El transporte escolar es uno de los medios de desplazamientos más seguros a pesar de que los padres lo valoran muy por debajo del coche privado o de ir al colegio a pie. Desde el año 2012 no se ha producido ningún fallecido por viajar en un autobús escolar, aun así seis de cada diez padres se ha planteado dejar de usarlo por miedo a la Covid-19, según revela el estudio ‘Transporte escolar: ¿viajan seguros nuestros hijos? Accidentalidad, normativa y percepción social en la era COVID’ de la Fundación Línea Directa.
El estudio analiza los datos de siniestralidad en transporte escolar en el período 2014-2018. Cuatro años en el que se han registrado 136 accidentes con 60 heridos, cinco de ellos graves. El autobús escolar se convierte así en el primer colectivo de la seguridad vial que alcanza los cero fallecidos en accidente de tráfico, con una siniestralidad 11 veces inferior a la del coche privado y 6 veces menor que la del transporte público.
En España unos 630.000 escolares se desplazaban diariamente al colegio en autobús antes de la pandemia, muchos de ellos son niños entre 13 a 15 años. Según datos de la Confederación de Transporte de Autobús (Confebus), la flota de autobuses escolares se compone de 17.500 unidades que hasta ahora estaban realizando 247 millones de trayectos al año. Otro dato interesante es que casi el 90% de los niños utilizan el autobús escolar en las excursiones y más del 20% lo usa regularmente para las actividades deportivas y extraescolares.
Ahora el coronavirus amenaza a este sector porque los padres temen el contagio. “Nos preocupa que estas buenas cifras de siniestralidad en autobús escolar puedan empeorar porque los padres opten por otros medios de transporte”, comenta Francisco Valencia, director de la Fundación Línea Directa.
Exigente normativa para el transporte escolar
Según Confebús, la flota de autobuses en España es de las más modernas de Europa. En el caso del autobús escolar, su antigüedad máxima no puede superar los 16 años. Un 80% ya cuenta con cinturón de seguridad de dos puntos (obligatorio desde 2007) y algunos también de tres puntos -éste ofrece mayor protección, pero es opcional-. Además, deben tener tacógrafo, ABS, limitador de velocidad, los trayectos no pueden durar más de una hora, el suelo no debe de ser deslizante, las puertas tienen que incluir barras de apoyo, colores vivos para los bordes de las escaleras, contratar un seguro de responsabilidad ilimitada, incluir plazas para personas con discapacidad y deben ir señalizados con un cartel que les identifique como transporte escolar y disponer de una autorización especial para este tipo de trayectos.
A esto hay que añadir una exigente Inspección Técnica de Vehículos. Los autobuses pasan su primera ITV a los cinco años desde su primera matriculación, y a partir de esa fecha deben pasarla cada seis meses. Y es exigente porque casi la mitad de autobuses suspende la ITV a la primera, pero solo el 16% lo hace a la segunda.
Los conductores de autobuses escolares también tienen que cumplir unos requisitos. Deben tener al menos 24 años, disponer del carnet de conducir tipo D y un permiso especial para rutas escolares, no pueden superar los 0,15 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado (para conductores generales es 0,25 mg), no pueden tener antecedentes penales en seguridad vial ni retirada del carnet de conducir, deben estar en posesión de un certificado de no haber cometido delitos de naturaleza sexual y deben someterse a formación continua. Desde Confebus lo confirman, “el sector del autobús invierte anualmente 500 millones de euros en la renovación de flotas y 8 millones de euros en la formación de los conductores, dos aspectos principales que tienen relación directa con la seguridad, con una creciente inversión en formación en seguridad vial (un 80% del total), y cursos específicos para los conductores de transporte escolar y para los acompañantes”, nos explican.
¿Cuándo es obligatoria la presencia de un acompañante?
En cuanto a los acompañantes, estos juegan un importante papel en la seguridad vial y en el cumplimiento de la nueva normativa para evitar el contagio por coronavirus. Recordamos que la presencia de un acompañante adulto -distinto al conductor- es obligatoria cuando al menos la mitad de los viajeros es menor de 12 años.
¿Y cuáles son esas normas de higiene en los autobuses escolares? A nivel nacional, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ha establecido un protocolo con medidas básicas que incluye el uso obligatorio de mascarilla higiénica a partir de 6 años de edad, su uso recomendado entre 3 y 5 años y la asignación de asientos fijos al alumnado para todo el curso escolar con el objetivo de mejorar un posible rastreo. Actualmente está permitida la ocupación total de las plazas del autobús. Estas son normas de obligado cumplimiento pero hay Comunidades Autónomas que ha aprobado más medidas como el uso de gel hidroalcohólico obligatorio o desinfección después de cada trayecto.
