A sus cuarenta y tres años recién cumplidos, Joan Roma, más conocido como Nani Roma, es todo un veterano del Dakar, el rally-raid más duro del mundo. Su laureado palmarés le ha llevado a convertirse en campeón en dos categorías y en dos continentes, pues es el único español que ha ganado el Dakar en moto y coche, la primera en África y la segunda, en América, el año pasado. Para él, la edición de este año ha tenido uno de los peores escenarios deportivos posibles, sobre todo teniendo en cuenta que era el vigente campeón y que su objetivo era volver a luchar de nuevo por la victoria final. Una prematura avería de su Mini All4 Racing (de la escudería X-Raid) le dejaba sin opciones a las primeras de cambio y un accidente a causa de un agujero no marcado en el roadbook originó el punto y final a su participación.
Lleva trabajando con MICHELIN desde que comenzó su carrera en competición, hace ya más de veinte años, y el vínculo entre el fabricante francés de neumáticos y el corpulento piloto de Folgueroles es indisoluble. Por ello, y para dejar claro que el apoyo no sólo hay que mostrarlo en los buenos momentos sino también en los no tan buenos, la marca de neumáticos organizó un encuentro entre Roma y periodistas de motor de distintos medios, entre ellos Coches.net. Allí, nos explicó cómo fue su desafortunado Dakar 2015, que empezó mal y acabó peor.
Adiós a la lucha en los primeros kilómetros
Ni en las peores pesadillas de un campeón del Dakar puede suceder que, poco después de tomar la salida de la primera especial, se pare el coche y ahí acaben sus aspiraciones. Pues justo esto fue lo que le sucedió a Nani Roma nada más partir de Buenos Aires, cuando sólo llevaba tres kilómetros de etapa. Según nos explicó, “primero no te lo crees. Al llamar a uno de nuestros ingenieros nos dijo que tenía que ser un sensor de aceite. Entonces lo cambiamos, salimos de nuevo y al momento se volvió a parar el coche. Cambié otro sensor de más difícil acceso y poco después vi que no salía aceite, por lo tanto el problema era de la bomba de aceite. Entonces ya vi que no había nada que hacer, salí al asfalto y esperé al camión de asistencia”.
A partir de ese momento comenzó la tortura de pasarse, atado al camión, más de 160 km y luego otros 520 km posteriores de enlace. Al llegar al siguiente campamento, pudo tomar la salida de la segunda etapa gracias al gran trabajo de los mecánicos, pero con los ánimos por los suelos. Tal y como afirmó Nani, “en los rally-raids, los errores, sean de uno mismo o sean mecánicos no se pagan sólo en ese momento sino que implican pasarse días después a remolque. Si son errores pequeños en que se pierde un cuarto de hora o media hora, en un día puedes recuperar el tiempo pero cuando es un caso como éste, el tema es muy diferente”.
“Fue un gran contraste. De ganar el año anterior a estar el último sólo tres kilómetros después de tomar la salida. Tras esa situación aprendes a levantarte cada mañana y a correr sin un objetivo y esto es muy difícil”, afirmó Roma. Con las opciones de victoria esfumadas, llegó el momento de tragar polvo sin parar mientras intentaba adelantar al grueso de los participantes. De hecho, durante la segunda jornada adelantó unos sesenta coches. A partir de entonces pasó a adoptar un rol más de ayudante de compañeros de equipo como Krzysztof Holowczyc y Orlando Terranova, ambos también al volante de un Mini All4 Racing de la escudería X-Raid.
Lo que mal empieza…
Visto lo visto, ganar la etapa anterior fue determinante para que fuera él el implicado en este accidente. Y es que, tal y como recordó el piloto catalán, “al haber salido primeros ese día, en el momento del accidente íbamos unos tres minutos y veinte segundos por delante de Al-Attiyah incluyendo la ventaja de ese momento. Después del accidente pensé que mi copiloto se había confundido pero enseguida nos dimos cuenta de que este agujero no estaba en el roadbook. Entonces él corrió con todas sus fuerzas en dirección contraria y le dio tiempo de avisar a Nasser Al-Attiyah (posteriormente vencedor final), que venía a toda velocidad. Si no es así, él también hubiera dado las tres vueltas de campana. Desde ese momento, fuimos avisando a todos los coches, uno a uno, para que frenaran y no les pasara lo mismo. Antes ya se habían caído allí muchos quads y motos.”
