Las fórmulas multiopción, ¿en qué consisten?

Casi todas las marcas ofrecen entre sus servicios fórmulas de compra alternativas a las tradicionales. Son las que se conocen como fórmulas multiopción, a través de las cuales el concesionario ofrece un coche nuevo durante un período determinado a cambio de pagar una entrada inicial o comisión de apertura y unas cuotas mensuales. Una vez terminado el período establecido el cliente decide si devuelve el coche, lo cambia por otro modelo de la marca o lo compra.

Las cuotas mensuales dependen del modelo de coche y del número de kilómetros que se prevean recorrer. En función de estos parámetros, también se fija el Valor Futuro Mínimo Garantizado (VFMG), que es el valor mínimo de recompra cuando finaliza el contrato multiopción. En las fórmulas multiopción se pueden incluir otros servicios como el seguro o el mantenimiento, pero no se incluyen los impuestos, que tendrá que pagarlos el propio usuario.

Las ventajas que aporta al cliente son la posibilidad de cambiar de coche más a menudo, en función de gustos o necesidades, la de decidir la duración del contrato y la cuota de entrada. Además, las cuotas mensuales suelen ser más bajas a las de una financiación tradicional. Claro está que al finalizar el contrato el coche no es tuyo a no ser que decidas quedártelo y por tanto, pagues una cuota final según el VFMG. Según las condiciones del contrato este VFMG puede ser una cantidad fija o revisable en función del estado del vehículo y número de kilómetros finalmente recorridos.

Por último, debes saber que en las fórmulas multiopción se incluye lo que se conoce como ‘reserva de dominio’, según la cual el coche es propiedad del vendedor hasta que finalice el contrato. Sólo entonces se cancela la reserva de dominio y el usuario, si quiere, puede adquirir el coche como único titular.

En los últimos meses las marcas están apostando más por ofrecer los servicios de renting a particulares, un alquiler a medio plazo con muchas de las ventajas de las fórmulas multiopción.