Como he comentado al principio, la Covid puede cambiar la buena evolución de la siniestralidad en el transporte escolar porque un 61% de los padres encuestados se plantea que su hijo no vuelva a usar el autobús para ir al colegio bajo ninguna circunstancia, mientras que un 19% sí lo usaría pero sólo si se cumplen las medidas higiénicas necesarias. La encuesta se realizó en el mes de junio.
Octubre, el mes con más accidentes
La serie estadística de siniestralidad de la DGT revela que octubre es el mes con más accidentes registrados en transporte escolar. En general, el 58% de los siniestros se producen en vías interurbanas, donde, además, se registran el 73% de las víctimas.
El accidente suele ser por una colisión frontolateral (20%), por alcance trasero (19%) o por atropello a un peatón (16%). Según datos de la DGT, el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos.
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Las infracciones más habituales en los accidentes en las que se ve implicado un autobús de transporte escolar son: la distracción (22%), no respetar la prioridad (18%), la velocidad inadecuada (10%) y no mantener la distancia de seguridad (7%).
Galicia, Andalucía y Comunidad Valenciana son las comunidades españolas con más accidentes de transporte escolar. El caso gallego es especialmente llamativo, ya que solo supone el 5% de los accidentes generales, pero el 21% de los de transporte escolar.
¿SRI obligatorios en los autobuses?
Al igual que se exige en los coches y furgonetas, el uso obligatorio de los sistemas de retención infantil en el autobús es una de las reivindicaciones de los padres para aumentar la seguridad pasiva. También piden implantar la ‘tasa 0’ en el control de alcoholemia para los conductores de este medio de transporte. En relación a estas dos peticiones se están produciendo avances.
La semana pasada se aprobaba en el Congreso de los Diputados pedir al Gobierno una modificación en la normativa para reducir la tasa máxima de alcohol permitida a los conductores noveles y profesionales, entre los que se incluyen los del transporte escolar. La propuesta es reducir de los 0,15 mg/l en aire espirado actuales a 0,1 mg.
En cuanto al uso de los sistemas de retención infantil (SRI) en los autobuses. Ya os conté en un reportaje el problema que hay con la homologación porque, a diferencia del automóvil en el que sí hay una homologación estándar, en los autobuses puede haber hasta 500 modelos de butacas por lo que obliga a homologar cada SRI con una butaca específica, una tarea muy complicada y costosa.
Ahora, por primera vez en la historia se ha creado un grupo específico dentro del grupo de homologaciones de Naciones Unidas que está trabajando en una nueva normativa específica que permita homologar SRI para autobuses de manera estándar. Esto va a ser posible porque desde 2013 existe la normativa R-14 de butaca de autobús que obliga a cumplir una determinada resistencia para evitar el aplastamiento por un pasajero trasero que no lleve el cinturón. Esta estandarización en las butacas podrá permitir la esperada estandarización que faltaba para homologar SRI en autobús. El grupo de trabajo está liderado por la española Marta Anglés, experta en homologaciones en el Instituto Idiada (Barcelona), y se prevé que puedan tener la normativa en marzo de 2023, aunque debido a los procesos que debe de pasar, no sería una realidad hasta el año 2028. Pero por algo se empieza.
Y mientras llega esta normativa es muy importante que los niños viajen en autobuses con el cinturón de seguridad correctamente abrochado, si es un cinturón de tres puntos mejor. También es importante que los padres exijan a los centros escolares que se cumplan las normativas. El estudio revela que el 17% de los padres desconoce si los autobuses de sus hijos tienen o no cinturón y hasta un 63% desconoce, incluso, las normas.
La importancia del uso correcto del cinturón
Así lo recuerdan una y otra vez desde la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil -AESVi-: "es bien cierto que los índices de siniestralidad del autobús son muy bajos en comparación con el automóvil, pero hay que pensar que, si viajamos en autobús y se produce una colisión, el buen uso del cinturón de seguridad es la principal esperanza de los usuarios para minimizar las lesiones, por lo que desde AESVi hacemos especial hincapié en el uso correcto de estos sistemas en los autobuses”, explica Juan José Alba, vicepresidente de AESVi y Coordinador del Grupo de Nuevas Tecnologías en Vehículos y Seguridad Vial de la Universidad de Zaragoza.
El estudio de la Fundación Línea Directa deja claro que el transporte escolar es un medio seguro, el primero que consigue cero fallecidos por siniestros viales, pero tiene sus lagunas en cuanto a seguridad pasiva, es decir, la protección de los ocupantes una vez que se produce el accidente. Los padres así lo valoran según la encuesta: la principal área de mejora sería la falta de cinturones adecuados (32%), ya que no están adaptados a la talla y al peso de los niños. En cuanto a las ventajas que ofrece el autobús escolar, los padres eligen la puntualidad, la sostenibilidad y la autonomía que aporta a los niños. Además, valoran positivamente la profesionalidad de los conductores, las tarifas y la seguridad de las paradas.
Además, en este enlace te cuento cómo deben de viajar los niños en un coche y en este otro cómo deben ser los trayectos para ir y volver del colegio.
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