En relación con el accidente, Roma explicó que “el día anterior, la organización supo que había llovido mucho y, esa misma mañana, enviaron un coche con un piloto amateur para abrir pista delante de las motos y no marcó este peligro. Este año, la organización ha tenido que hacer 24 roadbooks diferentes, ya que en algunas etapas cada tipo de vehículo iba por un camino diferente. A nivel de seguridad, para nosotros esto es genial, porque el hecho de que quads y motos, en un momento determinado, vayan por un camino distinto nos va muy bien. Pero eso supone muchísimo trabajo y mucha gente necesaria para hacerlo. Son muy profesionales pero, de todas formas, lo que nos pasó a nosotros no puede pasar. Al fin y al cabo nosotros íbamos atrás en la clasificación general pero imaginemos que es Al-Attiyah quien da las tres vueltas de campana. Hubiera perdido la carrera por esto.”
El piloto de X-Raid recalcó además que “cuando haces fuera pista y tienes un accidente porque coges un agujero eres tú mismo quien asume la responsabilidad y es culpa tuya. Pero cuando vas por pista tiene que estar todo muy marcado y aquí no había ninguna indicación. Se trataba de un agujero de 1,5 m por 60 cm. Nosotros confiamos en el rutómetro y tiene que estar muy bien hecho”. Finalmente pudieron continuar la marcha pero sólo pensando en llegar al campamento para reparar. Esta situación provocó que se saltaran tres waypoints en el tramo posterior, lo que acabó provocando su descalificación.
El retorno de Peugeot
En cuanto a sus rivales, centrándose en la vuelta de la marca del león al Dakar destacó que, para este equipo, lo más rápido era entrar con los buggies, pues podían hacer un coche competitivo en un margen de tiempo razonable. No obstante, tras su actuación, Roma cree que han sido menos competitivos pero más fiables de lo que él se esperaba. Pero afirma estar seguro que en 2016 Peugeot será un equipo aún más fuerte.
“Tenían que tomar riesgos para hacer tiempos y eso, en un Dakar, en muy complicado”, valoró Roma que, en cualquier caso, también resaltó que “lo que le pasó a Carlos Sainz le puede pasar a cualquiera en cada jornada. Muchas veces pasas casi sin visibilidad junto a una piedra grande y no te das contra ella por pura casualidad. Otras veces le das y sólo revientas la rueda pero él tuvo mala suerte”.
Recordemos que el piloto madrileño tuvo que abandonar después de dar varias vueltas de campana y destrozar el coche tras impactar contra una piedra. El accidente sucedió al apartarse ligeramente hacia un lado de la pista para evitar la nube de polvo provocada por vehículos precedentes.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Mirando al futuro
Sobre algunos rumores que sitúan un hipotético futuro Dakar en China, Roma comentó que lo desconoce, aunque asegura que es un país donde se podrían hacer muchas competiciones de este tipo por las posibilidades que ofrece el terreno. Afirma que Perú es espectacular para hacer raids pero que el país ahora mismo parece que no está de acuerdo con las tasas que exige ASO (organizadores de la prueba). De hecho, recuerda que estaba previsto que la prueba pasara por allí este año pero finalmente no se pusieron de acuerdo.
Al preguntarle sobre cómo se puede optimizar su Mini de cara al año que viene nos comentó que el chasis está muy al límite pero que siempre hay aspectos que se pueden mejorar. En este caso, destacó la aerodinámica y la refrigeración como posibles evoluciones. No eludió el papel de los buggies en la prueba y la importancia que pueden tomar de cara al futuro. Al preguntarle su opinión sobre el hecho de que su equipo haya llevado este año uno de estos vehículos (pilotado por Guerlain Chicherit), destacó que ha sido muy positivo que haya podido terminar, ya que ha servido de aprendizaje para el equipo.
