En tierras del Maestrazgo

Mapa: Mapa general de las comarcas de las provincias de Castellón. Características del terreno: Pistas forestales, con amplia sucesión de ramblas, barrancos y corredores. Distancia: 450 kms (aproximadamente) Recorrido: Desde la Plana Alta y L' Alcayaten, al Alto Maestrazgo, Els Ports, El Alto Mijares y la Plana Baja. Duración: Dos días.

Movidos por la belleza y singularidad del paisaje nos adentramos en la zona de El Maestrazgo, una tierra de inciertos límites geográficos, históricos y comerciales, que tuvimos la oportunidad de descubrir de la mano de Toyota. Dicha comarca de características comunes ha pasado desapercibida durante mucho tiempo, aunque en otros conquistó mercados europeos con la lana de sus merinas, asintió el peso de los monjes soldado, quienes enarbolaban espadas en nombre de Dios o contuvo tras sus muros a duros e ingobernables guerrilleros. La enorme belleza y singularidad de esta región radica en su paisaje abrupto, escarpado, cuya dureza de la tierra pone en evidencia lo difícil que ha sido siempre explotarla e intentar soberevivir de los frutos que da la misma. Una ocasión única de circular con los 4x4 de Toyota en todas sus variantes (RAV4, Land Cruiser, Land Cruiser 200 e Hilux) recordando aquellos templarios de capa blanca y cruces ochavadas entre ramblas, barrancos, muelas, donde las tapias, bancales y casetas forman parte de cada uno de los pequeños núcleos urbanos que atravesamos en nuestro recorrido. Nuestro itinerario previsto, aunque se sumerge buena parte en tierras del Maestrazgo también toca parte de las provincias de Castellón, desde la Plana Alta y L'Alcaten, pasando por el Alto Maestrazgo, Els Ports, El Alto Mijares y la Plana Baja, lugar donde ponemos punto y final a nuestro recorrido. El objetivo plasmado por descubrir eran las tierras que pertenecieron al Maestrazgo histórico, que se extendían desde Castellón hasta Teruel. Para ello dejamos a un lado la propia costa castellonense y nos adentramos en parte de la Cordillera Ibérica donde el escarpado relieve y la presencia de muelas, barrancos, ramblas y corredores entre sierras unifican un paisaje realmente sorprendente. La roca caliza, formada durante los períodos jurásico y cretácico, va a ser la nota dominante en forma de muelas, hoces y abrigos, sobre los cuales la erosión selectiva la sigue moldeando de manera caprichosa. Tanto la pobreza de los suelos como los incendios del pasado condicionan la falta de fértiles tierras y de vegetación en un paisaje dominado por bancales, que eran aquellos lugares dispuestos en pendiente y destinados para el cultivo del escaso rendimiento agrícola de la zona. Sin embargo fue el ganado uno de los pilares de la riqueza medieval, ya que las lanas de las merinas era muy cotizada en los mercados europeos. También forman parte de ese inconfundible paisaje las ramblas, debido a que el caudal de los ríos es escaso en la región y a que las lluvias que caen en ellas forman una amplia sucesión de estas, a veces de gran magnitud y otras pequeñas, aunque estarán presentes a lo largo del recorrido como parte del medio natural. Aunque lo más llamativo que hemos encontrado ha sido la presencia de numerosos y curiosos árboles. Como buen ejemplo nos lo encontramos en la carrasca de Culla, todo un impresionante ejemplar con más de 22 metros de altura y un perímetro de tronco de seis metros, del que dicen que puede alojar hasta 1.000 personas. También es digno de mención el caso de los olivos milenarios, de los que se han contado hasta 500 ejemplares, entre las comarcas de Els Ports y del Alto Maestrazgo.

