Guía para comprar una moto de ocasión
CONSEJOS

Guía para comprar una moto de ocasión

Sara Soria

Sara Soria

2 opiniones

¿Buscas una moto de segunda mano? ¿No sabes por dónde empezar para encontrar tu moto usada? En motos.net hemos confeccionado esta guía para ayudaros a elegir vuestra moto de ocasión.

¿Qué tienes que tener en cuenta? El hecho de la compra lo hemos dividido en cuatro apartados: la moto, la documentación, la operación de compra/venta y la garantía. En cada uno de ellos os daremos algunas pautas, pero antes haremos algunas consideraciones previas.

Consideraciones previas

Como regla general, lo primero que deberíamos tener claro es que los chollos no existen. Nosotros, si os ayudamos a cerrar una operación cercana al equilibro entre valor y precio ya nos damos por satisfechos. Eso que dice W. Buffet de que el precio es lo que pagas y valor lo que te llevas.

Elegir la moto de segunda mano muchas veces es complicado y aquí te contamos todo lo que debes saber...
Elegir la moto de segunda mano muchas veces es complicado y aquí te contamos todo lo que debes saber...

Recuerda que al precio de la moto habrá que sumarle el del papeleo, el seguro (consulta antes) y probablemente el de algún que otro trabajo de mantenimiento (aceite, neumáticos, etc.). Con los números es mejor no alejarse de la realidad.

Antes de empezar a buscar conviene hacer un análisis, lo más sincero posible, de nuestras necesidades, posibilidades y nivel de conducción. A veces, la moto que nos gusta no es la que nos conviene y deberíamos evitar castigarnos con nuestros propios deseos. Por sus características una moto es mucho menos versátil que un coche.

Con las cosas un poco más claras, es el momento de hacer un pequeño estudio de mercado. Algo sencillo. Bastará con ojear en nuestra web para establecer una posible horquilla de precios máximos y mínimos del modelo que buscamos. Nos será útil para comparar.

En motos.net tienes una oferta de más de más de 34.000 motos de ocasión.
En motos.net tienes una oferta de más de más de 34.000 motos de ocasión.

Y si el precio es un factor importante, el estado de la moto todavía lo es más. Os daremos algunas pautas para intentar detectar posibles “hierros”. De ellos deberéis huir como de la peste. Poner al día una moto en mal estado puede ser un verdadero quebradero de cabeza por no hablar de una posible ruina económica.

Y si antes os decíamos que los chollos no existen, la segunda premisa es que las prisas no son buenas. El vendedor lo sabe y puede explotarlo con tópicos del tipo: tengo otro interesado pendiente de confirmación, esta tarde viene más gente a verla, etc. Y funciona. Sobre todo si detecta que te has enamorado de la moto. Conviene tener paciencia, mantener cara de póker y no dejarse presionar.

La moto y su inspección

La tarea de compra requiere cierto tiempo ya que antes de tomar una decisión es mejor haber visto varias motos. No queda otra para tener referencias.

Es importante que la carrocería esté en buen estado. Repararla, acostumbra a requerir mano de obra especializada y cara.
Es importante que la carrocería esté en buen estado. Repararla, acostumbra a requerir mano de obra especializada y cara.

Metidos en harina, empezaremos echando un vistazo general a su presencia. Debería ser buena. Si no es así, posiblemente, convendría descartarla. Reparar los desperfectos de la carrocería suele ser caro. Las piezas acostumbran a incorporar adhesivos, ribetes, acabados en laca, etc. y la mayoría de las veces esas reparaciones requieren manos especializadas.

El color de la pintura debería ser el original. Las motos con decoraciones personalizadas o repintadas pierden valor –piensa en la posible reventa-. Por cierto, no podemos descartar que el origen de una “pintada” se deba a la reparación de una caída. Si la moto nos interesa, habrá que estar especialmente atentos a la revisión de la parte ciclo; luego hablaremos de eso.

En los scooter es complicado a veces observar daños ocultos... ¿Ruidos en el variador? ¿Un escape no homologado? Mejor todo de serie.
En los scooter es complicado a veces observar daños ocultos... ¿Ruidos en el variador? ¿Un escape no homologado? Mejor todo de serie.

No estaría de más fijarse en la tornillería. La presencia de óxido no es buena señal. Tampoco lo es que las cabezas de las tuercas y los tornillos estén marcadas. Un síntoma claro de que ha sido manipulada por personal poco cualificado.

Pide que levanten el asiento. Debajo acostumbra a estar la batería. Es importante que su alojamiento no contenga zonas oxidadas o corroídas. Sería una clara señal de falta de mantenimiento.

