sorprenden al ver lo que tenemos aquí.”
López está en contacto con otros responsables de museos de las marcas del Grupo y, por supuesto, su máxima ilusión seria ver la colección exhibida públicamente. Para ello falta todavía algo de tiempo. Seat debe salir primero de la crisis que todavía atraviesa ya que ahora todos los recursos están puestos en la recuperación de la rentabilidad como marca. El museo y el patrimonio son importantes pero, hoy por hoy, no son prioritarios. De todas maneras, los directivos de Seat conocen y aprecian la existencia del “museo” de la nave A122 y hablar de la época Fiat ya no es tabú como años atrás. Poco a poco, Seat ha ido recuperando su patrimonio y su historia y esta colección es la prueba viva de ello.
Todavia no he podido visitarla.