El Fiat Topolino 2024 es un coche eléctrico muy particular. Bueno, realmente no es un coche, es un cuadriciclo ligero que puede conducirse sin carné desde los 15 años. Es decir, solo se necesita la licencia AM de la DGT para poder manejarlo.
Y aunque su tamaño sea reducido -mide solo 2,41 metros de largo por 1,39 metros de ancho-, quiere abarcar un gran espacio en un segmento ‘in crescendo’, el de los microcoches.
Para posicionarse, cuenta con un diseño muy coqueto con accesorios disponibles para mejorar la experiencia de conducción, 75 km de autonomía eléctrica gracias a una batería de 5,5 kWh y un precio de partida por debajo de 10.000 euros, así como un proceso de compra simplificado en tres pasos.
Lo hemos probado por el centro de Madrid, donde ha sido imposible pasar desapercibidos…
Diseño del Fiat Topolino
Coches llamativos hay muchos y, a menudo, los relacionamos con vehículos deportivos, potentes o los que a simple vista clasificamos como lujosos o caros. Pero nuestra experiencia nos dice que no siempre es así.
El Fiat Topolino -al igual que otros microcoches como su primo hermano, el Citroën AMI, o el Microlino, más caprichoso y que le dobla el precio- no logra ser discreto. Tampoco lo hizo el Topolino presentado en los años treinta, en el que se inspira por concepto: un coche sencillo con un motor de 569 cc y 13 CV, biplaza -aunque podía llevar un tercer asiento adicional- creado por el ingeniero Dante Giacosa por encargo de Agnelli, para acercar la movilidad a la población.
Ese ‘Topolino’ -nombre que en italiano significa ratoncito-, se ganó rápidamente el beneplácito de quienes lo conducían y por su accesibilidad y carisma, se convirtió en un icono, al que pronto le seguirían otros modelos como el 'Cinquecento' o el Fiat 600.
De hecho, este nuevo Fiat Topolino nos recuerda con sus rasgos a estos modelos, lo que le hace ganar encanto: es el caso de sus faros delanteros, los cromados y los paragolpes o sus tapacubos de diseño retro.
Los más nostálgicos podrán incluso elegir la versión Dolcevita del Fiat Topolino, que en lugar de dos puertas lleva dos cuerdas y techo de lona plegable: una versión más playera que nos recuerda al Fiat 500 Spiaggina y a la que se puede añadir incluso una ducha y fundas de asiento que se convierten en toallas de playa.
Sin embargo, no le hace falta todo esto… el Fiat Topolino de nuestra prueba, con techo de cristal y puertas convencionales -una de apertura suicida y otra normal, algo que se hace para abaratar costes pudiendo usarlas de manera indiferente-, es capaz de hacer que cualquiera que pase por nuestro lado saque el móvil dispuesto a hacerle una foto. Y no, ni suena, ni es el más veloz, ni luce caro. Aunque eso no significa que no mantenga ese espíritu ‘Dolce Vita’ que sí le hace lucir elegante.
A bordo del nuevo Fiat Topolino
Puede parecer que su habitáculo no es apto para claustrofóbicos, pero nada más lejos de la realidad. Solo hay dos asientos, estando el del pasajero un poco más atrás que el del conductor, e incluso cuenta con 63 litros de almacenamiento.
No hay maletero, pero en el interior se puede llevar una maleta de cabina o bien se puede añadir un portamaletas de estilo retro en la zaga; y eso es muy ‘Cinquecento’ también. En las puertas del Topolino también vemos dos redes bastante amplias en las que situar el bolso, un maletín u otros objetos.
Las grandes superficies acristaladas, como el techo o el parabrisas, que queda en una posición bastante más adelantada que en un coche convencional respecto a los pasajeros, contribuyen también a generar sensación de espacio. Eso sí, que no haya un parasol para cerrar el techo puede hacernos sufrir en los días más calurosos…
Y es que no hay climatizador. Tan solo un sistema de ventilación frío/calor -sin demasiada potencia…- que se activa mediante dos botones situados debajo de otra línea de botones mediante los cuales se selecciona la D para avanzar, la R para dar marcha atrás o la N para elegir la posición neutra. Más simple, imposible.
Tampoco hay navegador en esta unidad, pero sí un soporte para colocar el smartphone, así como una toma USB-C para conectar, por ejemplo, una radio que se ofrece como parte de los accesorios firmados por Mopar, entre los que también encontramos un ventilador o un altavoz Bluetooth, o incluso una botella de agua térmica y una maleta personalizada.
Así se conduce el Fiat Topolino
El Fiat Topolino no es un coche, y aunque se conduce como tal, hay ciertas diferencias. No hay asistencia a la dirección, la suspensión es bastante seca y los asientos apenas tienen dos almohadillas en la espalda y en la base, por lo que la comodidad no es su mayor virtud.
Pero no podemos olvidarnos de que no está diseñado para recorrer largas distancias. De hecho, no puede circular por autovía y sus recorridos serán mayoritariamente urbanos. Su velocidad máxima es de 45 km/h, suficiente para ciudad, con una buena aceleración desde parado, fruto de su motor eléctrico 6 kW (lo que vienen siendo 8 CV), aunque se muestra perezoso en pendientes en subida.
Sin embargo, te permite serpentear con relativa agilidad entre el tráfico, lo cual da sensación de seguridad, y callejear con facilidad, pues su radio de giro es de tan solo 7,2 metros.
Para cargarlo, incorpora un enchufe Schuko, por lo que se puede enchufar en casa y necesita solo 4 horas para tener la batería al 100% de su capacidad, aunque habrá también un adaptador Tipo 2 para poderlo usar estaciones de carga públicas.
Conclusión y precio del Fiat Topolino 2024
En la búsqueda de una movilidad accesible para todos, los microcoches tienen una importante misión. El Fiat Topolino tiene pocos lujos: un volante, cuatro ruedas y lo justo para poder circular, pero también es una solución a las restricciones actuales y a un precio terrenal: 9.890 euros o 54 euros al mes, en 35 cuotas, con una entrada de 2.999 euros, aunque se puede personalizar este importe.
Y, además, mantiene esa estética retro que tanto nos gusta y que se sale de lo convencional. ¿Se necesita más? A veces no.
Esta coqueto.