En los scooteres deberías revisar la carrocería detenidamente en busca de grietas, rascadas o encajes defectuosos. Conviene dedicar especial atención a los bajos. Muchos llevan el radiador en la quilla y, posiblemente, haya recibido algún que otro impacto bajando bordillos. Estoy pensando, por ejemplo, en el T-Max.

Motor

Siempre hay que tener en cuenta el número de kilómetros recorridos, aunque tampoco debería ser un factor determinante. Con un buen mantenimiento, las mecánicas modernas resisten el paso de miles y miles de kilómetros sin problemas. Es posible que una moto con pocos kilómetros pero con un mantenimiento inadecuado te acabe dando más problemas. Sobre todo si lleva tiempo parada (sequedad de las gomas, juntas, bombas de freno, líquidos, etc.).

El estado y el funcionamiento del contacto puede darnos pistas sobre el uso del vehículo.
El estado y el funcionamiento del contacto puede darnos pistas sobre el uso del vehículo.

A veces, los kilómetros del marcador no coinciden con los reales. En cualquier caso, siempre hay elementos que no pueden disimular el uso. Uno es la llave del clausor: un tacto muy laxo al girar la llave, una tapa de cierre rayado o una tija marcada por el roce de las llaves, puede darnos algunas pistas. También conviene fijarse en el desgaste de la pintura en las zonas de contacto con el cuerpo (tapas, depósito, chasis, etc.).

Echando un vistazo al aspecto exterior del motor. Si encontramos un poco de polvo o una fina capa de residuos propios del pavimento, incluso incrustaciones de grasa medio seca en los bajos, tampoco debemos darle mayor importancia. Unos cárteres brillantes y pulidos pueden ser obra de un maníaco de la limpieza o de un intento por disimular alguna pérdida de aceite. Si encuentras rastros de aceite líquido, por pequeños que sean, ojo.

Comprobación de nivel de refrigerante. El color del líquido, mejor sin óxido.
Comprobación de nivel de refrigerante. El color del líquido, mejor sin óxido.

Antes de arrancar el motor -lo ideal es que esté frío- conviene comprobar los niveles (aceite agua, frenos, etc.). Si están por debajo del mínimo, no deja de ser un claro síntoma de la falta de mantenimiento. Mal negocio.

El motor debe aguantar el ralentí sin problemas. Al acelerar, las subidas y las bajadas de régimen deben ser directas, sin retrasos y con un sonido limpio. Si escuchas algún ruido metálico en su interior del tipo "clonck-clonck" o repiques, es posible que dentro algo vaya mal o muy mal. No merece la pena arriesgarse.

Aspecto exterior del motor de una Yamaha FJR 1300 AS / AE.
Aspecto exterior del motor de una Yamaha FJR 1300 AS / AE.

Los escapes especiales, no homologados, nos pueden traer problemas con la ITV. Mejor si los escapes son de serie. Conviene que la petaca del silenciador esté exenta de óxido (fíjate en las zonas bajas). Los colectores deben estar en perfecto estado, sin golpes ni rozaduras.

Fijarnos en los gases de escape puede sernos útil. Lo ideal es que sean invisibles. Si tienen color y este es azulado, podría deberse a un consumo de aceite (guías de las válvulas o sellado de los cilindros). Repararlo es costoso. No confundir con el humo blanco de la condensación por el frío. Saldrás de dudas acercando la mano a la salida de los gases. Si el tufillo es de aceite quemado, parecido al de un 2T, confirmará los peores pronósticos. Si los gases son de color carbón, es que no está del todo fina de carburación o encendido.

Colectores de escape. Deben estar en perfectas condiciones sin golpes ni abolladuras en todo su recorrido.
Colectores de escape. Deben estar en perfectas condiciones sin golpes ni abolladuras en todo su recorrido.

Puede solucionarse con un simple ajuste (carburar, filtro de aire, bujías, etc.) o quizá necesites sustituir componentes internos de los carburadores y eso no acostumbra a ser ni sencillo ni barato. Ojo con el testigo naranja “check engine” en las motos de inyección. Debe apagarse al ponerla en marcha.

Los mandos (gas, freno, embrague) deben presentar un accionamiento suave. Si son originales, mejor. Deberías comprobar el correcto funcionamiento de los elementos eléctricos. El tacto de sus mandos conviene que sea preciso.

Ciclo

Si el estado del motor es importante, el de la parte ciclo no lo es menos. Aquí está en juego nuestra seguridad. Deberíamos mirar la dirección, los neumáticos, la transmisión (plato piñón y cadena), los frenos y las suspensiones.

Hay que comprobar con atención la ausencia de pérdidas de líquido en las barras de la horquilla.
Hay que comprobar con atención la ausencia de pérdidas de líquido en las barras de la horquilla.