También nos confesó que, “teniendo en cuenta hacia dónde derive el Dakar, quizá tengamos que pensar en ir con buggies pero a mí no sé si me va a gustar. Hacer una Baja California con un buggy seguro que sí, pero hacer un Dakar es otra cosa. Pero es cierto que la evolución que está llevando el tema, con marcas como Peugeot apostando por este tipo de coches, quizá acabe provocando que vayamos todos con buggies. Realmente no lo veo comercial, porque marcas como Toyota, Mini o Peugeot venden entre sus gamas coches 4x4 pero no buggies”.
El papel de MICHELIN
Roma ha trabajado activamente con MICHELIN durante muchos años para evolucionar los neumáticos utilizados en rally-raid, tanto antes cuando competía en moto como ahora, en coches. Asegura que encontrar un fabricante de neumáticos que vaya bien en todas partes cuesta mucho y, según su opinión, sólo MICHELIN ha hecho un producto que sea realmente competitivo.
“Llevas un coche que, con todo el material y combustible pesa 2,3 toneladas. Sales por piedras, muchas más que en África, te encuentras dunas, fesh-fesh y a veces terminas lloviendo. La variable de grip entre uno y otro terreno es muy grande, con impactos fuertes laterales y verticales. Por lo que el neumático debe combinar tanto el grip como la resistencia a todo eso”, explica el piloto de X-Raid.
Destacó la diferencia con respecto a los buggies, pues “ellos pueden desinflar neumáticos sobre la marcha, mientras que nosotros tenemos que estar todo el día con la misma presión. Eso implica que debemos afinar mucho a la hora de elegir presiones por la mañana antes de salir, teniendo en cuenta factores como la temperatura a la que debe estar el neumático en cada momento y el tipo de terreno que se debe afrontar ese día”.
Los coches, su gran pasión
Echando la vista al pasado recordó que, en su juventud, comenzó a correr en moto porque no tenía dinero para comprarse un coche. Quería un Peugeot 205 GTX 1.900 para correr rallies pero no le llegaba el presupuesto y se compró una moto, con la que comenzó a hacerlo muy bien. Y ese es el motivo por el que empezó a competir sobre dos ruedas. Pero su verdadera pasión siempre fueron los coches. Afirma que ha disfrutado muchísimo en moto. “La sensación de ganar carreras en el desierto cuando estás solo contra todos y contra todo, abriendo etapas y haciendo tú la trazada es espectacular, pero la moto para mí ya es un tiempo pasado”, asegura.
También pudimos conocer su postura sobre el posible paso del pentacampeón del Dakar en motos, Marc Coma, a los coches el año que viene. Sobre ello, comentó que tanto a Stéphane Peterhansel como a él mismo, ambos ganadores del Dakar sobre dos y cuatro ruedas, siempre les apasionaron los coches pese a correr antes en moto. “Pero pilotos como Cyril Despres o Marc Coma no han tenido nunca una pasión por los rallies y además es muy difícil estar a un nivel alto cuando cambias de disciplina. Y es que correr es una cosa pero ganar es otra”, apuntó Roma.
Durante nuestro encuentro con él en Madrid también recordó que, cuando ganó el Dakar sobre dos ruedas, Nissan le invitó a probar el coche de Vatanen en Francia. Ese momento fue muy importante para él, ya que allí comprobó que podía hacer unos muy buenos tiempos y fue donde decidió pasarse al automóvil. Lo hizo a los mandos de un Mitsubishi oficial y valora mucho haber trabajado en este equipo, pues allí aprendió a evolucionar los coches. Este conocimiento le sirve hoy en día para llevar a cabo la puesta a punto de los Mini de X-Raid. Y es que él se ha encargado de sus evoluciones para este pasado Dakar. En este sentido, está contento y considera que su trabajo ha sido útil, pues el equipo ha ganado la prueba.
Aun recuerdo a los 3 jinetes de la moto ,Nani , Marc e Isidre ,,,,que grandes momentos me han echo pasar en el sofá esos 3 cada primeros de año