Tanto si estás familiarizado con los coches eléctricos como si no, posiblemente hayas oído hablar del efecto 'icing'. ¿En qué consiste? ¿Por qué te pueden multar por hacer 'icing'?
¿Qué es el efecto 'icing'?
Hablar del efecto 'icing' es hablar de una técnica que molesta mucho a los usuarios de los coches eléctricos e híbridos enchufables (PHEV) porque se produce cuando un coche de combustión que no necesita un enchufe externo para recargar su batería (gasolina, diésel, híbrido o gas) ocupa una plaza de aparcamiento destinada a la recarga de un vehículo eléctrico o PHEV.
¿Por qué se llama 'icing'?
El nombre de 'icing' hace referencia a coches con motor de combustión, también conocidos como coches ICE (por sus siglas en inglés 'Internal Combustion Engines'). Este nombre de 'icing' lo empezaron a utilizar en Estados Unidos y Canadá para hablar sobre este comportamiento y actitud de los propietarios de coches de combustión cuando aparcan su vehículo en una plaza reservada para coches que utilizan el punto de recarga.
Aparcamiento para recargar mal utilizado
El número de vehículos eléctricos e híbridos enchufables que circulan en España ya superan el medio millón de unidades (530.794 a fecha del 30 de junio 2024), según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Estos vehículos pueden recargar en puntos de carga instalados en sus domicilios, en sus puestos de trabajo o bien en puntos de carga públicos. ¿Qué pasa si necesitas recargar en uno de estos puntos de carga públicos mientras que haces una gestión en tu ciudad o estás de visita y te encuentras la plaza ocupada por un coche que no está recargando? Seguramente no te haga ninguna gracia, más teniendo en cuenta que la infraestructura de recarga es más bien escasa.
El último Barómetro de Electromovilidad de Anfac, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, a cierre del primer trimestre de 2024 se contabilizaban 32.422 puntos de recarga de acceso público operativos. Un dato muy alejado de los 64.000 fijados por el gobierno en España para finales de este año. Esta situación hace que los puntos de recarga públicos sean muy codiciados por los usuarios de coches eléctricos e híbridos enchufables.
Efecto 'icing': multas por aparcar
El Reglamento General de Circulación establece las multas por aparcar en zonas reservadas o destinadas a ciertos usuarios o vehículos. Con la presencia cada vez mayor de vehículos EV y PHEV, los municipios han aumentado los puntos de carga y las zonas de aparcamiento destinadas a este tipo de vehículos, en algunos casos también con limitación horaria, es decir, puedes recargar tu coche durante un tiempo máximo.
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Para identificar estas zonas se utiliza la señal de prohibido aparcar R-308 o la señal S-17 donde se especifica a qué vehículos o usuarios está destinada dicha plaza (vehículos de personas con movilidad reducida, vehículos eléctricos...). Estas plazas reservadas no pueden ser utilizadas por los vehículos que no cumplan los requisitos.
Por tanto, si en una de estas plazas reservadas estaciona un vehículo que no está recargando o un EV o PHEV que ha excedido el tiempo de recarga permitido se expone a recibir una multa bien del municipio propietario del punto de carga o de la DGT cuando el punto esté instalado en una de las vías de su competencia. Estas son las multas según el Reglamento General de Circulación:
Estacionar en un carril o parte de la vía reservada exclusivamente para el servicio de determinados usuarios: multa de 200 euros.
Estacionar el vehículo en zona habilitada por la autoridad municipal con limitación horaria, manteniendo estacionado el vehículo en exceso sobre el tiempo máximo permitido por la ordenanza municipal: multa de 80 euros.
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Lo mismo que dejar aparcado un coche en un surtidor de gasolina e irse por ahí ¿se le ocurre a alguien? Normal que te multen. De todas formas, visto lo visto en un país de incívicos que no se respetan ni las plazas de minusválidos poco se puede esperar.
El surtidor de gasolina es suelo privado. Pretender que mediante suelo público se atiendan caprichos es ya lo último.