Escapada Deportiva Porsche

La lluvia caída en Valencia a principios de la semana pasada no fue suficiente para "aguar" la Escapada Deportiva Mujeres Comunicadoras que Porsche viene organizando desde los últimos tres años. Tampoco la crisis pudo con el interés de la marca de Stuttgart por organizar este singular evento con el que trata de acercar el "mundo" Porsche a las mujeres. Aunque eso sí, en esta ocasión contó con la colaboración de la marca de electrodomésticos De Dietrich con quién comparte el gusto por la calidad, la innovación tecnológica y el diseño, atributos, todos ellos, presentes en sus respectivos productos.

Jornada con la gama Porsche

El denominador común de este encuentro es disfrutar y el vínculo para hacerlo, la gama Porsche. Imaginaos una caravana de siete Porsche conducidos todos ellos por mujeres, poco habitual ¿no?. Vamos, que no hace falta que os cuente la cara de extrañeza que ponían algunos de los conductores que se cruzaban a nuestro paso. Y es que en los dieciséis años que llevo dedicada a la información de motor, he asistido a multitud de presentaciones de automóviles y otros eventos relacionados con la automoción, algunos absolutamente profesionales y otros con un componente más lúdico, pero reconozco que ninguno con el glamour de la "Escapada Porsche".

En esta ocasión la cita era en Mas de Canicattí, una masía situada en un campo de naranjos reconvertida a pequeño hotel de lujo como acredita el sello Relais&Chateaux. Los flamantes Porsche nos esperaban perfectamente alineados, impolutos y, por supuesto, con el depósito lleno. A nuestra disposición había Boxster, Cayman, 911, Cayenne y ¡Panamera!, sí, el primer Gran Turismo de Porsche.

El Panamera fue nuestro elegido (compartía coche con mi amiga y compañera Alicia Sornosa) para comenzar el recorrido. Un recorrido que nos llevó hasta Dos Aguas, el pueblo del piloto de motos Hector Berberá. Lo cierto es que si hubiéramos seguido el rutómetro al pie de la letra no hubiéramos llegado hasta allí, pero mereció la pena. No solo por lo bonito del paisaje sino porque la carretera de curvas enlazadas ponía a prueba la agilidad de los casi cinco metros del Panamera. Y vaya si cumplió, sencillamente espectacular. Enlazaba los giros con una facilidad pasmosa, a lo que sin duda contribuye su exquisita dirección, suave, precisa, informativa... Además el nuevo cambio de doble embrague PDK de siete velocidades permite concentrarse únicamente en la conducción, claro que dadas las características del trazado se le sacaba más "jugo" utilizando el modo manual y cambiando de marcha a través de los pulsadores que a tal efecto acopla el volante. En Dos Aguas, cedí el volante a Alicia, reprogramamos el navegador, por cierto, muy fácil e intuitivo de manejar al tiempo que fiable en sus indicaciones, y pusimos rumbo a la Albufera valenciana, concretamente al restaurante Nou Racó donde nos esperaba un arroz, rico, riquísimo. Con el estómago lleno iniciamos nuestro retorno al hotel, esta vez a los mandos de un Bosxter, descapotadas y sin ningún temor a despeinarnos que con eso de que están de moda las melenas "ochenteras" siempre puede parecer que vamos a la "última" y no simplemente con el pelo alborotado. Y como no todo va a ser trabajar, no olvidemos que estábamos allí para probar los coches, en el hotel, nos esperaba la correspondiente rueda de prensa y una tarde llena de esas frivolidades que tanto ayudan a romper con la rutina diaria. Que si una horita de spa, que si una introducción al autosiatshu, que si una cata de vinos y su correspondiente maridaje con distintos chocolates, en fin, actividades de lo más estresante. Pero si hay que sacrificarse, una se sacrifica que bastantes "marrones" hay que comerse a la largo del año.

Tras la cena venían las copas, pero una servidora, aparte de que no bebe prefirió retirarse a su habitación, que a la mañana siguiente le tocaba madrugar para llegar a Madrid antes de las 10:30. Lo bueno es que volvía conduciendo un Cayman. Lo que no os pienso contar es a la hora que salí que luego me sacáis la media.

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