Ya ha entrado en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación, que regula los límites de velocidad en carreteras convencionales. Se establecen los 90 km/h como velocidad genérica máxima en estas vías, que hasta ahora permitían circular a 100 km/h. Esto ha obligado a retirar 2.719 señales de tráfico, con un coste aproximado de 526.000 €.
El objetivo de la nueva limitación de velocidad es reducir el índice de siniestralidad que se produce en las carreteras convencionales. En 2017, de las 1.321 víctimas mortales que fallecieron en vías interurbanas, 1.013 lo fueron en carreteras convencionales.
El Director General de Tráfico, Pere Navarro, ha señalado que “esta reducción de velocidad debe ir acompañada de una mayor vigilancia y control por parte de las policías encargadas de la vigilancia del tráfico y de mejoras y actuaciones en el diseño de las infraestructuras por parte de los titulares de las vías”.
Por otra parte, el Director General de Carreteras, Javier Herrero, ha afirmado que “el Ministerio de Fomento, en plena colaboración con la DGT, hemos ido sustituyendo la señalización en todo el territorio con el objetivo primordial de poder aumentar la seguridad viaria. Además, paralelamente, llevamos a cabo actuaciones para mejorar la propia infraestructura como refuerzos del firme, balizamiento, etc. sin olvidar las nuevas carreteras que vamos poniendo en servicio”.
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Además de reducir la siniestralidad, otro de los objetivos de la limitación es converger con Europa. Otros países de la Unión Europea han limitado a 90 km/h la velocidad en carreteras sin separación física de sentido. También se persigue reducir la diferencia de velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto a los turismos. Finalmente, la medida trata de minimizar las consecuencias negativas de un posible accidente, teniendo en cuenta que el accidente más frecuente es la salida de la vía (40% de los accidentes mortales), seguido de las colisiones frontales (27%), y la mayoría de estos siniestros se producen en carreteras convencionales.
Pere Navarro DIMISIÓN