La dirección no debe tener juego. Lo comprobaremos accionando el freno delantero para, seguidamente, hacerla cabecear adelante y atrás presionando desde el manillar. Al tacto no deberíamos notar la más mínima oscilación; el chasis y la horquilla deben comportarse como un único cuerpo, sin el más mínimo juego. El giro del manillar debe ser suave y uniforme en todo su recorrido sin notar la menor tosquedad. Lo ideal sería comprobarlo con el caballete central extendido y la rueda delantera en el aire. Si hay alguna resistencia, por pequeña que sea, la reparación es obligada y no acostumbra a ser económica.

La goma de los neumáticos debe mantener cierta elasticidad. Lo notarás con el tacto de la goma. Si está endurecida, aunque tenga un dibujo óptimo, habrá que sustituirla. También deberías hacerlo si: ha perdido la marca de desgaste, si presenta grietas en los flancos -por pequeñas que sean- o si detectas desgastes irregulares (banda de rodadura con el perfil plano o con escalones). Aquí te explicamos cómo elegir los neumáticos para tu moto.

Verifica el estado de los discos. Las hendiduras profundas o los surcos prominentes, te obligarán a sustituirlos. Y no acostumbran a ser económicos. El tacto del freno debe ser progresivo, suave y estar exento de rugosidad. En caso contrario habrá que revisar la bomba. Quizá pueda repararse con un kit –relativamente económico-. Si además detectas la presencia de líquido, aunque sea en forma de sudor, lo recomendable es montar una bomba nueva.

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En las suspensiones buscaremos las pérdidas de aceite. Es fácil. Basta pasar los dedos por las barras de las horquillas. No deberías notar la menor señal de untuosidad. Echa un vistazo a los vástagos de la amortiguación trasera. Tampoco deberías encontrar el menor rastro de aceite. Podrás hacerte una idea del estado de la amortiguación accionando las suspensiones. Delante lo conseguirás presionando el manillar hacia abajo con el freno accionado. Detrás bastará con presionar sobre el asiento. En ambos casos, el retorno del movimiento debe tener cierto freno. Si es brusco o lo notas “suelto”, sin control, es posible que los amortiguadores hayan dejado de trabajar. Y eso es un problema.

Debería haber sido sustituido hace tiempo. Si el neumático está así, mejor no imaginar cómo debe estar el resto.
Debería haber sido sustituido hace tiempo. Si el neumático está así, mejor no imaginar cómo debe estar el resto.

No te olvides de echar un vistazo a la cadena de la transmisión. Que esté con poca grasa y que además se vea “limpia” es buena señal. Unos dientes de la corona excesivamente “delgados”, con la punta afilada o con los flancos brillantes, son un síntoma claro de que el conjunto está fuera de servicio. Deberás cambiarlo todo (plato, piñón y cadena).

Convendría que nos dejaran hacer una prueba dinámica. Nos ayudará a tener una idea más clara de sus facultades dinámicas (dirección, frenos, suspensiones, etc.) y del funcionamiento de la transmisión (embrague, cambio, tacto general, etc.).

Si no nos la dejan probar, con las indicaciones que os hemos dado podréis haceros una idea aproximada del estado de la moto. Siempre pueden sobrevenir averías desconocidas e insospechadas. No debemos olvidar que la suerte sigue siendo un factor importante. Incluso con una moto nueva.

Disco de freno y pastillas fuera de uso. Rallas y surcos. Mala señal.
Disco de freno y pastillas fuera de uso. Rallas y surcos. Mala señal.

Si nos muestran el libro de mantenimiento sellado, tendremos la garantía de que ha estado en manos de profesionales especializados.

Si no tienes datos que confirmen, de forma fehaciente, cuando le hicieron la última revisión, es recomendable llevarla a tu taller para que la revisen de forma exhaustiva (aceites, niveles, ajustes, engrases, etc.). Así la podrás disfrutar con tranquilidad y podrás tener una referencia a partir de la cual seguir el mantenimiento del fabricante. Si no os dan el libro, acostumbran a estar, en formato PDF, en las web de las marcas.

Dientes de corona en buen estado. Las puntas de los dientes todavía no se han afilado; sería el síntoma de que habría que proceder a su sustitución.
Dientes de corona en buen estado. Las puntas de los dientes todavía no se han afilado; sería el síntoma de que habría que proceder a su sustitución.

Y si finalmente todo encaja, solo te quedará llegar a un acuerdo con el precio.

Documentación

Eso sí, antes de abrir la cartera, es importante comprobar que dispone de ficha técnica, que ha pasado la ITV y que el propietario conserva el último impuesto de circulación pagado. Tampoco estaría de más pedir un informe a tráfico para constatar que no haya embargos, reservas de dominio, multas acumuladas, etc. Es sencillo. Basta con clicar aquí.

Libro de mantenimiento y revisiones. Importante para saber si se ha ido siguiendo el programa de servicio.
Libro de mantenimiento y revisiones. Importante para saber si se ha ido siguiendo el programa de servicio.