En tierra de templarios Nuestro recorrido comienza en plena comarca de La Plana Alta y en concreto en la población de San Joan de Moró, donde los parajes naturales que configuran su entorno son de gran belleza, como observaremos al ascender la sierra, desde donde podremos contemplar amplias panorámicas del lugar y de la plana, hasta cambiar de vertiente. Al otro lado nos asomaremos a un municipio que se descuelga por un cerro coronado por una bella fortaleza de origen musulmán -completamente renovada en el siglo XV - como es Vilafamés. Este municipio, que siempre estuvo muy unido a San Joan - hasta que lograra su independencia a finales del siglo XX - cuenta con un conjunto histórico muy cuidado, así como un interesante Museo de Arte Contemporáneo. Ante de descender a Vilafamés podremos observar en la plana el trazado de la Vía Augusta, aquella vía que unía Roma y Cádiz y que se la denominaba Gades en tiempos romanos. De quel recto trazado que unía Cabanes y Valafamés aún quedan restos, como el emblemático Arco romano de Cabanes, situado a dos kilómetros de la población y cuya construcción fue realizada a base de sillares de granito unidos sin argamasa, del que se conservan los pilares sobre los que apoya el arco compuesto por 14 dovelas. Tras haber rebasado la rambla de la Viuda, que recibe las aguas del Montlleón y del Lucena para desembocar en el Millares, nos adentraremos en la comarca de L'Alcatén para dirigirnos a Les Useres. Tras rebasar dicha población podemos observar los estragos de alguno de los incendios que han asolado en los últimos años alguna zona de monte de la Comunidad Valenciana. Hoy en día los trabajos que se están realizando sobre el terreno tratan de regenerar el manto vegetal así como de detener la erosión. Tras dirigirnos hacía Atzeneta del Maestrat nuestra ruta concebida entra en tierras históricas del Maestrazgo. Dicha población formó parte de los territorios templarios, concretamente de Culla para después pasar a la Orden de Montesa. Llama poderosamente la atención su castillo, ubicado a unos dos kilómetros de la villa. También cabe mencionar la Torre de la Cárcel y los restos de murallas, que forman parte de su entorno, así como las fuentes y los parajes. Desde Atzeneta nuestro recorrido partirá hacia la zona occidental de Benagifo, no sin antes atravesar la impresionante rambla de Montlleó. Desde la mencionada localidad nuestra ruta descenderá a la ermita de la Virgen de Ortisella, que tiene un olmo catalogado entre árboles centenarios de la Comunidad y que es considerado un lugar de peregrinación tradicional. Nos desplazaremos por el Alto Maestrazgo hasta alcanzar Culla, cuya población aparecerá ante nosotros mostrando una de las clásicas muelas maestracenses. Con callejuelas empedradas, estrechas y empinadas, su casco antiguo está declarado Conjunto Histórico Artístico porque guarda la encantadora fisonomía de tiempos medievales. Tras rodear Culla nos acercaremos a la famosa Carrasca, una encina centenaria que se encuentra en la carretera que une dicha población con la torre d'En Besora, junto a la masía Bassa. Después utilizaremos un enlace por asfalto hasta llegar a un tranquilo lugar que perteneció a Culla como es Vilar de Canes. Cerca de estos parajes la ruta transcurre entre montes y masías, dejando a un lado uno de los sitios más atractivos de la comarca del Maestrazgo como es Ares del Maestrat, al que recomendamos su visita. La ruta se dirigirá al final del primer día ascendiendo a los límites de Morella, capital actual de la región de Maestrazgo castellonense y de la comarca de Els Ports, a la que se asoma. Dicha ciudad, que se encuentra literalmente colgada de la ladera de una montaña, forma parte de uno de los conjuntos más atractivos de la Península. Encerrada entre un conjunto de murallas de 2,5 metros de altura y coronada por un castillo fue conquistada en un primer momento por Rodrígo Díaz de Vivar, más conocido como "El Cid", para después pasar a mano de los moros, hasta que Blasco de Alagón, consejero de Jaime I la reconquistara definitivamente para las tropas cristianas. Formada por palacios que ornamentan la villa, cuyo más claro ejemplo lo encontramos en su Ayuntamiento, un edificio de dos grandes cuerpos construido entre 1360 y 1420, el primero de los cuales contiene la Lonja y la Sal del Consell de la Vula, que venía a ser una sala gótica de dos alturas que albergaba el poder municipal morellano. El segundo de los cuerpos albergaba las dependencias de Justicia. Dicho cuerpo se encuentra construído por un sistema de niveles que alberga las cárceles en las plantas bajas y las Salas de Vistas y antigua Capilla, en los niveles intermedios, para terminar con una sala diáfana donde una gran columna central soporta la viguería y el sistema de canes, sobre el cual se encontraban las dependencias superiores de la torre.