La compra hay que formalizarla a través de un contrato. No os preocupéis. Modelos hay a miles en internet. Es un documento sencillo en el que deberán constar, como mínimo, tus datos de filiación, los del vendedor, la fecha y la hora de la compra/venta, los datos del vehículo (marca, modelo, número de bastidor, matrícula, etc.) el precio y la forma de pago. Lo podréis rellenar a mano en el acto y añadir, si así lo deseáis, tantas cláusulas que estiméis oportunas.

El vendedor deberá facilitarte una fotocopia de su DNI, y firmar el impreso de solicitud de cambio de titularidad del vehículo. Lo tienes aquí.

Operación de compra venta

En nuestra página tenemos una guía para formalizar los trámites. No obstante, he creído conveniente reproducir íntegramente los consejos e instrucciones que nos da la Dirección General de Tráfico en su web. Hacedles caso. Son importantes tanto para el comprador como para el vendedor. Aquí te explicamos todos los trámites para comprar una moto usada:

Nunca entregues el vehículo sin tener en tus manos el contrato original de compraventa (si es entre particulares) o factura (si lo entregas a un compraventa) y una fotocopia del documento de identidad en España del comprador (DNI/Tarjeta de Residencia, si son personas físicas, o CIF, si son empresas). Si es un compraventa, deberá constar el CIF en la factura. Es importante indicar en el contrato la hora y minutos en que entregas el vehículo: recuerda que las multas de los radares fijos y por no haber pasado la ITV te seguirán llegando en tanto no se produzca en el Registro de Vehículos el cambio de titularidad.

Indica al comprador que antes de 15 días te remita copia del permiso de circulación donde conste que el vehículo ya está a su nombre. Si no has recibido este documento en el plazo de 15 días, dirígete a la Jefatura de Tráfico para comunicar que has vendido el vehículo (trámite de notificación de venta).

Si has comprado un vehículo, debes inscribir éste a tu nombre en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.

Si has comprado un vehículo, debes inscribir éste a tu nombre en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.
Si has comprado un vehículo, debes inscribir éste a tu nombre en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.

Si has adquirido el vehículo en un compraventa, es éste el que normalmente se encargará de efectuar la gestión, haciéndote entrega de la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo y del permiso de circulación ya a tu nombre.

Si has adquirido el vehículo a un particular, recuerda que debes quedarte con el contrato de compraventa o una fotocopia del mismo, una fotocopia del documento de identidad del vendedor, la solicitud de cambio de titularidad del vehículo firmada por comprador y vendedor, y la documentación del vehículo (Tarjeta ITV, permiso de circulación y recibo del impuesto municipal pagado correspondiente al año anterior al trámite), (trámite de transmisión del vehículo).

A continuación debes efectuar los siguientes pasos:

Abonar el impuesto de transmisiones patrimoniales (modelo 620 o modelo 621 según corresponda) ante Hacienda de tu Comunidad Autónoma, aportando toda la documentación anterior. Este trámite puedes efectuarlo por Internet si tu domicilio fiscal se encuentra en Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Illes Balears, Madrid, Murcia y la Comunidad Foral de Navarra. En este caso obtendrás un Código Electrónico de Transferencias (CET) que te servirá para acreditar que has cumplido tu obligación fiscal. Dirígete a cualquier Jefatura de Tráfico, previa petición de cita.

Otra opción es acudir a un gestor profesional. Ahorrarás tiempo y molestias. Evidentemente tiene un precio.

Garantía

Independientemente de si la has comprado a un particular o a un profesional, por ley, el vendedor deberá ofrecerte garantía.

En el caso de un particular, la garantía atenderá a defectos ocultos. Podrás ejercitarla durante seis meses desde la fecha de la compra y deberás reclamarla en sede judicial. Serás tú, el comprador, quien deberá demostrar que: el defecto estaba antes de comprar la moto, que ha desvirtuado su funcionalidad y que de haberlo conocido de antemano, o no la habrías comprado o habrías pagado menos por ella. La resolución judicial puede acabar obligando al vendedor a reparar el defecto o a la devolución de la moto y la recuperación de tu dinero. Aquí te doy más información sobre la garantía de una moto usada y de una moto nueva.

En motos.net además de motos de ocasión podrás encontrar motos nuevas, ofertas y pruebas de producto.
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Si la compras a un profesional, la garantía pasa a ser de un año. El vendedor estará obligado a reparar los desperfectos y de no poder hacerlo, deberá sustituirte la moto por otra de similares características o devolverte la cantidad integra que hayas pagado.

El mayor grado de compromiso del vendedor profesional siempre da más tranquilidad. En cualquier caso, tanto la compra a un particular como a un profesional queda sujeta a protección legal.

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