Hacia los confines del Maestrazgo Tras haber realizado parada y fonda en Morella continuamos el segundo día de este espectacular recorrido circulando en paralelo a la carretera y al río Bergantes, el cual se encierra entre montes de rocas calizas altas y tajadas, que sobresalen en tierra firme y que configuran un paisaje agreste con grandes desniveles y donde los pueblos casi olvidados forman parte de un paraje salpicados por masías, muchas de ellas escondidas y abandonadas. Muy pronto atravesaremos Forcall, un lugar con bella plaza Mayor y un palacio gótico, que ha sido rehabilitado como hotel. Tras abandonar esta localidad nos encaminaremos a Todolella a través de una carretera pequeña paralela a la principal. Aunque antes de llegar a la misma nos desviaremos en dirección sur hacia La Mata, un lugar cuyo conjunto conserva bellas edificaciones civiles gótico-renacentistas. El tramo posterior nos lleva a situarnos al límite de la provincia de Teruel, allí donde nacen los restos de Las Albaredas. Tras salvar un parque eólico, llegaremos a Portell, localidad que pasó de ser mora (perteneciente a la taifa de Lleida) a cristiana tras ser conquistada por Blasco de Alagón, para después ser donada a la orden del Temple. Esta localidad fortificada cuenta con bellos parajes entre los que se encuentra la rambla de Celumbres, que salva nuestro recorrido junto a un abrupto puente romano que queda a mano izquierda de nuestro recorrido. A través de bellos sabinares llegamos a Villafranca del Cid, un lugar que conserva su fisonomía medieval gracias a sus casas de piedra, calles estrechas, edificios blasonados y estrechas murallas. Una vez allí nuestra ruta partirá hacia una de las comarcas más bellas y solitarias del Maestrazgo situada en Teruel y perteneciente a la Mosqueruela, como es La Estrella. Durante varios kilómetros sólo las sabinas y los dos únicos habitantes - un matrimonio que cuida de un gran santurario - de lo que un día fue el pueblo de la Virgen de la estrellas serán testigos de nuestro recorrido. Para llegar al lugar hay que atravesar Pla de Mosorro, donde la caliza, las dolinas, el boj y la sabina imperan el entorno paisajístico. No obstante, el descenso cambiará la fisonomía del entorno donde sorprende que en la bajada uno se vaya a encontrar con sitios tan insólitos como un santuario, que en su día fuera templario y durantes siglos, según las crónicas, allí se depositaron hijos naturales de nobles y amantes no deseadas de personajes de la corte. Dicho monumento se encuentra enclavado al borde de la rambla de Montlleó - que separa Teruel de Castellón - a la que habrá que salvar tras descender a La Estrella para después ascender a Vistabella del Maestrazgo. Desde allí nos dirigiremos al santuario de Sant Joan de Penyagolosa donde pararemos para tomar un pequeño almuerzo al lado de este eremitorio medieval, que ha sufrido diversas restauraciones, la última en el siglo XVIII. Tras haber repuesto refuerzas, nuestro recorrido continuará rodeando por pistas el Penyagolosa, la segunda cumbre más alta de la Comunidad Valenciana con 1.815 metros. En un momento de nuestro ascenso podremos contemplar las paredes calizas de su cima sin nada que interrumpa nuestra visión; será el mejor instante para observar detenidamente la magnitud del paisaje plagado de abundante roca y numerosas masías diseminadas entre los montes. Continuando con nuestro particular rodeo al Penyagolosa entraremos de nuevo en la comarca de L'Alcalatén hasta alcanzar la carretera dejando a un lado la bella y blanca población de Lucena del Cid, cuyo centro urbano conserva una plaza con arcos góticos. Nuestro recorrido continuará hasta el final de su andadura entrando en la comarca del Alto Mijares, a través de una curiosa población situada en la vega del río Villahermosa llamada Argelita. Pasada esta llegaremos a Fanzara, ubicada junto a Mijares hasta llegar a Onda, una ciudad que destaca como muchas de las que acabamos de atravesar por su núcleo medieval y el castillo, a la que se añade las fábricas de azulejo, una industria que se remonta a la época romana. Desde allí nos dirigiremos hasta Muntanyeta de San Antoni, donde se eleva una ermita del siglo XVI, que pone punto y final a éste intenso recorrido de más de 400 kilómetros.

. Texto: Bienvenido Alcántara

Hotel Cardenal Ram. Morella (Castellón) Cuesta Suñer, 1 - Tel. 964 17 30 85 Internet: http://www.cardenalram.com Monumental Edificio situado en la mas típica de las calles morellanas - la de Blasco de Alagón - y que fue adquirido en los años 60 por la Diputación Provincial de Castellón, que lo destinó a hotel con el objetivo de estimular el desarrollo turístico de la capital de la comarca "dels Ports". Este antiguo palacio medieval, de estilo gótico, que perteneciera a la familia Ram cuenta con un total de 19 habitaciones, de las cuales dos de ellas están consideradas como "suites". Algunas de las habitaciones pueden ser completadas con una tercera o incluso una cuarta cama supletoria.

Hotel El Pastor. Morella (Castellón) Calle San Julián, 12 - Tel.: 964 16 10 16 Internet: http://www.hoteldelpastor.com Situado en pleno centro de la ciudad de Morella, esta hotel se enclava en un edificio completamente restaurado, con materiales de la zona para integrarse perfectamente en la arquitectura medieval de la ciudad y en el conjunto de sus monumentos civiles y religiosos. Dispone de 11 habitaciones dobles y una triple, todas ellas equipadas con aire acondicionado, televisión, calefacción, secador de pelo y parquet.

Restaurant Muntanyeya de Sant Antoni-Betxí (Castellón) Avda. Herminio Pérez, 4 - Tel.: 964 62 08 78 Internet: www.restaurantsantantoni.com Situado junto a la ermita del Santo, del siglo XVIII, sobre un montículo que lo ubica en un lugar privilegiado de la comarca del Alto Mijares cuenta con excelentes vistas sobre toda la Plana Baixa. Entre sus sabrosos platos destacan la excelente ensalada de bogavante con vinagreta de naranja, el carpaccio de gambas y las alcachofas del terreno con jamón y ajitos tiernos. Entrantes que se completan con una carta amplísima de carnes y pescados entre los que destacamos el rodaballo con ajos tiernos y robellones decorado con tinta de calamar y el Magret de pato con manzana y berenjena gratinada.